CIUDAD DE MÉXICO.- La
Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)
considera que debe preservarse el proyecto estratégico de desarrollo
de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), debido a que al impulsar
la inversión y el trabajo formal, éstas serán una herramienta para
atenuar las brechas regionales de desarrollo.
Los empresarios de Coparmex
coinciden en el diagnóstico de un México desintegrado por
realidades socioeconómicas muy diversas, marcadas en especial por
los rezagos y la marginación en el Sur-Sureste y el progreso y la
competitividad del Centro y Norte.
El sector patronal considera
que la estrategia de protección social delineada por la próxima
administración debe incluir una visión de largo plazo, centrada en
resolver los rezagos de los mexicanos atendiendo las causas de la
marginación de raíz y no únicamente remedios paliativos.
Para el sector patronal las
políticas social y de redistribución de ingresos no pueden de
ninguna manera suplir a los componentes fundamentales del desarrollo
económico. El apoyo social y programas temporales de empleo pueden
ayudar mucho a paliar las carencias y necesidades que enfrentan
millones de mexicanos, pero la solución de fondo y estructural debe
basarse en inversión, productividad, generación de empleos bien
remunerados, oportunidades y dinamismo que permitan la obtención de
valor agregado y que impulsen el crecimiento sostenible y sustentable
de las economías subregionales, considerando esquemas que faciliten
la inclusión de pequeñas y medianas empresas en las cadenas de
proveeduría.
Sobre esas bases, los Centros
Empresariales de Coparmex con sede en los estados de Michoacán,
Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Campeche,
donde se consideran los siete proyectos de las ZEE, consideran que
este es un instrumento que permitirá una visión de prioridad de
política económica y regional con perspectiva de mediano y largo
plazo.
Algunos de esos estados han
experimentado estancamiento o la contracción de sus economías
locales. Ante ello, consideran que este proyecto permitirá dar cauce
a sinergias efectivas para el desarrollo disruptivo en esas regiones.
Las Zonas Económicas
Especiales han sido fundamentales para el despegue económico en
países como China, Corea o Vietnam, con efectos multiplicadores en
el crecimiento y en la reducción de la pobreza y las brechas de
bienestar geográficas como pocos instrumentos de política pública
lo han hecho.
México no puede perder la
coyuntura favorable que se presenta para consolidar estos motores de
desarrollo económico en función de la dinámica del comercio, los
encadenamientos productivos internacionales y la economía global en
general, que gravita hacia el espacio Asia Pacífico, para lo cual el
sur de México presenta condiciones inigualables para fungir como
puente logístico.
Las ZEE, además, serán de
gran utilidad para hacer frente a la necesidad de diversificar
mercados. Asimismo, permitirán aprovechar mejor las oportunidades de
conectar el desarrollo de las vocaciones y ventajas productivas en el
Sur y Sureste con sectores de alto dinamismo en otras regiones del
país, como el energético en el golfo, la industria manufacturera de
mayor valor agregado en el centro, occidente y el norte, o el turismo
en la península de Yucatán y la costa del Pacífico.
A la fecha existen acuerdos de
entendimiento por alrededor de 7 mil 200 millones de dólares y 82
empresas que han suscrito cartas de intención para emprender
proyectos en las siete ZEE que cuentan con declaratoria.
Por ello, Coparmex considera
que se requiere del respaldo total del Estado mexicano y del
Presidente Electo para preservar este esfuerzo transexenal, dando
certidumbre a los 8 estados que han trabajado para erigir las
primeras Zonas Económicas Especiales; a su gente, que espera esas
fuentes de oportunidades, y a los inversionistas que preparan su
instalación.
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