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Han soportado 24 años
de austeridad, equivalente a la duración del TLCAN
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LICONSA podría
convertirse en la salvación de 150 mil pequeños productores
Productores de leche del sector social se
pronuncian por una revisión integral de los procesos productivos, de
infraestructura, industrialización y comercialización de este alimento y sus
derivados, por parte del próximo gobierno, frente a un sometimiento soportado
por 24 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte,
TLCAN.
“Puras pérdidas en el periodo de referencia, hemos
tenido que enfrentar 150 mil productores sobrevivientes, después de que 600 mil
pequeñas unidades desaparecieron del esquema productivo”, afirmó el dirigente
del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González
Muñoz.
Las razones de esta “quiebra técnica y
económica” por llamarla de alguna forma, añadió González Muñoz, se debe a la ausencia
de una planeación puntual de parte de las instituciones gubernamentales y de la
indefinición de políticas en donde predomina la duplicidad de funciones y la
falta de claridad en el ejercicio de los recursos fiscales que destina el
gobierno federal a este sector”.
“Es deprimente para los pequeños productores
mexicanos, que aportamos el 80 por ciento del volumen nacional de leche, luchar
cada año por un incremento en el precio --‘aunque sea similar al índice
inflacionario’—cuando se permite el ingreso de leche en polvo de segunda
calidad, por valor superior a 2 mil millones de dólares anuales”, enfatizó el
líder.
La competencia en lácteos no sólo proviene
del exterior, sino de una terrible adulteración interna de derivados que se
comercializan como leche, quesos, yogures, cremas, mantequilla y bebidas que
ponen en riesgo la salud de los consumidores, con la complacencia de Cofepris y
Profeco, que “no hacen su trabajo de revisar los alimentos que llegan a México
a través de empresas transnacionales y los precios de comercialización no
acordes”, apuntó Álvaro González.
Se estima
que un sector menor al uno por ciento de productores (aproximadamente 850)
sustenta sus ingresos en su participación accionaria de las industrias, donde
la mayor parte de sus utilidades proviene del comercio de productos adulterados
y no de la producción lechera nacional.
En otro
orden, Álvaro González expresó que “la preocupación de 150 mil productores no
integrados a la cadena de valor, se basa en que la nueva administración
continúe el mismo esquema de gobiernos anteriores”.
“Lo que no queremos, sostuvo, es que la
esperanza añeja de los pequeños y medianos productores se vuelva a posponer
para otro sexenio”.
Propuso
que, a través de LICONSA, se diseñe una política “que asegure nuestra
permanencia”; que pague precios que permitan a productores sobrevivir y
que no sean las grandes empresas y sus organizaciones las que incidan en el
destino de la paraestatal y de la producción nacional.
Consideró
que la empresa LICONSA, en una perspectiva diferente, sería un factor de
rescate de 150 mil pequeños y medianos productores, y el organismo impulsor de
la producción nacional y la generación de empleos, tanto en las ciudades como
en el medio rural, por lo que solicitó que, a través de dicha empresa se haga
realidad la primera acción del próximo gobierno en el tema lechero.
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