- La participación articulada y cohesionada de las Américas en la COP 26 es esencial para el logro de los objetivos globales en el combate al cambio climático y para asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada por una estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
San José, 27 de octubre, 2021 (IICA) - La búsqueda de una mayor
producción de alimentos y el cuidado del ambiente no son conceptos
excluyentes, sino complementarios, dijeron Ministros de Agricultura de
las Américas antes de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático (COP 26), que se realizará a partir de la
semana próxima en Glasgow, Escocia.
En un Diálogo de Alto Nivel sobre Cambio Climático en el Sector
Agropecuario, los ministros y secretarios de Estados Unidos, Ecuador,
Panamá, Santa Lucía, México y Brasil –junto al Director General y el
Subdirector General del IICA, coincidieron en la
necesidad de que exista una más activa participación del sector
agrícola en la agenda climática y en que los productores sean
protagonistas de las transformaciones que impone la sostenibilidad.
Los consensos ratificaron otra vez la visión colectiva de los
gobiernos de la región, que en septiembre pasado concurrieron a la
Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas con un documento
de 16 mensajes que resumieron una posición común sobre
el rumbo que deben tomar las transformaciones en el sector.
El continente americano fue, de esa manera, el único que llevó a la
cita global una posición convergente, alcanzada luego de un extenso
proceso de discusión coordinado por el Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (IICA).
Los participantes en el Diálogo de Alto Nivel sobre Cambio
Climático en el Sector Agropecuario, convocado por el IICA y realizado
de manera virtual, fueron Tom Vilsack, Secretario de Agricultura de los
Estados Unidos; Pedro Álava González, Ministro de
Agricultura y Ganadería de Ecuador; Augusto Valderrama, Ministro de
Desarrollo Agropecuario de Panamá; Alfred Prospere, Ministro de
Agricultura, Pesca, Seguridad Alimentaria y Desarrollo Rural de Santa
Lucía; Víctor Villalobos Arámbula, Secretario de Agricultura
y Desarrollo Rural de México y Cleber Oliveira Soares, Subsecretario de
Innovación, Desarrollo Rural y Riego de Brasil.
La apertura y el cierre estuvieron a cargo de Manuel Otero,
Director General del IICA, mientras que Lloyd Day, Subdirector General
del Instituto, fue el moderador.
“Nuestros productores agrícolas se han visto afectados por la
pandemia y también por incendios forestales, sequías y condiciones
climatológicas cada vez más impredecibles. Es fundamental enviar el
mensaje de que comprendemos la necesidad de actuar en forma
colectiva y colaborativa para construir resiliencia, respetando tanto a
los pequeños productores como a las grandes empresas agrícolas”, dijo
Vilsack.
El secretario de Agricultura de los Estados Unidos valoró el papel
del IICA para defender la participación del sector agrícola en las
negociaciones de políticas y subrayó la importancia de la investigación y
la innovación para atender los efectos del cambio
climático.
“Los líderes de la agricultura en nuestro hemisferio nunca
estuvimos tan atentos a la relación entre agricultura, comercio, cambio
climático y sostenibilidad. Con el liderazgo de IICA vamos a estar a la
altura del desafío no solo en la COP 26, sino en
el futuro”, concluyó Vilsack.
“Todos los países productores de alimentos debemos tener claro que
el cambio climático va a modificar todo”, advirtió Álava González, quien
hizo un repaso de las iniciativas de adaptación llevadas adelante por
el gobierno ecuatoriano.
Álava González enumeró las amenazas que el cambio climático coloca
sobre la agricultura, como la aparición de nuevas plagas y enfermedades
y las alteraciones de los drenajes de los suelos por el aumento del
nivel del mar. “Lo que suceda en Glasgow –dijo-
va a ser orientativo sobre el camino que tenemos que recorrer”.
Prospere explicó que Santa Lucía –como pequeño estado insular
altamente vulnerable al cambio climático- ha visto afectada gravemente
su seguridad alimentaria debido a la ocurrencia de eventos
meteorológicos extremos. Recordó, en ese sentido, el impacto
en el Caribe del huracán Tomás, en 2010, que para Santa Lucía significó
pérdidas por el 4,3% de su PBI.
“Entendemos la importancia de limitar el aumento de la temperatura
global a un máximo de 1,5 grados. El costo de la inacción o de la acción
insuficiente será imposible de soportar. Santa Lucía proyectas pérdidas
del 12% su PBI para 2025, el 25% para 2050
y la mitad para 2100 si no actuamos”, afirmó el ministro caribeño,
quien dio detalles de las estrategias de adaptación sectoriales y los
planes de acción que se están llevando adelante en su país.
El ministro Valderrama hizo énfasis en la necesidad de cambiar las
formas de producción para disminuir la emisión de carbono, pero advirtió
que el proceso de transición debe ser justo: “Los que más
responsabilidad tienen deben aportar más y apoyar a los
países en desarrollo, donde las consecuencias del cambio climático son
desastrosas, ya que han generado un aumento de la pobreza y la
desigualdad y han afectado la productividad”.
“Estamos dispuestos a colaborar siempre y cuando se nos den
recursos, de manera que nuestros agricultores no se vean en la necesidad
de destruir los bosques, que son captadores de carbono”, agregó.
Oliveira Soares explicó las acciones realizadas en las últimas
décadas por Brasil en el desarrollo de sistemas agropecuarios bajos en
carbono. “Hoy –resumió- somos un gran productor sostenible de alimentos
para todo el mundo, con base en la ciencia, las
tecnologías y la innovación. Nos propusimos, entre 2010 y 2020, llegar a
35 millones de hectáreas de sistemas bajos en carbono, a partir de la
implementación de seis tecnologías. Pero ya superamos el objetivo y
llegamos a 52 millones de hectáreas”.
El subsecretario brasileño explicó que su país se compromete a
acelerar la descarbonización de su agricultura y contribuir a la de toda
América, de manera de ir hacia la carbono-neutralidad en 2050, para
promover tanto la seguridad alimentaria como la
seguridad climática.
A su turno, el secretario de Agricultura de México dijo que
corresponde a los gobiernos, a través de políticas públicas, programas y
acciones, vincular a los productores del sector agropecuario con la
innovación y el conocimiento, con el fin de superar
los retos del cambio climático y lograr así la conversión de la
agricultura en una más productiva y sustentable.
Villalobos Arámbula señaló que el desafío es transformar la
agricultura sin perder capacidad productiva: “Tendríamos que incrementar
la producción en la misma superficie, pero con menos uso de los
recursos naturales: agua y nutrientes del suelo. Las buenas
prácticas agrícolas tienen que ser compartidas con todos los países
para que, progresivamente, podamos ir migrando de una agricultura
altamente dependiente de fertilizantes agroquímicos hacia una
agricultura mucho más sustentable”.
Por su lado, Otero, advirtió que la COP 26 será un mojón muy importante para el mundo y para las Américas en particular.
El Director General del IICA señaló la importancia de la posición
convergente que el continente presentó en la Cumbre de Sistemas
Alimentarias y, en esa línea, consideró que una participación articulada
y cohesionada de las Américas en la COP 26 es esencial
para el logro de los objetivos globales en el combate al cambio
climático y para asegurar que la producción de alimentos no se vea
amenazada por una estabilización de las concentraciones de gases de
efecto invernadero en la atmósfera.
“El sector agropecuario tiene que asumir responsabilidades y
acciones sin desistir de las otras metas también muy relevantes. La
adaptación y mitigación son dos lados de la misma moneda y, aunque la
adaptación es sin duda la prioridad para el sector, mitigar
implica a su vez limitar los impactos y por lo tanto la necesidad de
adaptarnos más y mejor a lo que ya está ocurriendo”, agregó Otero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario