• México ocupa el quinto lugar en
América Latina en materia de subcontratación laboral con cerca de 4.9 millones
Colaboración
por Salvador De Antuñano,
Director
de Recursos Humanos en Adecco México
Vivimos
en un mundo en constante cambio, y las empresas no están exentas de enfrentarse
a ellos, lo que los obliga a evolucionar si buscan crecer y anteponerse a los
retos que le presenta la economía actual. siempre buscando evolucionar.
Dentro
de este rubro las empresas deben de buscar el personal adecuado a las
necesidades que se les van presentando la adecuada selección del capital humano
juega un papel primordial, ya que permite a las gerencias liberarse de esas
tareas y enfocarse en áreas críticas del negocio que crean y mantienen una
ventaja competitiva.
De
esta manera, los esquemas de tercerización se convierten en una alternativa de
contratación para las empresas que se encuentran en constantes cambios, al
permitirles obtener el mejor talento para su beneficio competitivo y, al mismo
tiempo, minimizar sus cargas administrativas. Esto se ve reflejado en las
cifras actuales, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Capital Humano
(AMECH) en nuestro país hay 4.9 millones de trabajadores que laboran por
tercerización, que nos ubican como el quinto lugar en la industria de la
subcontratación en América Latina, de los cuales sólo 150,070 están contratados
por las empresas que formamos parte de la AMECH y su contratación se realiza de
acuerdo a la ley.
Al
decidir traspasar ciertas actividades a verdaderos especialistas, se hace pensando que estos proveedores
contribuirán a mejorar el resultado global de la empresa que los contrata,
principalmente, a través del logro de éxitos en dos aspectos básicos: la
calidad y el costo.
A
través de la tercerización una empresa puede ser auxiliada por otra para el
desempeño y/o desarrollo de ciertas actividades, ya sea porque responden a la
necesidad de enfrentar más picos en el ciclo de producción o porque es una
forma de lidiar con una alta rotación de personal típica de la fase de
adaptación inicial al puesto de trabajo; todo esto permite minimizar cargas
administrativas y de previsión social inherentes al ejercicio de la actividad laboral.
De
acuerdo con empresas que se decidieron por la contratación de servicios de
tercerización encontramos algunos factores que son:
• Flexibilizan la gestión de nuevos
requerimientos del negocio y ofertas de productos.
• Permiten concentrar esfuerzos en los
objetivos principales del negocio.
• Facilitan mejoras e incrementan la
calidad en los niveles de servicio.
• Dan pie a la transformación de costos
jos en variables.
• Otorgan mayor flexibilidad operativa
y fortalecen la estructura organizacional, así haya limitantes con relación al
FTE (Full-Time Equivalent).
• Favorecen el acceso a recursos de
tecnología avanzada.
Aunque
la lista de objetivos podría seguir, es importante no generalizar dado que cada
organización tiene sus propias tendencias, necesidades, características y tipo
de personal; bajo esta perspectiva, cada una de las empresas debe hacer su
propio análisis de situación. Por ejemplo, aquellas que optan por un esquema de
tercerización tradicional a mediano plazo pueden reducir sus costos entre el
20% y 50% por el desarrollo de funciones de soporte.
Dentro
de los beneficios que trae la tercerización a las organizaciones podemos
encontrar, algunos que van desde los económicos, los estratégicos y
cualitativos:
1.
Económicos
• Disminución de costos: se evita la
creación de estructuras administrativas con capacidad improductiva.
• Transforma costos fijos en variables:
se paga sólo por lo que se usa.
• Mejora la utilización de los
recursos: se logra un mejor nivel de productividad y e ciencia.
2.
Estratégicos
• Permite al cliente enfocarse en
actividades estratégicas indispensables para el desarrollo y crecimiento de su
negocio, sin preocuparse por las tareas operativo-administrativas recurrentes;
en otras palabras: zapatero a sus zapatos.
• Acceso permanente a especialistas en
distintas materias.
• Adhesión a procedimientos
administrativos probados y a tecnologías de alto rendimiento difíciles de
obtener en un departamento interno.
3.
Cualitativos
• Solución rápida de problemas: al
contar con personal entrenado junto con la experiencia de un socio de negocio
especializado en su área, cualquier dificultad es más fácil de corregir y
detectar.
• Evita la dependencia de personal
clave y disminuye riesgos operativos.
• No existe la resistencia al cambio.
Pero
no solamente las organizaciones se ven beneficiadas por el modelo de
tercerización, también los empleados pueden tener grandes ventajas en este
sistemas pues pueden encontrar un trabajo menos rígido, la labor en régimen de
tercerización puede ser un importante instrumento de flexibilidad que les
permitiría hacer compatibles algunas aspiraciones personales o existenciales
con las exigencias del mercado laboral.
Otra
ventaja que a veces se atribuye al trabajo en régimen de subcontratación es que
abre la posibilidad de obtener un empleo fijo en las empresas usuarias. A
veces, las empresas prefieren recurrir a los trabajadores subcontratados cuando
tienen que cubrir puestos en su plantilla permanente dado que han podido
evaluarlos durante su estancia en la empresa.
Podemos
concluir que la tercerización se empieza a usar como una herramienta
competitiva que sirve para enfocar la función y productividad del capital
humano en aspectos de valor añadido:
La
tercerización comienza a utilizarse como una herramienta competitiva que sirve
para enfocar la función y productividad del capital humano en aspectos de valor
añadido; en síntesis.
• Afianza ventajas competitivas a largo
plazo a partir de su uso estratégico, además de que tradicionalmente se ha
empleado para alcanzar resultados ad hoc o corto plazo.
• Además, muchas empresas intentan
distinguir entre procesos core y no core para decidir qué es apropiado
externalizar; sin embargo, esa no debe ser la única de- cisión importante: la
cesión de determinados procesos a un especialista puede otorgarles un nivel
competitivo mayor o darles un contenido más trascendente que, incluso, el de su
propia organización.
De
esta manera, el proveedor de tercerización amplía el alcance de sus funciones
para proporcionar un servicio integrado y de mayor amplitud.
En
este sentido, mientras que algunas tareas han sido objeto de tercerización por
separado —como nóminas, selección o capacitación de personal—, la tendencia
actual es buscar proveedores de servicios transaccionales integrados.
Por
último, la recomendación es siempre evaluar la mejor opción y asegurarte que
tus aliados sean serios y comprometidos con tus objetivos; por lo tanto, revisa
su reputación, tiempo de experiencia y solidez financiera, lo cual te dará
mayor confianza al integrarlos a tu equipo de trabajo.
Es
importante que la empresa se cerciore de estar trabajando con una compañía de
tercerización que brinde asesoría profesional y que cumpla con sus obligaciones
fiscales y laborales, pues de acuerdo con el
reporte 2016 de Staffing Industry Analysts en México existen cerca de
900 compañías de subcontratación u outsourcing; de las cuales, únicamente 100
están debidamente registradas ante el IMSS, y de estas solo 40 pagan impuestos
completos que corresponden. La cifra se reduce más cuando de esas 40, solamente
el 50% permiten auditorías legales y de impuestos, alineándose con los
estándares de la asociación que regula esta industria.
Una
forma de evitarse dolores de cabeza al contratar servicios de tercerización es
acudir a empresas serias y responsables que formen parte de la Asociación
Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), agrupación que representa a
empresas que brindan un servicio apegado a la legalidad y de excelente calidad.
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