Células madre para reparar, restaurar reemplazar y regenerar las células

 

*La Dra. Betsy Lordmendez, médico cirujana egresada del Instituto Politécnico Nacional, dedicada a la medicina estética con especialidad en antienvejecimiento, te explica a detalle.

 

 

Las células madre y los productos derivados presentan un enorme potencial para los tratamientos médicos y estéticos nuevos.

 

¿Qué son las células madre?

Son la materia prima del cuerpo; a partir de ellas se generan todas las demás células con funciones especializadas.

Bajo las condiciones adecuadas en el cuerpo o en un laboratorio, las células madre se dividen para formar más células llamadas células hijas, las que se convierten en nuevas células madre (autorrenovación) o en células especializadas (diferenciación) con una función más específica, como células sanguíneas, cerebrales, del músculo cardíaco u óseas. Ninguna otra célula del cuerpo tiene la capacidad natural de generar nuevos tipos de células.

 

Su trabajo en la piel y el cabello

Las células madre son la mejor arma que existe para  reparar, restaurar reemplazar y regenerar las células mediante un sistema de Extractos Proteicos Avanzados (AAPE, por sus siglas en inglés).

Estos son derivados de las células madre, en los que se combinan más de 300 proteínas y factores de crecimiento secretados por células madre, con colágeno y antioxidantes para estimular la reparación y revitalización de la piel y cabello.

En la piel, maximizan los efectos regeneradores con funciones como rejuvenecimiento, despigmentación, disminución de cicatrices y estrías; al mismo tiempo que mejora la calidad de la piel.

En el caso del cabello, estimulan el crecimiento, el fortalecimiento y la formación de nuevos folículos pilosos, aumentando la densidad y el grosor capilar, al mismo tiempo que se controlando la caída

La aplicación de estas células madre se realiza mediante un procedimiento no invasivo, llamado micropunción, un proceso por el cual se forman microcanales en la piel del rostro y en el cuero cabelludo para que las proteínas puedan penetrar y ejercer su efecto.

Es un procedimiento no doloroso, ya que se aplica anestesia previa y se tiene una recuperación rápida.

Las sesiones deben ser una cada tres semanas y son necesarias mínimo tres y máximo seis para ver resultados, los cuales son duraderos hasta por 12 meses. Sin embargo, es importante el mantenimiento 1 vez al año después del tratamiento.