Ciudad
de México, 18 de abril de 2017.- El primer pensamiento que viene a la mente de
un CFO o un CEO cuando le mencionan la idea de rediseñar las oficinas de la
empresa que dirige es: gasto innecesario, gasto secundario o, mejor aún, un
gasto postergable. El solo hecho de escuchar la frase “modernizar el
mobiliario” evoca la idea de altas sumas de dinero en artículos y muebles que
terminarán por depreciarse, difícilmente el beneficio que una apariencia más
estética conjugada con tecnología, resulta un elemento que suela influir en la
decisión primaria.
Pensar
en mobiliario, va más allá de adquirir piezas para sentarse o guardar; una
buena decisión en este aspecto, incluye integrar tecnología y diseño que
contribuya a actualizar nuestra forma de pensar y cómo proyectaremos nuestra
empresa hacia el futuro. Invertir en mejorar nuestros espacios, es una señal
ineludible de vocación por mantener a una empresa vigente a través del tiempo y
que ello permita inspirar colaboración, productividad y creatividad en diversas
formas.
Herman
Miller, especialista en diseño e implementación de espacios laborales,
desarrolló el concepto Living Office con el cual crea espacios a la medida de
las empresas, por medio del análisis de sus necesidades, su visión y cultura,
estudiando su metodología de trabajo y el espacio actual que ocupan sus
empleados.
Este
análisis desarrollado por los expertos en Performance Environments (PE),
permite que el diseño de espacios laborales a la medida sea único para cada
empresa. Basándose en el concepto de Living Office, nuestros expertos
proporcionan un marco holístico para ayudar a crear, realizar y mejorar
continuamente los lugares de trabajo de nuestros clientes.
Gracias
a la experiencia desarrollada por Herman Miller colaborando con diferentes
empresas a nivel internacional, se han identificado diversos resultados en las
compañías que implementan Living Office, de entre los cuales resaltan 4
principalmente:
1. Reducción de costos por atracción y
retención de talento: Un beneficio de aplicar Living Office es que permite
atraer y retener a talento de alto potencial. Un espacio atractivo donde los
empleados colaboren de forma orgánica, en un ambiente funcional, es actualmente
uno de los puntos que los candidatos evalúan previo a entrar a laborar a una
empresa, y es en algunos casos, un factor decisivo de su permanencia.
2. Ergonomía social: Ergonomía en este
contexto significa mejorar y optimizar un proceso y no sólo el espacio; lo que
implica crear un diseño que realmente pueda maximizar la conexión social dentro
de un edificio. Un área colaborativa facilita a los empleados reunirse,
compartir ideas y efectuar nuevas acciones en conjunto.
3. Disminución de ausentismo laboral: Las
largas horas que los empleados pasan sentados frente a una computadora y la
poca actividad física, pueden resultar en muchos casos, en problemas de salud y
por ende incapacidades. Esto ocasiona que los empleados tomen días de recuperación
o disminuyan su productividad, debido a la incomodidad física que sus lugares
representan.
4. Eficiencia en espacio y presupuesto: En
ocasiones se cree que por aumento de personal es necesario hacer una inversión
en cambio de inmueble, cuando tal vez es solo cuestión de analizar la forma de
trabajo de los empleados y eficientarlo con la distribución y mobiliario
adecuado que permita un mejor desempeño.
A
través de estos resultados hemos podido comprobar que la optimización de
espacios implica un uso inteligente de cada presupuesto, en armonía con las
necesidades de cada organización. Esa mancuerna representa una inversión que
rinde frutos en la operatividad y que difícilmente puede ser considerada como
un gasto que impacte a las ganancias de cada compañía.
Si
quieres conocer los casos de éxito que Herman Miller ha construido con
diferentes empresas visita la página
http://www.hermanmiller.com/research/case-studies.html
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