CIAL Insights | La era Trump: Tensiones comerciales, migratorias y de seguridad.
Resumen
Durante
su campaña y posterior llegada al poder, Donald Trump implementó políticas que
endurecieron la relación entre Estados Unidos y México, especialmente en
comercio, migración y seguridad. Entre las principales acciones destacaron la
declaratoria de emergencia nacional en la frontera sur, el despliegue militar y
la reanudación de la construcción del muro fronterizo, así como la restauración
del programa “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a
permanecer en México mientras se procesan sus casos. Estas incrementan la
presión migratoria y financiera sobre México, que ya enfrenta un elevado
déficit fiscal.
En
2024, la economía mexicana sufrió una notable desaceleración, con un
crecimiento del PIB estimado en 1.5%, significativamente menor al 3.3% del año
anterior y al 2.8% de Estados Unidos. Sectores clave como el agropecuario y el
industrial mostraron debilidad, con caídas o estancamiento, mientras que los
servicios mantuvieron un crecimiento moderado. Para 2025, se espera una mayor
ralentización económica, con un crecimiento proyectado de solo 0,8%, en medio
de amenazas de aranceles por parte de Estados Unidos y un entorno de gran
incertidumbre.
Por
otro lado, la inflación mostró una tendencia positiva, cerrando la primera
quincena de enero en 3.69%, su nivel más bajo en años, gracias a la moderación
en los precios agropecuarios y servicios. Esto podría permitir a Banxico
reducir su tasa de interés en 25 puntos base. Sin embargo, las ventas al
mayoreo y al menudeo registraron caídas durante todo el año, reflejo de la
incertidumbre económica, el menor empleo y un panorama adverso para el comercio
en 2025.
Donald Trump: Sus primeras decisiones
En
su campaña presidencial, el ahora presidente Donald Trump, amenazó y propuso
ciertas medidas que dificultarían la relación política y comercial con México.
Algunas de las más importantes fueron: primero, imponer aranceles del 25% a sus
importaciones provenientes de México y Canadá. Segundo, una declaratoria de
terroristas a los narcotraficantes que operan en México. Tercero, imponer una
política de expulsión masiva de migrantes ilegales, como nunca se ha visto en
el pasado. En los más de dos meses y medio que transcurrieron entre las
elecciones (5 de noviembre) y su toma del poder (20 de enero), Donald Trump
reafirmó sus propuestas.
El
20 de enero, tras juramentar su llegada a la presidencia y pronunciar su primer
discurso como presidente, compuso una serie de Órdenes ejecutivos donde se
materializan las propuestas-amenazas que se hicieron en los meses anteriores.
Estas acciones representan un endurecimiento de las políticas de Estados Unidos
hacia México, con implicaciones significativas en áreas como comercio,
seguridad y migración. Concretamente, algunas de estas decisiones son:
·
Declaratoria
de emergencia nacional en su frontera sur (con México). El objetivo de Estados Unidos es detener
la inmigración ilegal, para lo cual se desplegarán tropas militares hacia la
frontera sur, además de reanudar la construcción del muro fronterizo que había
iniciado durante su primer mandato. Se estima que actualmente hay más 11
millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, de los cuales más de 4
millones son mexicanos y están concentrados en California y Texas (casi la
mitad).
·
Restauración
del programa “Quédate en México”. Con esto se obliga a los solicitantes de
asilo a permanecer en México mientras se procesan sus solicitudes de asilo.
Estos programas generarán grandes presiones sobre México, además de que el gobierno
tendrá que hacer frente al problema. Ante la expulsión de migrantes, México
anunció el programa “México te abraza”, con apoyos
económicos. Sin duda, se presentarán presiones adicionales sobre las finanzas públicas,
en tiempos donde se buscará reducir el elevado déficit de 6.0% del PIB de 2024
(el más alto desde 1988).
·
Designar
a los cárteles del narcotráfico (mexicanos y de otras regiones) como
organizaciones terroristas. Su
objetivo es combatir a los cárteles y resolver el problema del fentanilo, que
ha generado cientos de millas de muertes en Estados Unidos. Esto podría
significar, de manera excepcional, la incursión de militares norteamericanos en
territorio mexicano. México tendrá que negociar o coordinar acciones (o apoyo)
por parte de EEUU para resolver uno de los grandes problemas que enfrenta el país
en materia de seguridad y que afecta a la misma economía (inversiones).
·
Designarlos
como terroristas puede significar ciertas restricciones, bloqueos o sanciones a
nuestras exportaciones.
EEUU hace esto con otros países donde hay grupos a los que ha calificado como
terroristas: Hamás o Hezbolá. México está obligado a combatir a los cárteles
del narcotráfico. De lo contrario, será un pretexto para que EEUU aguante su
posición y aplique aranceles generales a México, con el riesgo de que, si México
responde con la misma medida, se desate una guerra arancelaria, donde el gran
perdedor sería México. En una guerra arancelaria, el mayor perdedor es el país
superavitario, en este caso sería México, tal como ocurrió cuando en 2018 inició
esta guerra entre EEUU y China.
·
Imposición
de aranceles del 25% a productos mexicanos y de Canadá. En su primer discurso no hizo mención a
este tema y el tipo de cambio respondió con una apreciación inicial. Sin
embargo, más tarde señalaron que están evaluando para que esta decisión se
ejecute a partir del primer día de febrero, a lo que el peso respondió con
cierta depreciación. EEUU analiza la imposición de aranceles universales a
todos los países que ingresan productos a ese país.
Según
las estadísticas norteamericanas, por segundo año consecutivo, México es el
primer proveedor de productos a ese país, con un valor estimado de más de USD
506 mil millones en 2024 y equivalente a 15.6% de sus importaciones totales. Le
siguen China, con 13,4% y Canadá con 12,8% del total. Además, los tres
principales productos que EEUU compra desde México son vehículos, autopartes y
equipos informáticos, pesando en conjunto casi el 44% del total importado desde
México. Estos tres productos exportados por México representan el 34% de
nuestras exportaciones totales, lo que habla de una gran dependencia de México
de estos productos.
Si
México se embarca en una guerra arancelaria con Estados Unidos, el mayor
perdedor será México. En Estados Unidos, sus importaciones desde México solo
representan el 1.8% de su PIB total, por lo que, si México impone aranceles, el
impacto sobre su inflación local sería marginal. En cambio, las importaciones
que México hace desde Estados Unidos representan el 13.5% del PIB mexicano; es
decir, en términos relativos, México es 7,5 veces más vulnerables que Estados
Unidos a una lucha de aranceles. En México, el impacto inflacionario sería
mucho más alto que en Estados Unidos. Además, una guerra arancelaria con Estados
Unidos puede derivar en una depreciación del peso mexicano, lo que significaría
presiones inflacionarias adicionales sobre México.
Aunque,
teóricamente, nuestra balanza comercial puede favorecerse de una depreciación
cambiaria, el efecto neto puede ser negativo, ya que los aranceles que impongan
a México podrían generar una caída en las exportaciones de las industrias
importantes. Esto, inclusive puede generar una recesión temporal en México. En
conclusión, bajo ningún concepto, a México le convendría incursionar en una
guerra de aranceles con Estados Unidos.
Lo
que Estados Unidos quiere son dos cosas, y pronto: primero, que México controle
el problema de la migración ilegal, parte de los cuales ingresan por la
frontera sur de México; segundo, que resuelve el tema de la producción de
fentanilo. Son dos temas que México puede controlar. Si México no resuelve
estos dos problemas, está claro que vienen los aranceles. Dado que México tiene
un gran superávit comercial con ese país, el gobierno de México tiene que hacer
una gran negociación y, en última instancia, sacrificar parte de lo ganado con
el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) – T-MEC (Tratado
México Estados Unidos Canadá), a fin de mantenerse en este tratado. Viene la
revisión del T-MEC en 2026 y sería una decisión precipitada por parte de México
en llegar a esta instancia en medio de un conflicto arancelario, de migración y
de los cárteles del narcotráfico (inseguridad). México requiere hoy de
negociadores con talento y experiencia.
Bajo crecimiento de la economía
A
lo largo de 2024, la economía mexicana se enfrentó a un proceso de
desaceleración significativo, aunque fue diferenciada dependiendo de los
sectores. Según las estimaciones del INEGI (indicador oportuno de actividad
económica), la economía habría crecido solamente 1.1% anual en diciembre,
además de que revisó a la baja su estimación de noviembre a solo 0.6% vs la
preliminar de 1.0%. De esta manera, si así fuera, el PIB de México habría
crecido alrededor de 1.5% durante 2024, una cifra bastante inferior al 3.3% de
2023 y del mismo Estados Unidos (2.8% estimado para 2024).
A
nivel sectorial, mientras el sector agropecuario habría caído 1.0% en
diciembre, el sector industrial (pesa más de 30% del PIB) se habría mantenido
casi estancado, con un avance de apenas 0.3% y afectado por el estancamiento de
las manufacturas (0.4 %). Inclusive, se pronostica una caída industrial de 1.0%
para este 2025. Por su parte, los servicios mantuvieron cierto avance, con un
estimado de 2.3% en 2024 y moderándose a 1.6% en 2025.
De esta manera, se estima que el PIB se
moderará aún más en este año, a 0.8%, en condiciones en que el presidente Trump
de EEUU aplicaría aranceles a México a partir de febrero, al tiempo que ese
país crecerá alrededor de 2.5%. Desempeños diferenciados.
Inflación quincenal y comercio
Una
buena noticia para la economía. La inflación de la primera quincena de enero se
ubicó en 3.69% anual, su nivel más bajo desde la segunda quincena de enero de
2021 (en 94 quincenas). El segmento subyacente está ahora en 3,72%, destacando
la reciente moderación de los servicios (se habían estancado por más de dos
años). Por su parte, la inflación no bajó subyacente hasta el 3,60%, apoyada
exclusivamente por los precios agropecuarios, de bajaron desde el 12,19% hasta
el 1,06% en las recientes cinco quincenas. En los meses recientes, los
resultados inflacionarios han sido mejores que los previstos por el mercado. Se
mantiene la estimación de que la inflación cerrará este año alrededor del
3.96%. Por lo pronto, Banxico debe recortar su tasa en 25 pb, a 9.75%.
En noviembre, las ventas al mayoreo retrocedieron 4.3% anual, ligando caídas a lo lago de 2024 y reportando dos años malos. Por su parte, las ventas al menudeo cayeron 2.2% anual, mostrando también un mal desempeño a lo largo de 2024. Todo este se da en un contexto o en línea con la fuerte desaceleración de la economía y en circunstancia de una gran incertidumbre, tanto en el frente local como externo. Aunque los salarios, las remesas y el crédito avanzan, las ventas caen, en parte, por el menor empleo y la incertidumbre. 2025 luce complejo para el comercio.
Avance en los mercados financieros
Ha
pasado la primera semana hábil de la asunción al poder de Donald Trump. Está
concretando algunas de sus amenazas y otras están en el proceso. Inclusive, ya
amenazó con imponer aranceles del 25% a Colombia. Contra todos los pronósticos,
durante esta primera semana, los mercados financieros locales reportaron
avances. El tipo de cambio cerró el viernes 24 de enero en 20.23 pesos por
dólar, con una ganancia del peso mexicano de 2.38%, aunque debe aclararse que
parte de esta apreciación coincide con una depreciación del dólar frente a
otras monedas. Aun así, esto es destacado, dado que se dio en circunstancias en
que está en marcha la deportación de migrantes indocumentados y, al parecer,
viene la aplicación de aranceles contra México a partir de febrero.
Asimismo,
la bolsa mexicana de valores cerró en 51,357 puntos y reportando una ganancia
semanal de 2.84%, lo que no se veía desde principios de diciembre del año
pasado. Junto con la bolsa local, el Dow Jones de EEUU ganó un 2,15% en la
semana y acumulando un 4,42% en lo que va del mes. Asimismo, los precios de la
mezcla mexicana descendieron 4.1% en la semana y ahora están en 70.69 dólares
por barril. En general, una buena semana para los mercados, a pesar de la
incertidumbre que predomina.
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