· La Secretaría de Hacienda y Crédito
Público cumple en tiempo y forma con la entrega al H. Congreso de la Unión del
“Documento relativo al cumplimiento de las disposiciones contenidas en el
artículo 42, fracción I, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad
Hacendaria”, comúnmente conocido como “Pre-Criterios”. El documento analiza la
evolución económica reciente y actualiza las perspectivas sobre la situación de
la economía nacional y las estimaciones de finanzas públicas para el cierre de
2017. Asimismo, Pre-Criterios inicia el proceso de análisis público y diálogo
con el H. Congreso de la Unión sobre el ejercicio fiscal de 2018.
· Las proyecciones son consistentes con
los tres pilares que sustentan la estabilidad económica de México: una política
fiscal prudente; una política monetaria independiente y creíble; y una amplia y
profunda agenda de 11 Reformas Estructurales, que en 2016 contribuyeron a
explicar un crecimiento de 2.3 por ciento en un ambiente externo adverso, donde
el resto de América Latina decreció en 1.5 por ciento.
· El escenario base para 2017 contempla
un rango de crecimiento prudente, de entre 1.3 y 2.3 por ciento, consistente
con las expectativas del mercado y los organismos internacionales. Este rango
de crecimiento incorpora resultados positivos en materia de producción, empleo
e inversión observados en México en los primeros meses del año, así como
posibles impactos de la incertidumbre respecto a las políticas del gobierno de
Estados Unidos (EEUU) en las decisiones de consumo e inversión, señalando que
dicha incertidumbre ha disminuido sustancialmente en el transcurso de los
últimos dos meses.
· En seguimiento a la trayectoria
multianual de consolidación fiscal comprometida en 2013, se prevé el
cumplimiento puntual de las metas fiscales para 2017, con unos Requerimientos
Financieros del Sector público (RFSP) y un superávit sin inversión de alto
impacto equivalentes a 2.9 y a 0.1 por ciento del PIB, respectivamente. Estas
proyecciones de finanzas públicas para el cierre de 2017 no consideran el
entero del Remanente de Operación de Banco de México (ROBM), por lo que el
cumplimiento de las metas fiscales no se sustenta en la recepción de dichos
recursos.
· Destaca que, por primera vez desde
2008, se obtendría un superávit primario igual a 0.5 por ciento del PIB,
ligeramente mejor al estimado en los Criterios Generales de Política Económica
(CGPE) 2017. Por lo tanto, se espera que el Saldo Histórico de los RFSP
(SHRFSP), la medida más amplia de deuda pública, sin considerar los recursos
del ROBM inicie una trayectoria decreciente en 2017, ubicándose en 49.5 por
ciento del PIB.
· Para 2018, se prevé una disminución en
la incertidumbre económica que redunde en un mayor crecimiento económico, lo
que se refleja con un rango estimado de crecimiento del PIB de entre 2.0 y 3.0
por ciento. En materia de finanzas públicas, para poder alcanzar el equilibrio
presupuestal de conformidad con el plan multianual de consolidación fiscal, se
anticipa un ajuste moderado en el gasto con respecto al PEF 2017 de 0.2 por
ciento del PIB. El monto se compara favorablemente con los ajustes de 1.3 y 1.5
por ciento del PIB previstos en los Pre-Criterios de 2015 y 2016,
respectivamente.
· El ajuste permitirá que, como
proporción del PIB, los RFSP disminuyan a 2.5 por ciento, se alcance un
superávit primario de 1.0 por ciento y el SHRFSP descienda a 49.2 por ciento,
concluyendo con la estrategia multianual de finanzas públicas propuesta en 2013
por la Administración del Presidente Enrique Peña Nieto, encaminada a potenciar
el crecimiento, apoyar la implementación de las Reformas Estructurales y
garantizar la estabilidad macroeconómica.
· El martes 28 de marzo el Banco de
México enteró al Gobierno Federal el ROBM correspondiente al ejercicio fiscal
2016, por un monto equivalente al 1.5 por ciento del PIB. La aplicación de
dichos recursos, en estricto apego a la LFPRH, implica una revisión de las
estimaciones de cierre para 2017. Se estima que, en caso que no existan
movimientos no previstos en el marco macroeconómico, los RFSP en 2017 se
ubiquen en 1.4 por ciento del PIB y el SHRFSP en 48.0 por ciento del PIB.
La
Secretaría de Hacienda y Crédito Público cumple en tiempo y forma con la
entrega al H. Congreso de la Unión del “Documento relativo al cumplimiento de
las disposiciones contenidas en el artículo 42, fracción I, de la Ley Federal
de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria”, comúnmente conocido como
“Pre-Criterios”.
Los
Pre-Criterios 2017 se presentan en un entorno externo adverso. En particular,
la economía global ha experimentado un episodio prolongado de crecimiento
moderado, volatilidad en los mercados financieros e incertidumbre geopolítica.
Sin embargo, en los últimos meses comienzan a observarse señales de un
crecimiento sincronizado a nivel mundial que, junto con el desempeño positivo
de las finanzas públicas y del mercado interno durante 2016, permiten anticipar
el cumplimiento puntual de las metas fiscales en 2017 y 2018.
La
estabilidad y el crecimiento sostenido de la economía mexicana se apoyan en
tres pilares: una política fiscal prudente; una política monetaria
independiente y creíble; y una amplia y profunda agenda de 11 Reformas
Estructurales, que contribuyen a explicar un desempeño económico positivo.
Fortaleciendo
su compromiso con la estabilidad, durante 2016 el Sector Público hizo frente a
los principales retos que se presentaron en materia fiscal al iniciar el año, a
raíz de la caída adicional observada en los precios del petróleo: cumplir con
la trayectoria de consolidación fiscal multianual establecida en 2013 e
implementar la Reforma Energética en Petróleos Mexicanos (PEMEX). México redujo
los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más completa
y robusta de déficit público, en 1.2 puntos porcentuales (pp) del PIB con
respecto a 2015 y 0.6 pp con respecto a la meta original, para alcanzar un
nivel de 2.9 por ciento del PIB.
De
igual forma, con el fin de proveer certidumbre y afianzar la consolidación
fiscal, el Gobierno Federal realizó una serie de medidas encaminadas a
preservar la integridad de las finanzas públicas desde el inicio de 2016.
Destacan un ajuste al gasto programable por 132.3 mmp, en febrero, seguido por
otro ajuste anunciado en junio, por 31.7 mmp.
Derivado
de estas acciones, el gasto público sin erogaciones en inversiones financieras,
es decir, excluyendo operaciones asociadas a un ahorro del sector público y que
tienen una contraparte en los ingresos, se redujo en 0.9 puntos del PIB
respecto a 2015. Si se excluye además el pago de participaciones, pensiones y
el costo financiero, variables que no están bajo el control directo del
Gobierno Federal, el gasto neto del sector público disminuyó en 1.3 puntos del
PIB. Finalmente, el gasto corriente estructural se redujo en 0.8 puntos del
PIB.
Adicionalmente,
durante 2016 se implementó un conjunto de medidas para fortalecer la posición
financiera de PEMEX y, en última instancia, del Sector Público. Del ajuste en
gasto anunciado en febrero, 100 mmp correspondieron a la empresa. Asimismo, en
abril se realizó una aportación patrimonial a PEMEX por 26.5 mmp y se le otorgó
una facilidad de liquidez por 47 mmp para el pago de pensiones durante 2016. Lo
anterior brindó recursos líquidos a PEMEX por 73.5 mmp y el acceso a los mismos
se condicionó a que redujera su pasivo circulante. Además, se modificó el
régimen fiscal de la empresa para reducir su pago de derechos por alrededor de
40 mmp.
En
cuanto al contexto internacional, a pesar que la debilidad del crecimiento
mundial comienza a disiparse, la incertidumbre sobre la dirección de las
políticas del nuevo gobierno de EEUU plantea riesgos a la baja para la economía
mexicana. En este marco, México muestra resiliencia y resultados positivos en
términos de producción, consumo, empleo e inversión. Las expectativas del
sector privado que han prevalecido en los últimos meses sobre el desempeño
económico parecen más relacionadas con los efectos de la incertidumbre que con
riesgos materializados y observables en los datos.
En
este sentido, la proyección de las finanzas públicas para el cierre del año
actualiza diversos parámetros del marco macroeconómico presentado en los CGPE
2017, con el fin de construir un escenario realista y prudente que permita al
Gobierno de la República evaluar su posición fiscal y actuar de manera efectiva
ante la complejidad que presenta la coyuntura económica actual.
En
particular, se plantea un crecimiento económico de entre 1.3 y 2.3 por ciento
para 2017, el cual considera el efecto de la incertidumbre generada por
posibles cambios en las políticas del gobierno de EEUU. Así, con el objetivo de
realizar proyecciones prudentes de finanzas públicas, se utiliza la parte baja
del rango para realizar estimaciones puntuales, con un crecimiento de 1.5 por
ciento. En cuanto al tipo de cambio, se plantea un nivel de 19.0 pesos por
dólar al cierre del año, un nivel conservador desde el punto de vista fiscal y
congruente con las tendencias recientes. Además, se estima una inflación anual
de 4.9 por ciento. Finalmente, las proyecciones contemplan un precio promedio
anual de la mezcla mexicana de exportación de petróleo de 42 dólares por barril
(dpb), –en línea con los precios observados durante 2017 y con los precios
implícitos derivados de los futuros comerciados en los mercados
internacionales– y una plataforma de producción de petróleo de 1,947 miles de
barriles diarios (mbd) –consistente con el PEF 2017 y el nuevo Plan de Negocios
de PEMEX, que busca optimizar la rentabilidad y explotar las oportunidades que
ofrece la Reforma Energética.
En
consecuencia, para 2017 se anticipa el cumplimiento puntual de las metas
fiscales, con unos RFSP y un superávit sin inversión de alto impacto
equivalentes a 2.9 y 0.1 por ciento del PIB, respectivamente, así como el
primer superávit primario desde 2008, igual a 0.5 por ciento del PIB y
ligeramente mejor al estimado en CGPE 2017. En el escenario central y en caso
de no presentarse movimientos abruptos en el tipo de cambio, se espera que el
SHRFSP descienda a 49.5 por ciento del PIB, de conformidad con el programa
multianual de consolidación fiscal. Estas estimaciones no consideran el entero
del ROBM del Banco de México por lo que destaca que el cumplimiento de las
metas fiscales no depende del mismo.
La
proyecciones para 2018 emplean supuestos prudentes y realistas, con un rango de
crecimiento de entre 2.0 y 3.0 por ciento y una estimación puntual de 2.5 por
ciento, que refleja una estabilización en los efectos de las políticas de EEUU;
un tipo de cambio al cierre del año de 19.1 pesos por dólar; un incremento moderado
en los precios del petróleo, a 46 dbp, que toma en cuenta los acuerdos
recientes tomados por la OPEP; un aumento en la plataforma de producción de
petróleo a 2,006 mbd, consecuencia de la implementación del nuevo PNP; y un
crecimiento inercial de los ingresos tributarios, consistente con el Acuerdo de
Certidumbre Tributaria.
De
esta forma, se estima que en 2018 los ingresos presupuestarios serán mayores en
141.3 mmp respecto al monto previsto en la LIF2017, donde el 60.0 por ciento
del aumento se explica por mayores ingresos tributarios, derivados de la
recuperación en la actividad económica. En términos de gasto, al considerar la
inversión de alto impacto económico y social, el gasto neto presupuestario
pagado aumenta 71.3 mmp o 1.4 por ciento en términos reales en relación con lo
aprobado en 2017
Además,
la conclusión del estímulo contracíclico y de la trayectoria multianual de
consolidación fiscal, planteados en los CGPE 2014, implican que el gasto
programable pagado incluyendo la inversión de alto impacto económico y social
requerirá un ajuste por 43.8 mmp con respecto al PEF 2017, equivalente a 0.2
por ciento del PIB. Este ajuste se compara favorablemente con el ajuste
necesario para cumplir las metas de consolidación fiscal previsto en “Pre-Criterios”
2016, por 297.3 mmp o 1.5 por ciento del PIB, así como el anticipado en el
documento de 2015, por 249.4 mmp o 1.3 por ciento del PIB. El ajuste estimado
permitirá continuar con la trayectoria de consolidación; para 2018 los RFSP se
ubicarán en 2.5 por ciento del PIB, nivel inferior en 0.4 pp al previsto para
2017 y, con ello, el SHRFSP se ubicará en 49.2 por ciento del PIB, monto
inferior al cierre estimado de 2017 en 0.3 pp.
La
administración del Presidente Enrique Peña Nieto trazó, en los CGPE 2014, un
plan multianual encaminado a impulsar la economía por un periodo de tiempo bien
delimitado, dado un entorno de debilidad económica global y volatilidad en los
mercados financieros, así como apoyar la implementación de las Reformas
Estructurales. Desde entonces, el Gobierno Federal ha cumplido puntualmente las
metas trazadas anualmente para preservar la estabilidad macroeconómica,
garantizar finanzas públicas sanas y, al mismo tiempo, detonar la productividad
y el crecimiento económico en beneficio de las familias mexicanas. Las
estimaciones sobre finanzas públicas que se presentan en este documento para el
cierre de 2017 y el año 2018, renuevan el compromiso de la administración con
políticas económicas y fiscales responsables.
Finalmente,
como se anunció el 29 de marzo, el Banco de México enteró a la Tesorería de la
Federación 321.7 mmp por concepto de Remanente de Operación de Banco de México
correspondiente al ejercicio 2016. En apego a la LFPRH al menos 70 por ciento
del monto, aproximadamente 225 mmp, se destinará a amortización de la deuda
pública del Gobierno Federal contratada en ejercicios fiscales anteriores o a
la reducción del monto de financiamiento necesario para cubrir el Déficit
Presupuestario; el monto restante, aproximadamente 96 mmp, se destinaría para
fortalecer el FEIP o al incremento de activos que fortalezcan la posición
financiera del Gobierno Federal. Dado el monto recibido, se estima, en caso que
no existan movimientos no previstos en el marco macroeconómico, que los RFSP en
2017 se ubiquen en 1.4 por ciento del PIB y el SHRFSP en 48.0 por ciento del
PIB.
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