Escrito
por Nikolay Velinski, Director Regional en Y Soft para Latinoamérica
Ciudad
de México, 01 de marzo de 2017 – La tecnología es susceptible de ser
perfeccionada a cada momento, sin embargo, a pesar del gran avance tecnológico
de las últimas dos décadas, existen altas expectativas de lo que la tecnología
puede hacer por nosotros. Aún no se cumplen los ideales vistos en películas o
leído en novelas de ciencia y ficción, pues entre mayores innovaciones
tecnológicas mayores exigencias, pero en realidad, se conoce muy poco del
estado actual de los grandes inventos.
Una
de estas tecnologías es la impresión 3D, que verdaderamente ha surgido como una
revolución tecnológica en todos los sectores, desde la manufactura y educación
hasta las ciencias aplicadas como medicina, física o química. Sin embargo,
acostumbrarse a las impresiones en papel ha conducido a creer que la impresión
tridimensional será igual de sencilla, rápida y con capacidad de crear todo lo
que queramos.
Es
importante entender las diferencias entre las impresoras 3D y las impresoras
tradicionales: en la primera, el uso de insumos para imprimir un objeto no es
nada parecido al uso de la tinta de una impresora de papel. Imprimir un objeto
de un kilogramo requiere de la misma cantidad del insumo o material.
A
medida que aumenta la tecnología 3D, avanzan con ella una serie de mitos que no
son ciertos y crean expectativas en su aplicación. Al comenzar a explorar el
uso de estos dispositivos, considera estos factores y tips para su uso:
Plug and play: gracias a los avances tecnológicos de los softwares, el uso de
una impresora 3D es bastante sencillo, incluso para aquellos que no están
técnicamente familiarizados con esta herramienta. Sin embargo, debido a que el producto final
consta de diferentes dimensiones como altura, anchura y densidad, se debe tener
conocimientos y habilidades en programas de diseño como AutoCAD, 3D Studio,
Blender, etc., para tener a la perfección las medidas y tamaño del objeto a
imprimir. Una vez creado el diseño, el software de la impresora convierte los
diseños en un lenguaje que da las órdenes precisas para “moldear” el objeto
capa por capa. Es importante asegurarse tener un programa de diseño fácil de
usar que permita imprimir archivos en el formato reconocible por una impresora
3D. Primera impresión perfecta: a
diferencia de una impresión tradicional, el modelo diseñado en 3D puede tardar
varias pruebas para obtener los resultados de impresión perfectos que queremos.
Esto significa que, se estará volviendo al archivo digital del diseño original
para hacer ajustes, y pasar por el proceso de impresión de nuevo. Aunque esto
parezca un proceso tardado, ello ha permitido grandes beneficios en el sector
educación y de diseño, ya que ha permitido perfeccionar modelos, comprender
nuevos conceptos y comprobar teorías.
Sólo se puede imprimir sobre plástico: es un error creer que la única materia
prima de impresión sea el plástico -aunque es la más común y las más económica-,
pues las impresoras 3D funcionan con diferentes sistemas de impresión que
permiten, al igual que un artesano, trabajar sobre diferentes materiales como
madera, cerámica, goma, aluminio, etc. Mientras más avances en
tecnologías
de impresión 3D, mayor es la cantidad de materiales sobre los que se pueda
imprimir. Dependiendo del tipo de tecnología de impresión 3D que uno adquiera,
se deberán considerar los materiales que se necesiten. Impresión de órganos humanos: es cierto que
se pueden hacer infinidad de cosas, pero la impresión de órganos no es una
realidad hoy día. Sin embargo, la tecnología de impresión 3D está cambiando a
un ritmo acelerado, por lo que no se descarta la idea de que en un futuro la
impresión de órganos a partir de las células del individuo sea una realidad, ya
que, actualmente, es una tarea en proceso de investigación y desarrollo por
parte de muchas compañías. Tiempo de
impresión: una impresora tradicional tiene la capacidad de imprimir hasta 60
páginas por minuto, pero la impresión tridimensional debe precisar los detalles
del objeto diseñado, ya que imprime por capas, lo que conlleva a que el
producto terminado consuma varias horas, de 3 a 5 o más, dependiendo de los
detalles y dimensiones. En este sentido, es importante elegir una impresora 3D
capaz de estimar el tiempo de impresión y el uso de material en función del
archivo de diseño.
A
pesar de todo esto, la tecnología en impresión 3D ha logrado un fuerte impacto
en diversos sectores como en la educación, en donde las soluciones de Y Soft,
gracias a su facilidad de uso, han permitido a los estudiantes prepararse para
los desafíos del futuro. El mundo físico y el mundo digital se están fusionando
con profundas consecuencias que van a redefinir el concepto de trabajo y de
valor.
Acerca
de Y Soft Y Soft proporciona soluciones empresariales avanzadas para oficinas
que permiten crear negocios inteligentes. Tanto corporaciones como pequeñas y
medianas empresas utilizan la plataforma de soluciones SafeQ para administrar,
optimizar y proteger sus procesos digitales y de impresiones, así como sus
flujos de trabajo. Nuestras soluciones para impresoras 3D están dedicadas al
sector educativo, donde brindan un flujo de trabajo único, así como
excepcionales beneficios de recuperación de gastos.
Fundada
en el año 2000, la sede de la empresa está ubicada en Brno, República Checa con
oficinas en Norteamérica y América Latina; Europa, Medio Oriente y África
(EMEA); y la región de Asia-Pacífico (APAC). Si desea más información, visite
www.ysoft.com
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