La Secretaría de
Agricultura y Desarrollo Rural, en atención a los efectos del cambio
climático, impulsa desde la ciencia una producción agrícola sustentable,
además de desarrollar
tecnología que fortalezca sus líneas de acción para alcanzar la
autosuficiencia alimentaria en productos básicos.
Es así que el Programa
MasAgro, de Agricultura y del Centro Internacional de Mejoramiento de
Maíz y Trigo (CIMMyT), brinda soluciones para superar este desafío con
acciones para
mitigar los efectos del cambio climático: investigación estratégica
para desarrollar nuevas variedades de maíz y trigo resistentes a
enfermedades, calor y sequías, con mayor calidad de grano.
El CIMMyT destacó que,
ante el crecimiento poblacional y las nuevas condiciones climáticas, la
producción de alimentos es una prioridad global, por lo que se requiere
cambiar la
forma de hacer agricultura: pasar de una convencional –la que genera
gases contaminantes y, con frecuencia, pocos rendimientos– a una
sustentable, eficiente y climáticamente inteligente.
Como parte de los
resultados alcanzados, se ha logrado identificar líneas de trigo con 40
por ciento más rendimiento que el mejor testigo (práctica o variedad
convencional) y se
seleccionaron cinco mil 850 nuevas líneas de trigo resistentes a
enfermedades; igualmente, a partir del mejoramiento dirigido a las
regiones productoras, se obtuvieron 40 líneas con interés para la cadena
de valor de trigo, subrayó.
Además de desarrollar
investigación estratégica útil para que la agricultura nacional se
adapte a las nuevas condiciones climáticas, MasAgro traslada ese
conocimiento directamente
a los actores involucrados en la actividad agrícola: productores y
técnicos, quienes contribuyen a reducir el impacto medioambiental de la
agricultura, observó el organismo internacional.
Otra acción a destacar
radica en que MasAgro y sus investigadores validaron, integraron y
promovieron diversas tecnologías de sensores ópticos para optimizar la
fertilización nitrogenada;
esto es relevante, pues aunque habitualmente se habla del papel del
dióxido de carbono (CO2) en el calentamiento global, el nitrógeno
también contribuye, ya que tiene un potencial de calentamiento global
entre 200 y 300 veces superior al CO2, agregó.
Comentó que cuando no
son aplicados racional y adecuadamente, gran parte de los fertilizantes
nitrogenados se desperdicia y contribuye a la contaminación atmosférica y
de los acuíferos
(además de afectar la salud de quienes lo aplican).
El uso de sensores
ópticos permite que la fertilización sea más efectiva, reduciendo de
manera significativa los costos de producción, incrementando la
rentabilidad y minimizando
el impacto ambiental, indicó.
Cambio climático en la agricultura
Científicos advierten
que ninguna sociedad es ajena al cambio climático y a sus efectos:
escasez de agua, daños por inundaciones, tormentas, olas de calor y
sequías que afectan
la actividad agrícola y pecuaria, además de que implica una menor
disponibilidad de alimentos a nivel local y global.
Entre sus principales
causas por actividad humana están la emisión de gases contaminantes, la
inadecuada gestión energética, el cambio de uso de tierra, la
deforestación, la ganadería
y la agricultura, señalan especialistas.
Se estima que la
agricultura produce 24 por ciento de los gases de efecto invernadero que
favorecen el cambio climático y se proyecta que la productividad
agrícola podría disminuir
como impacto de este fenómeno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario