miércoles, 29 de enero de 2025

México y Estados Unidos: Tensión comercial, migratoria y de seguridad en la era Trump

CIAL Insights | La era Trump: Tensiones comerciales, migratorias y de seguridad.

Resumen

 

Durante su campaña y posterior llegada al poder, Donald Trump implementó políticas que endurecieron la relación entre Estados Unidos y México, especialmente en comercio, migración y seguridad. Entre las principales acciones destacaron la declaratoria de emergencia nacional en la frontera sur, el despliegue militar y la reanudación de la construcción del muro fronterizo, así como la restauración del programa “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras se procesan sus casos. Estas incrementan la presión migratoria y financiera sobre México, que ya enfrenta un elevado déficit fiscal.

 

En 2024, la economía mexicana sufrió una notable desaceleración, con un crecimiento del PIB estimado en 1.5%, significativamente menor al 3.3% del año anterior y al 2.8% de Estados Unidos. Sectores clave como el agropecuario y el industrial mostraron debilidad, con caídas o estancamiento, mientras que los servicios mantuvieron un crecimiento moderado. Para 2025, se espera una mayor ralentización económica, con un crecimiento proyectado de solo 0,8%, en medio de amenazas de aranceles por parte de Estados Unidos y un entorno de gran incertidumbre.

 

Por otro lado, la inflación mostró una tendencia positiva, cerrando la primera quincena de enero en 3.69%, su nivel más bajo en años, gracias a la moderación en los precios agropecuarios y servicios. Esto podría permitir a Banxico reducir su tasa de interés en 25 puntos base. Sin embargo, las ventas al mayoreo y al menudeo registraron caídas durante todo el año, reflejo de la incertidumbre económica, el menor empleo y un panorama adverso para el comercio en 2025.

Donald Trump: Sus primeras decisiones

 

En su campaña presidencial, el ahora presidente Donald Trump, amenazó y propuso ciertas medidas que dificultarían la relación política y comercial con México. Algunas de las más importantes fueron: primero, imponer aranceles del 25% a sus importaciones provenientes de México y Canadá. Segundo, una declaratoria de terroristas a los narcotraficantes que operan en México. Tercero, imponer una política de expulsión masiva de migrantes ilegales, como nunca se ha visto en el pasado. En los más de dos meses y medio que transcurrieron entre las elecciones (5 de noviembre) y su toma del poder (20 de enero), Donald Trump reafirmó sus propuestas.

 

El 20 de enero, tras juramentar su llegada a la presidencia y pronunciar su primer discurso como presidente, compuso una serie de Órdenes ejecutivos donde se materializan las propuestas-amenazas que se hicieron en los meses anteriores. Estas acciones representan un endurecimiento de las políticas de Estados Unidos hacia México, con implicaciones significativas en áreas como comercio, seguridad y migración. Concretamente, algunas de estas decisiones son:

 

·       Declaratoria de emergencia nacional en su frontera sur (con México). El objetivo de Estados Unidos es detener la inmigración ilegal, para lo cual se desplegarán tropas militares hacia la frontera sur, además de reanudar la construcción del muro fronterizo que había iniciado durante su primer mandato. Se estima que actualmente hay más 11 millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, de los cuales más de 4 millones son mexicanos y están concentrados en California y Texas (casi la mitad).

 

·       Restauración del programa Quédate en México”. Con esto se obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras se procesan sus solicitudes de asilo. Estos programas generarán grandes presiones sobre México, además de que el gobierno tendrá que hacer frente al problema. Ante la expulsión de migrantes, México anunció el programa México te abraza, con apoyos económicos. Sin duda, se presentarán presiones adicionales sobre las finanzas públicas, en tiempos donde se buscará reducir el elevado déficit de 6.0% del PIB de 2024 (el más alto desde 1988).

 

·       Designar a los cárteles del narcotráfico (mexicanos y de otras regiones) como organizaciones terroristas. Su objetivo es combatir a los cárteles y resolver el problema del fentanilo, que ha generado cientos de millas de muertes en Estados Unidos. Esto podría significar, de manera excepcional, la incursión de militares norteamericanos en territorio mexicano. México tendrá que negociar o coordinar acciones (o apoyo) por parte de EEUU para resolver uno de los grandes problemas que enfrenta el país en materia de seguridad y que afecta a la misma economía (inversiones).

 

·       Designarlos como terroristas puede significar ciertas restricciones, bloqueos o sanciones a nuestras exportaciones. EEUU hace esto con otros países donde hay grupos a los que ha calificado como terroristas: Hamás o Hezbolá. México está obligado a combatir a los cárteles del narcotráfico. De lo contrario, será un pretexto para que EEUU aguante su posición y aplique aranceles generales a México, con el riesgo de que, si México responde con la misma medida, se desate una guerra arancelaria, donde el gran perdedor sería México. En una guerra arancelaria, el mayor perdedor es el país superavitario, en este caso sería México, tal como ocurrió cuando en 2018 inició esta guerra entre EEUU y China.

 

·       Imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos y de Canadá. En su primer discurso no hizo mención a este tema y el tipo de cambio respondió con una apreciación inicial. Sin embargo, más tarde señalaron que están evaluando para que esta decisión se ejecute a partir del primer día de febrero, a lo que el peso respondió con cierta depreciación. EEUU analiza la imposición de aranceles universales a todos los países que ingresan productos a ese país.

 

Según las estadísticas norteamericanas, por segundo año consecutivo, México es el primer proveedor de productos a ese país, con un valor estimado de más de USD 506 mil millones en 2024 y equivalente a 15.6% de sus importaciones totales. Le siguen China, con 13,4% y Canadá con 12,8% del total. Además, los tres principales productos que EEUU compra desde México son vehículos, autopartes y equipos informáticos, pesando en conjunto casi el 44% del total importado desde México. Estos tres productos exportados por México representan el 34% de nuestras exportaciones totales, lo que habla de una gran dependencia de México de estos productos.

 

Si México se embarca en una guerra arancelaria con Estados Unidos, el mayor perdedor será México. En Estados Unidos, sus importaciones desde México solo representan el 1.8% de su PIB total, por lo que, si México impone aranceles, el impacto sobre su inflación local sería marginal. En cambio, las importaciones que México hace desde Estados Unidos representan el 13.5% del PIB mexicano; es decir, en términos relativos, México es 7,5 veces más vulnerables que Estados Unidos a una lucha de aranceles. En México, el impacto inflacionario sería mucho más alto que en Estados Unidos. Además, una guerra arancelaria con Estados Unidos puede derivar en una depreciación del peso mexicano, lo que significaría presiones inflacionarias adicionales sobre México.

Aunque, teóricamente, nuestra balanza comercial puede favorecerse de una depreciación cambiaria, el efecto neto puede ser negativo, ya que los aranceles que impongan a México podrían generar una caída en las exportaciones de las industrias importantes. Esto, inclusive puede generar una recesión temporal en México. En conclusión, bajo ningún concepto, a México le convendría incursionar en una guerra de aranceles con Estados Unidos.

 

Lo que Estados Unidos quiere son dos cosas, y pronto: primero, que México controle el problema de la migración ilegal, parte de los cuales ingresan por la frontera sur de México; segundo, que resuelve el tema de la producción de fentanilo. Son dos temas que México puede controlar. Si México no resuelve estos dos problemas, está claro que vienen los aranceles. Dado que México tiene un gran superávit comercial con ese país, el gobierno de México tiene que hacer una gran negociación y, en última instancia, sacrificar parte de lo ganado con el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) – T-MEC (Tratado México Estados Unidos Canadá), a fin de mantenerse en este tratado. Viene la revisión del T-MEC en 2026 y sería una decisión precipitada por parte de México en llegar a esta instancia en medio de un conflicto arancelario, de migración y de los cárteles del narcotráfico (inseguridad). México requiere hoy de negociadores con talento y experiencia.

 

 

Bajo crecimiento de la economía

 

A lo largo de 2024, la economía mexicana se enfrentó a un proceso de desaceleración significativo, aunque fue diferenciada dependiendo de los sectores. Según las estimaciones del INEGI (indicador oportuno de actividad económica), la economía habría crecido solamente 1.1% anual en diciembre, además de que revisó a la baja su estimación de noviembre a solo 0.6% vs la preliminar de 1.0%. De esta manera, si así fuera, el PIB de México habría crecido alrededor de 1.5% durante 2024, una cifra bastante inferior al 3.3% de 2023 y del mismo Estados Unidos (2.8% estimado para 2024).

 

A nivel sectorial, mientras el sector agropecuario habría caído 1.0% en diciembre, el sector industrial (pesa más de 30% del PIB) se habría mantenido casi estancado, con un avance de apenas 0.3% y afectado por el estancamiento de las manufacturas (0.4 %). Inclusive, se pronostica una caída industrial de 1.0% para este 2025. Por su parte, los servicios mantuvieron cierto avance, con un estimado de 2.3% en 2024 y moderándose a 1.6% en 2025.

 

De esta manera, se estima que el PIB se moderará aún más en este año, a 0.8%, en condiciones en que el presidente Trump de EEUU aplicaría aranceles a México a partir de febrero, al tiempo que ese país crecerá alrededor de 2.5%. Desempeños diferenciados.

 



 

Inflación quincenal y comercio

 

Una buena noticia para la economía. La inflación de la primera quincena de enero se ubicó en 3.69% anual, su nivel más bajo desde la segunda quincena de enero de 2021 (en 94 quincenas). El segmento subyacente está ahora en 3,72%, destacando la reciente moderación de los servicios (se habían estancado por más de dos años). Por su parte, la inflación no bajó subyacente hasta el 3,60%, apoyada exclusivamente por los precios agropecuarios, de bajaron desde el 12,19% hasta el 1,06% en las recientes cinco quincenas. En los meses recientes, los resultados inflacionarios han sido mejores que los previstos por el mercado. Se mantiene la estimación de que la inflación cerrará este año alrededor del 3.96%. Por lo pronto, Banxico debe recortar su tasa en 25 pb, a 9.75%.

 

En noviembre, las ventas al mayoreo retrocedieron 4.3% anual, ligando caídas a lo lago de 2024 y reportando dos años malos. Por su parte, las ventas al menudeo cayeron 2.2% anual, mostrando también un mal desempeño a lo largo de 2024. Todo este se da en un contexto o en línea con la fuerte desaceleración de la economía y en circunstancia de una gran incertidumbre, tanto en el frente local como externo. Aunque los salarios, las remesas y el crédito avanzan, las ventas caen, en parte, por el menor empleo y la incertidumbre. 2025 luce complejo para el comercio.

 

Avance en los mercados financieros

 

Ha pasado la primera semana hábil de la asunción al poder de Donald Trump. Está concretando algunas de sus amenazas y otras están en el proceso. Inclusive, ya amenazó con imponer aranceles del 25% a Colombia. Contra todos los pronósticos, durante esta primera semana, los mercados financieros locales reportaron avances. El tipo de cambio cerró el viernes 24 de enero en 20.23 pesos por dólar, con una ganancia del peso mexicano de 2.38%, aunque debe aclararse que parte de esta apreciación coincide con una depreciación del dólar frente a otras monedas. Aun así, esto es destacado, dado que se dio en circunstancias en que está en marcha la deportación de migrantes indocumentados y, al parecer, viene la aplicación de aranceles contra México a partir de febrero.

 

Asimismo, la bolsa mexicana de valores cerró en 51,357 puntos y reportando una ganancia semanal de 2.84%, lo que no se veía desde principios de diciembre del año pasado. Junto con la bolsa local, el Dow Jones de EEUU ganó un 2,15% en la semana y acumulando un 4,42% en lo que va del mes. Asimismo, los precios de la mezcla mexicana descendieron 4.1% en la semana y ahora están en 70.69 dólares por barril. En general, una buena semana para los mercados, a pesar de la incertidumbre que predomina.


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