1. Nuestra encuesta mensual refleja el sorpresivo aumento en el Producto Interno Bruto reportado para el segundo trimestre que fue de 0.7% y la expectativa para el cierre del año es que la economía crezca 0.4%, en comparación al dato del mes anterior que había sido de 0.1%. Aún así, esta cifra refleja un desempeño muy débil para 2025, tal como lo reportaba el Indicador IMEF apenas hace dos semanas.
2. Una inflación esperada menor y estable en 4% reduce la expectativa de la tasa de referencia del banco central a 7.25%, un cuarto de punto debajo de la tasa esperada hace un mes. De igual manera, un dólar debilitado ayuda a esperar un tipo de cambio de 19.70 pesos por dólar para fin de año, debajo del dato de 20.10 pesos por dólar reportado en julio. También hay una mejora de una décima de punto en la expectativa de déficit de cuenta corriente y del balance público tradicional. Las expectativas para 2026 permanecen estables o con cambios menores como lo refleja la tabla inferior.
3. Este mes decidimos no publicar la expectativa de empleos registrados en el IMSS por los siguientes motivos. Primero, esta estadística sólo muestra aquellos empleos afiliados al Instituto, y ha servido para darnos una idea del crecimiento del empleo formal durante el año. No es en sí una estadística de creación de empleo. Segundo, el plan piloto de incorporar más de 1.2 millones de trabajadores de plataforma al IMSS no refleja una generación nueva de empleos, sino una afiliación de empleos existentes al IMSS. Además, como es una prueba piloto, no sabemos si esa cifra se mantendrá o no en el futuro. Algunas respuestas entre nuestros encuestados incluían esa cifra adicional, distorsionando la expectativa de generación de empleos para el año, mostrando un incremento cuando de hecho, la cifra de empleos permanentes registrados en el IMSS bajó por cuarto mes consecutivo. De mantenerse esta tendencia, la generación de empleos formales en México se contraerá este año. En septiembre informaremos los ajustes que llevaremos a cabo para eliminar dichas distorsiones.
4. En el último mes ha habido noticias negativas en el sector de energía de nuestro país. Un par de apagones de CFE el 22 de julio dañaron las turbinas de vapor de la planta acerera de Las Truchas en Michoacán, perteneciente a la empresa AcerlorMittal. El daño provocará una suspensión en la producción de aceros largos de cuatro a seis meses, lo cual generará pérdidas de cientos de millones de dólares. El cierre de Altos Hornos de México y esta avería resultará en una reducción en la producción de acero de 22 millones de toneladas que fue lo producido en 2019 a un estimado de 13 millones de toneladas para este año, aumentando la probabilidad de importar fuertes cantidades de acero que antes se producían en nuestro país. En otro evento, un apagón de cuatro días dejó sin flujo eléctrico al puerto de Veracruz, el segundo más importante de México. En un comunicado de la Agencia Nacional de Aduanas de México, reportó esta afectación temporal, la cual afectó el volumen de operaciones durante ese periodo.
5. Estos hechos reflejan la saturación que la CFE tiene en sus líneas de transmisión. La falta de inversión en este rubro, que es exclusivo de la CFE y donde no se permite inversión privada, no ha permitido que la generación de electricidad fluya a las zonas que más lo necesitan a un costo competitivo. Hay reportes de hay listas de espera de cinco años en el norte del país para recibir altas de energía eléctrica. Además, el costo de energía industrial en México es sustancialmente más alta que en Estados Unidos. Aumentar la capacidad de transmisión requiere inversiones que tardan cuatro o cinco años en llevarse a cabo, por lo que el sistema eléctrico nacional seguirá experimentando fallas conforme la demanda de electricidad industrial aumente. Esto puede desviar las inversiones que originalmente vendrían a México a otros países que ofrecen servicio suficiente y estable.
6. Finalmente, la semana pasada hubo desabasto en el surtido de combustible porque Pemex no ha pagado a los proveedores de servicio de logística de pipas, afectando a usuarios industriales y particulares por igual. Esta es una señal más de la situación financiera crítica de Pemex que empieza a afectar negativamente la marcha de la economía en su conjunto y que seguramente elevará el costo fiscal de rescate de la empresa, el cual se está aproximando a 150 mil millones de dólares, incluyendo la emisión de P-Caps reciente y la necesidad de refinanciamiento de 2026. La falta de generación de efectivo proveniente de la operación de la compañía refuerza el argumento que tiene debe darse un cambio de estrategia para favorecer las líneas de negocio que generan flujo positivo como la extracción y venta de petróleo, para dejar de lado aquellos negocios que demandan recursos sin retorno alguno como la refinación. Pensamos que Pemex debe evaluar seriamente el “fracking” como alternativa para aumentar su generación de efectivo.
Ofrecer energía suficiente y a precios competitivos es necesario para estimular la inversión que genere empleos y mejores salarios. Experimentar este tipo de deficiencias en el momento de una renegociación del tratado de libre comercio expone innecesariamente al país a que las inversiones producto esa renegociación no lleguen simplemente porque no hay energía suficiente para llevarlas a cabo.
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