(Parte I)
Samuel Bautista
El
gobierno electrónico o e-gobierno consiste en la aplicación innovadora
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con el
objeto de mejorar la gestión pública, el equipamiento tecnológico
disponible para el desempeño de las labores de los servidores públicos,
así como los medios para atender a los ciudadanos en términos de
servicios públicos y transparencia.
El desarrollo del gobierno electrónico abarca desde el correcto
equipamiento informático y de comunicación de las instituciones que
componen la administración pública, hasta la aplicación de soluciones
como plataformas de datos abiertos para promover la transparencia; sin
embargo, las actividades ejemplificadas no representan un límite, ya que
toda aplicación innovadora de las TIC para mejorar la forma en la que
se hace gobierno constituye una práctica de e-gobierno; baste con
recordar el potencial del blockchain[1] para establecer un sistema de contrataciones públicas.
En el caso de México, la principal política de e-gobierno deriva de una
de las líneas de acción de la Estrategia Digital Nacional (EDN) llamada
“Transformación Gubernamental”, la cual muestra iniciativas como la
implementación de un domino único que concentra información de toda la
Administración Pública Federal; la tramitación del acta de nacimiento a
través de la vía digital; el uso de plataformas digitales y aplicaciones
móviles para realizar trámites diversos asociados con la seguridad
social (IMSS Digital); la estandarización en el desarrollo de
aplicaciones móviles de gobierno, entre otras.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), en su informe bienal “E-Government Survey”[2],
reporta las tendencias de gobierno electrónico a nivel internacional,
las cuales apuntan hacia la aplicación de soluciones tecnológicas para
promover la educación, la salud, el medio ambiente y el empleo.
Asimismo, publica el Índice de e-gobierno que busca ponderar y calificar
el conjunto de las tendencias de servicios gubernamentales en línea, el
estado de la infraestructura de telecomunicaciones y la calidad del
capital humano en 193 países.
El resultado del Índice de e-Gobierno en 2018 para México fue 0.68,
siendo 1 el valor máximo y ubicando al país en la posición 64. En la
edición 2016, este indicador resultó en 0.62, posicionando a México en
el lugar 59.
Vale la pena remarcar que si bien dicha métrica mejoró 10.1% entre 2016 y
2018, el país perdió 5 posiciones en el mismo periodo, mostrando que
los avances de otras economías son más acelerados que los de México en
el esfuerzo por desplegar el gobierno electrónico. Turquía, por ejemplo,
en 2016 ocupó el lugar 68 (11 posiciones por debajo de México),
mientras que dos años después, en 2018, se posicionó en el lugar 53 (11
posiciones arriba de México).
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ÍNDICE DE E-GOBIERNO EN MÉXICO: 2012-2018
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Fuente: The Social Intelligence Unit con Información de la ONU
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Como
ya se mencionó, el índice ubica a México en la posición 64 de las 193
economías consideradas. Al compararlo con las 33 economías
latinoamericanas y del Caribe presentes en el ranking, se ubica
entre las 10 economías con mejor desempeño regional (aunque debe
considerarse que está 30 lugares por debajo de Uruguay en el ranking general).
Al realizar el ejercicio comparativo con los 36 países que componen la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México
se ubica en el último lugar y muy lejos de Dinamarca, Australia y Corea
que constituyen el top 3 a nivel internacional.
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TOP 10 DE PAÍSES LATINOAMERICANOS EN EL RANKING DE ÍNDICE DE E-GOBIERNO
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TOP 5 Y BOTTOM 5 DE PAÍSES DE LA OCDE EN EL RANKING DE ÍNDICE DE E-GOBIERNO
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Fuente: The Social Intelligence Unit con Información de la ONU
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Las
métricas generadas por la ONU en relación con el gobierno electrónico
resultan de mucha ayuda para dar seguimiento al avance de México en
dicha materia. En términos absolutos la calificación de México ha
mejorado y lo posiciona como una de las economías líder en la región
latinoamericana. Sin embargo, este crecimiento ha sido insuficiente para
escalar posiciones en el comparativo internacional y lo mantienen en el
último lugar en relación con el grupo de países que integran la OCDE.
Por lo anterior, resulta prudente realizar un diagnóstico detallado que
permita reconocer por qué otras economías en el mundo despliegan y
adaptan de manera más acelerada que México las soluciones de e-Gobierno,
así como para establecer líneas de acción que permitan mejorar las
estrategias de política pública dedicadas a habilitar dichas soluciones
tecnológicas.
[1]
De acuerdo con el World Economic Forum, blockchain o cadena de bloques
permite a los consumidores y proveedores conectarse directamente,
eliminando la necesidad de un intermediario. Usando la criptografía para
mantener los intercambios seguros, blockchain proporciona una base de
datos descentralizada, o "libro digital", de transacciones que todos en
la red pueden ver. Esta red es esencialmente una cadena de computadoras
que debe aprobar un intercambio antes de que pueda ser verificado y
registrado. La tecnología puede funcionar para casi cualquier tipo de
transacción que involucre valor, incluidos dinero, bienes y propiedades.
Sus usos potenciales son casi ilimitados: desde recaudar impuestos
hasta permitir que los migrantes envíen dinero a sus familias en países
donde la banca es difícil. Blockchain también podría ayudar a reducir el
fraude porque cada transacción se registraría y distribuiría en un
libro de contabilidad público para que cualquiera pueda verla.
[2] Organización de las Naciones Unidas (ONU). E-Government Survey 2018: Gearing e-Government to Support Transformation towards Sustainable and Resilient Societies. Disponible en: https://bit.ly/2O1xoEU
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