miércoles, 5 de abril de 2017

Discurso de cierre de la Comparecencia 2017


Señoras y señores legisladores:

Les agradezco a todas y todos ustedes por su atención, sus preguntas y opiniones vertidas durante este ejercicio democrático, el cual sin duda es primordial ante la representatividad social que ostentan y para trabajar de forma conjunta y coordinada, así como para mejorar los procesos y establecer las líneas de acción en la detección de la necesidad social en materia de seguridad pública.

Estoy seguro que con la participación y el trabajo en conjunto entre los diversos órdenes de gobierno construiremos redes de colaboración con el fin de mejorar el desenvolvimiento social y las condiciones de habitabilidad de quienes viven y transitan en la Ciudad de México.

Desde esta Honorable Tribuna quiero manifestar  que para el mejoramiento de la seguridad tenemos que trabajar de manera coordinada los diferentes órdenes de gobierno, así como las organizaciones, iniciativa privada y sociedad. Cada uno desde nuestras atribuciones debemos contribuir a generar mejores espacios para el pleno desenvolvimiento de la sociedad.

El tema de la seguridad pública no puede basarse en una visión tradicional, en donde las instituciones de seguridad pública resultaban suficientes para acotar las actividades delictivas mediante mecanismos tradicionales de control social. Dados los cambios en la actualidad, se deben diseñar e implementar políticas públicas de prevención, las cuales no sólo deben enfocarse en el combate a la delincuencia, sino también deben atender las condiciones sociales que propician o facilitan las conductas delictivas. Prevenir significa también atender y resolver problemas como el fomento de la violencia, la ilegalidad, la falta de organización y cohesión social y comunitaria, entre otros, así como desarrollar esquemas que atiendan las necesidades y peculiaridades de cada zona geográfica.

Desde esta Secretaría se concibe una visión de seguridad pública a partir del fortalecimiento de las facultades de los elementos policiales para enfrentar los hechos delincuenciales mediante nuevas herramientas tecnológicas, la modernización, inteligencia, capacitación, profesionalización, diseños logísticos operativos basados en la tendencia cero. Asimismo, los diseños y políticas de seguridad están basados en un esquema de Policía Social, con órdenes de operación que atienden las necesidades de cada núcleo poblacional.

En una ciudad de vanguardia como lo es la Ciudad de México, es fundamental reconocer que la seguridad pública es una base para el desarrollo. En este sentido, el derecho a la seguridad debe concebirse no sólo de manera punitiva, sino bajo un esquema garantista y preventivo; en el que un hecho delincuencial sea visto como un atentado a la seguridad de toda la sociedad y no sólo al individuo que fue afectado.

En la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad México seguiremos trabajando para combatir los hechos delictivos, ejemplo de esto ha sido la disminución de la incidencia delictiva de alto impacto en menos 7.7%, durante el periodo que se informa.

Asimismo, seguiremos en estrecha vinculación con la Ciudadanía, ello a través de diversos programas como Cercanos y Seguros, Caminemos Juntos, Conversaciones Ciudadanas y Chats por colonia en el que se llevan a cabo actividades tendientes a lograr un mayor acercamiento con el propósito de atender las demandas de seguridad y movilidad de las colonias de esta Ciudad de México.

Con el modelo de Policía Social y a través de las 60 Estaciones de Policía que actualmente se encuentran en funcionamiento brindamos atención de manera inmediata y eficaz a la demanda de seguridad de los diversos núcleos poblacionales y al mismo tiempo logramos recuperar espacios públicos. Nos encontramos próximos a nuestra meta de 76 Estaciones de Policía, todas ellas equipadas con la infraestructura física y las herramientas tecnológicas necesarias para atender cualesquier demanda de seguridad.

Asimismo, se han redoblado los esfuerzos para dotar a la policía de las competencias y habilidades necesarias que exige el marco legal, en su calidad de primer respondiente, también como la primera autoridad que tiene contacto con la víctima, y así brindar un trato digno y con respeto irrestricto a los derechos humanos.

Para conformar la tendencia cero entendemos que la seguridad conlleva a la suma de los esfuerzos de todos los sectores sociales, cuya actividad presenta necesidades diversas de seguridad, inclusive del orden internacional. Es por eso que hemos logrado celebrar convenios con asociaciones, tiendas departamentales, centros comerciales, empresas de servicios prendarios y casas de empeño, farmacéuticas, gaseras, sociedades protectoras de animales, empresas de geolocalización, de transportistas de pasajeros y de carga.

Igualmente en el ámbito internacional, se han tenido reuniones de trabajo con las embajadas de Arabia Saudita, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, China, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, India, Israel, Italia, Japón, Kuwait, Perú, Rusia y Turquía, a fin de acercar a sus connacionales y residentes en esta Ciudad e inclusive vincular a  empresas internacionales que invierten en la Ciudad, para generar certidumbre en su seguridad, dotándolos de apoyo operativo y de herramientas tecnológicas, generando una base de confianza y vinculación, en donde hacemos de la lógica de todos los sectores sociales una fórmula de trabajo conjunta, en la cual se entiende que el único enemigo en común entre los sectores sociales comprometidos y la policía es la delincuencia.

En esta Secretaría se da prioridad a la profesionalización, especialización y capacitación de los elementos policiacos de la Ciudad de México, ya que ellos son el contacto directo con las necesidades de la sociedad y enarbolan los valores institucionales de espíritu de servicio, honestidad y disciplina. Además, son los policías que en aras de garantizar la seguridad de las personas ponen en riesgo su integridad física e incluso su vida por el bienestar de la población.
En virtud de esto, se busca una capacitación más especializada, para brindarles nuevas herramientas tácticas, operativas y legales.

Dentro del uso y desarrollo tecnológico se destaca la el uso de la radiocomunicación, videocámaras, el uso del Sistema de Posicionamiento Global, sistemas de información y aplicaciones móviles como Mi Policía, Mi Policía en Mi Negocio, Mi Policía en mi Transporte, Mi Policía en mi Estacionamiento, con los cuales se ha logrado atender con gran celeridad y eficiencia las emergencias de la sociedad. En la Secretaría se ha trabajado permanentemente para hacer más eficiente la operación policial, mejorando los tiempos de respuesta ante las emergencias; así también se ha fortalecido la organización policial mediante el modelo de operación por cuadrantes.

Debemos destacar que en septiembre de 2016, se iniciaron las actividades de control y monitoreo de la Operación Policial en el edificio de Puesto de Mando Único, para la coordinación de frecuencias sectoriales y canales de mandos, así como la incorporación de la Policía Bancaria e Industrial, la Policía Auxiliar, Seguridad y Protección Bancaria, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, entre otros.

A través del puesto de mando, se da seguimiento oportuno a las acciones policiales, de vialidad, emergencias y otros tipos de incidentes de manera permanente, en donde se facilita la vigilancia de sitios estratégicos y se realiza una mejor coordinación operativa en el combate al delito.

En suma, los datos presentados en el presente informe nos dan razón de una Ciudad segura, con retos que superar, con áreas de oportunidad para mejorar. Sin embargo somos una Ciudad en donde con toda certeza se puede dar un pleno desenvolvimiento armónico de las actividades de cualesquier índole, generando un modelo de Ciudad habitable y construyendo con ello un nuevo indicador de medición de seguridad social que es la habitabilidad, porque no por la comisión de un hecho delictivo se debe denostar el armónico desenvolvimiento de la vida cotidiana.
En este sentido, no se deben generar crisis o alarmas en nuestra sociedad, que tienen detrás intenciones y fines políticos, por el contrario se deben fortalecer los canales de comunicación a fin de que la población utilice y solicite los servicios de los cuerpos de seguridad y estos, a su vez, reaccionen en defensa de sus intereses y derechos.

Señoras y señores legisladores trabajemos juntos para que las condiciones salariales y de desarrollo de nuestros policías sean mejores, que sus ingresos sean acordes al grado de responsabilidad y evitemos riesgos ante el fantasma de la corrupción. El compromiso y la lealtad ellos lo tienen, sumemos al sentido social de su desempeño la voluntad social de contender a los verdaderos enemigos, trabajemos para inhibir la posesión y el uso de las armas desde los sectores sociales con valores, con modelos preventivos y con cuerpos normativos que sancionen mayormente este acto. Un arma de fuego debe asociarse como un riesgo para la vida, trabajemos para atenuar y erradicar la violencia en las mujeres, en nuestros jóvenes, en nuestra sociedad, trabajemos juntos para dar un nuevo entendimiento al orden social.

Una policía social que trabaja para la gente, que defiende sus intereses, sus valores, sus derechos, sus libertades, su patrimonio, su integridad física, necesariamente es una policía fuerte, respetuosa de lo legal, pero enérgica en la defensa de los intereses sociales. Es una policía que permite generar una plataforma de habitabilidad y desarrollo para el correcto desenvolvimiento social de los más de 20 millones de habitantes que residen, visitan y transitan en esta ciudad capital.

Como uno de los casos más recientes de esta fortaleza en el actuar policial, la primera semana del año con motivo de las protestas derivadas  del incremento de la gasolina en todo el país, pero sobre todo en la Ciudad de México, se expresaron diferentes manifestaciones sociales, en cuyo caso la resolución que se privilegió fue a través del dialogo y en la prevalencia de lo legal. No obstante, algunas grupos sociales tomaron la oportunidad del momento para generar actos encubiertos en la protesta social, generando saqueos y haciendo llamados para intentar generar actos delictivos en contra de comercios y personas, lo cual permitió que a través del análisis de las redes sociales, la vinculación tecnológica en la comunicación con radios, puestos de mando y control, usos de las cámaras, tecnología aplicada para detectar cualesquier problema o nivel de riesgo y actuar con el uso de los helicópteros en la supervisión y con el trabajo de los policías en campo, quienes se establecieron en puntos cardinales que permitieron un modelo de reacción operativa oportuno, dando como resultado inhibir en un día y medio este tipo de ejercicios, realizando la detención de más de 174 personas, a diferencia de otras Entidades cuyo problema derivó hasta en tomas de instalaciones por más de mes y medio.

Nuestra policía está mejor preparada y profesionalizada, con mayor tradición e historia. Debemos recuperar el orgullo de ser policías, honrar a aquellos que bajo los principios de legalidad, honor, disciplina y justicia ofrendan su vida día a día por servir a la población de nuestra Ciudad.

La seguridad debe ser un derecho exigible por cada ciudadano y en la que la suma de su esfuerzo hará que prevalezca la seguridad por sí misma. No debe ser simplemente una facultad que el estado dote según sea el régimen o quien esté al frente de la institución, debe ser un derecho inherente e inalienable y en la prevalencia del mismo estará el bien común. Para eso trabajaremos denodadamente con el mayor y hasta el último de los alientos para conseguir resultados en pro de la defensa social y en la contienda contra la criminalidad que lacera todos los días a nuestra gente.

“La policía en defensa de la sociedad”.

Muchas gracias

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