viernes, 17 de agosto de 2018

Con misa, recuerdan a Crescencio Sánchez Damián


*Honran su memoria a 18 años de su muerte

Nicolás Romero, Méx.- El Movimiento Antorchista del noroeste mexiquense realizó una misa en honor a Crescencio Sánchez Damián, mártir que perdió la vida en Chimalhuacán el 18 de agosto del año 2000. En ese acontecimiento que marcó un hito en la democracia y la historia de aquel municipio se desarrolló un ataque armado donde él junto con nueve personas, perdieron la vida.
La misa se desarrolló en la explanada del inmueble que albergará el centro de salud de Ejido Azotlán, lugar donde Crescencio vivió desde 1982. Esta celebración eucarística congregó a más de doscientas personas, entre familiares, amigos, conocidos; así como de integrantes y dirigentes de Antorcha Noroeste, quienes, con solemnidad, honraron la memoria de este ilustre hombre que siempre se caracterizó por ayudar a los demás.
Luego de finalizar la misa, se llevó a cabo un ágape para posteriormente, dirigirse al panteón municipal de San Rafael, localizado en la colonia Vicente Guerrero en Nicolás Romero, donde se hizo un homenaje en el cual su hija, Reyna, ofrendó flores en la tumba de Crescencio y como parte de este acto, estuvo presente un mariachi que entonó canciones que en vida disfrutaba el mártir, como Caminos de Guanajuato o El perro negro, entre otras melodías de la autoría de José Alfredo Jiménez, paisano de Don Crescencio.
Alejandro Navarro García, integrante del comité seccional de Antorcha noroeste y regidor electo de Nicolás Romero, ofreció un mensaje a los presentes, en el cual destacó la labor la labor de don Crescencio en el Movimiento Antorchista. “Es muy importante honrar al compañero Crescencio y que su familia sepa que no nos olvidamos de ellos. Fue un líder en su comunidad y fue un antorchista de hueso colorado; siempre estuvo presente en lucha para el bienestar de la gente del municipio. Las balas de los que están contra el progreso fueron las que le arrebataron la vida”.
Al grito unísono de los presentes que coreaban “morir por Antorcha es vivir, morir por Antorcha no es morir o Crescencio, amigo, en Antorcha sigues vivo”, la gente que acompañó a la comitiva hasta el camposanto demostró su respeto a Crescencio, quién fue un modelo a seguir para aquellos que lo conocieron y cuya labor en Antorcha en favor del pueblo, de sus semejantes, continúa vigente, inmortalizándolo como un ejemplo de lucha y perseverancia para el bien común, haciendo que su legado continúe en cada antorchista del noroeste mexiquense.

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