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Optimismo se fundamenta en que ahora asignamos una probabilidad mucho mayor al
escenario en el que la relación comercial entre México y EE.UU. no será
afectada
Revisamos
al alza nuestros pronósticos de crecimiento para 2017 y 2018 a 1.6% y 2.0%
respectivamente
Crecimiento
en 2017 estará fundamentado en un fuerte crecimiento de las exportaciones
Carlos
Serrano
Hace
tres meses el panorama económico para México parecía muy oscuro. Se auguraba
que con la llegada a la presidencia de Donald Trump, la relación comercial
entre México y EE.UU., que ha sido un motor de crecimiento muy importante para
la economía mexicana, podía verse afectada de manera permanente. Parecía
cercana la posibilidad de una ruptura en el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) o de aumentos importantes en barreras arancelarias y
no arancelarias a las exportaciones mexicanas hacia EE.UU.
Hoy
dicha posibilidad es, en nuestra opinión, mucho más lejana. De hecho, nuestro
escenario base, al que asignamos una probabilidad de 70%, es que el TLCAN será
renegociado y que los resultados serán benéficos para los tres países que lo
integran. La apreciación del peso desde su nivel más bajo (20 de enero) es
también reflejo de estas mejores perspectivas, de un futuro menos oscuro del
que se preveía.
Por
ello, revisamos al alza nuestros pronósticos de crecimiento de 1% a 1.6% en
2017 y de 1.8% a 2% en 2018.
Menor
posibilidad de que la relación comercial entre los países de NAFTA se deteriore
Desde
hace ya varias semanas el tono de los funcionarios de la administración Trump
ha cambiado respecto a México y al TLCAN. Ya no se habla de abandonar el
tratado, ni de imponer cuotas o aranceles. La nueva administración de EE.UU.
ahora habla de que sea un tratado
“justo” y moderno. Elementos que son deseables perseguir e incorporar en el
nuevo tratado. De hecho, se han dado
menciones positivas acerca de la posibilidad de renegociar un buen acuerdo para
todas las partes. El Secretario de Comercio Wilbur Ross declaró el 3 de marzo:
“El peso ha caído mucho, sobre todo por el miedo de lo que pueda ocurrir con el
TLCAN […] creo que si nosotros y los mexicanos negociamos un acuerdo comercial
muy sensato, el peso se recuperará significativamente”[1]. Por su parte, Peter
Navarro, el principal asesor en materia comercial del presidente Trump declaró
el 15 de marzo: “tenemos una gran oportunidad, con México en particular, de
adoptar reglas de origen más altas para desarrollar una potencia regional
mutuamente benéfica en la que trabajadores y productores manufactureros en
ambas partes de la frontera se beneficien enormemente”.
La
apreciación del peso desde su punto más bajo observado el 20 de enero, es
reflejo de la percepción de que se pude renegociar el TLCAN de tal suerte que
los tres países sean beneficiados. Después de todo, el comercio no es un juego
suma cero.
Menor
posibilidad de que la relación comercial entre los países de NAFTA se deteriore
Desde
luego que la incertidumbre vivida en los días posteriores a la elección de
Trump tendrá un efecto negativo sobre la economía mexicana. El crecimiento
será, sin duda menor al que se hubiéramos observado si no se hubiese presentado
la retórica anti-TLCAN del entonces candidato y presidente electo de EE.UU. Con
datos a enero, se aprecia que la inversión sufrió una importante caída (1.6%
respecto al mes anterior y 1.3% respecto al mismo mes del 2016). Hay que
considerar que enero fue el mes con mayor incertidumbre respecto al futuro del
TLCAN. Estimamos que el comportamiento de la inversión puede ir mejorando
conforme dicha incertidumbre se disipe.
Exportaciones
serán importante motor de crecimiento
Después
de dos años de tasas de crecimiento en las exportaciones relativamente bajas,
este año anticipamos que éstas mostrarán un importante dinamismo: crecerán a
una tasa anual de 4.5%. Esto se debe a que el sector de manufacturas de EE.UU.,
el factor que mejor explica las exportaciones mexicanas a ese país,
experimentará una importante expansión este año, como ya lo anticipan los
índices de pedidos manufactureros.
Revisión
por parte del INEGI a los dos últimos trimestres del año pasado
Otro
factor detrás de nuestra revisión al alza en el crecimiento de este año y el
próximo es que el INEGI revisó al alza los datos de crecimiento del tercer y
cuarto trimestre de 2016, de 1.0% a 1.1% y de 0.6% a 0.7%, respectivamente.
Esto da una base de crecimiento más alta para la primera mitad de este año y,
por tanto, un mayor crecimiento anual.
Conclusión
A
pesar del impacto negativo de la incertidumbre acerca del futuro del TLCAN, la
economía mexicana crecerá este año a una tasa de 1.6%. En conclusión, estimamos
que el resultado de la elección presidencial en EE.UU. tendrá un impacto
cíclico y no estructural en la economía mexicana, y que dicho impacto cíclico
será de menor magnitud al que estimábamos a mediados de enero cuando los
riesgos parecían mayores y el futuro era más incierto
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