En México, nuestros pueblos indígenas nos han heredado una gran cultura, han sobrevivido porque han sabido adaptarse a las nuevas realidades, han sabido armonizar el cambio siendo fieles a sus tradiciones.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, queremos resaltar su gran participación en la producción de alimentos y su contribución a la seguridad alimentaria, así como al desarrollo económico y social, básicamente, de sus comunidades.
Muchos productos que México oferta en el mundo con gran calidad y prestigio proviene de comunidades indígenas, ejemplo de ello es el café orgánico; producto de las zonas montañosas del centro y sur del país, cultivado por pequeños productores indígenas.
Otro importante producto es la miel orgánica que se cosecha en Yucatán, Campeche y Chiapas, principalmente. Las frutas y hortalizas de las chinampas de la Ciudad de México son otra importante aportación a la alimentación de muchas entidades producidas por pueblos originarios.
Los pueblos indígenas han contribuido como nadie a la domesticación de la agrobiodiversidad que hoy alimenta a la humanidad… Sus sistemas alimentarios tradicionales han provisto de dietas variadas, equilibradas y sanas a su población por milenios hoy se ven amenazados por los monocultivos y la pérdida de sus conocimientos asociados. (FAO, 2018)
Por lo anterior es necesario que haya un reconocimiento a su trabajo, a su aportación, pero sobre todo a sus derechos ya que su herencia en sistemas de producción podría ayudarnos en la lucha contra el hambre.