Vivimos
en un mundo conectado, en una era en la que los “me gusta” vuelven virales a videos,
fotos o personas; una era en la que todo sucede de manera inmediata; en la que
traspasamos fronteras con un clic; y en la que lo que se difunde en el espacio
digital se queda por siempre y es prácticamente accesible para todos. Si bien
esto implica una gran responsabilidad al cuidar lo que compartimos, también es
una gran oportunidad de compartir y dar vida a esos recuerdos y costumbres que
han marcado lo que somos.
Lo
que ha perdurado a lo largo del tiempo, a pesar de las limitaciones del pasado,
ahora con el uso de la tecnología es posible honrarlo y revitalizarlo. Las
mejores recetas de comida que han pasado de generación en generación, costumbres
navideñas o fotografías que no sólo tienen valor para los descendientes, sino
para la curiosidad de otros en relación a dinámicas, usos y costumbres del
pasado. Este valor se multiplica cuando la Inteligencia Artificial (IA) o Deep
Learning, no sólo las
reparan sino también las mejoran, colorean y hasta las animan.
¿Te
imaginas ver a las personas en las fotos familiares antiguas parpadear, mover
la cabeza y sonreír? Esto sin duda puede emocionar hasta las lágrimas. También
hoy es posible ver a esas pesonas, representadas en fotografías, bailar, enviar
besos, guiñar el ojo y asentar.
“Las fotos son una de las
formas más tangibles y poderosas para conectar con nuestro pasado; permiten
comprender momentos de la vida de nuestros antepasados, congelados en el tiempo”, comenta Rodolfo Derbez, Presidente de ExpoGenealogía; y agrega: “Puede ser que las fotografías hayan viajado a través de continentes,
presenciando las pruebas y tribulaciones de aquellos a quienes representan o bien,
que hayan estado guardadas por mucho tiempo. Al final, el paso del tiempo puede
afectarlas mucho y generar daños como arañazos, rasgaduras, manchas u otros deterioros
que limitan la posibilidad de atesorar memorias y compartirlas con futuras
generaciones; sin embargo, la tecnología da la posibilidad de disfrutarlas”.
Según
datos del Patrimonio Fotográfico Mexicano, cerca del 32% de los archivos que ahí
se encuentran tienen daño físico a pesar de las técnicas actuales para
protegerlas y preservar su valor, con lo que se destaca la relevancia de la
tecnología no solo por la oportunidad para ampliar su temporalidad, sino
también por acercarlas a más personas.
Estas
funciones fotográficas -restaurar, colorear, animar- ayudan a conectarse con los
antepasados y la historia familiar de una manera completamente nueva. Se vuelve
toda una experiencia ver a seres queridos que ya no se encuentran entre
nosotros, en una animación.
La
tecnología brinda herramientas que todos podemos utilizar para lograr una
conexión más fuerte con el pasado y darle una mayor relevancia en el presente;
transmite más ver fotos antiguas dañadas y en blanco y negro, restauradas, a
color y animadas. Y si esto se traslada a cuestiones históricas, científicas o
artísticas, suena muy atractivo: ver a Frida Kahlo diciéndonos qué la inspiró
en cada una de sus obras.
“Afortunadamente, hoy
encontramos más espacios como ExpoGenealogía2021 en los que se encuentran reunidos especialistas,
herramientas, técnicas y más elementos que nos ayudan a entender no sólo el
pasado, sino a fortalecer lazos y resaltar el valor que representa para nuestro
presente y futuro, así como celebrar de nuestras raíces”, concluye Derbez. |
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