Comalcalco, Tabasco, es una tierra de gente trabajadora, con haciendas cacaoteras que desde la época colonial se dedicaban al cultivo de la planta que da vida al delicioso chocolate, por algo es la sede del Museo del Cacao.
Hace 33 años, nació Carlos Martínez, joven cacaoticultor que decidió continuar con el legado de su abuelo y su padre con la misma pasión: la producción del cacao.
En un principio, solo tenía conocimientos básicos de lo que aprendió observando a su familia, sin embargo, gracias a las asesorías de Nestlé Cocoa Plan, una iniciativa para reactivar el sector cacaotero nacional y elevar las condiciones de vida de los productores de cacao, poco a poco aprendió de organización, administración y mejores prácticas.
“Para mí ha sido sorprendente el cambio a partir de que Nestlé llegó aquí para apoyarnos, pues conocí mejores prácticas de cosecha y producción, y pasé de obtener 800 kilos de grano de cacao al año a más de tres toneladas en tres hectáreas que heredé de mi padre y a su vez de mi abuelo, lo que me ha permitido elevar la calidad de vida de mi familia”, destaca Carlos.
A través de Nestlé Cocoa Plan logró incrementar sus ingresos con la optimización de la tierra y un mayor cuidado de las plantas mediante tecnología, combinando lo más valioso de las técnicas agrícolas tradicionales con los avances de la ciencia de hoy. Actualmente, tiene 4,000 plantas en proceso de crecimiento, de las cuales más de 1,200 ya están produciendo, con lo cual espera triplicar la cosecha en el mismo espacio durante los próximos meses.
De las mejores prácticas al cambio de mentalidad
“Nestlé Cocoa Plan ha representado un cambio de mentalidad para todos los cacaoticultores que participamos en la iniciativa, pues tenemos que establecernos objetivos para subir los números de cosecha; hemos avanzado y podemos hacerlo todavía más. También con el tiempo hemos modificado nuestro modo de pensar y ver esta actividad realmente como un negocio. Hay que abrirse, y si te equivocas no pasa nada”, comenta.
Algunos de los principales cambios tras sumarse a la iniciativa de Nestlé se dieron en la fertilización foliar, las podas y el análisis del tipo de suelo, avances que Carlos anteriormente veía inalcanzables por sus propias vías y que hoy son una realidad. Por otro lado, ahora planta variedades mejoradas de cacao, para lo cual el manejo adecuado de los injertos, trenzado y tiempos de espera acorde a la capacitación recibida por los especialistas de Nestlé ha sido crucial para elevar la productividad del terreno.
“Estoy emocionado porque tengo el apoyo de mis colaboradores, familia y de las personas de Nestlé Cocoa Plan. Mi objetivo es continuar así y poner el ejemplo, decir ‘sí se puede, sí me dio tantas toneladas una hectárea por sembrar y fertilizar de tal manera’; más de la mano de una compañía como Nestlé. Ahora hay un cambio radical en las parcelas, el beneficio es asombroso y vamos a continuar así mientras nos sigan apoyando”, menciona Carlos.
Labor que se reconoce y deja huella
Carlos Martínez fue uno de los cacaoticultores que acaban de recibir el reconocimiento “Nestlé Valor Cacao”, en la división “Promoción de prácticas agrícolas sustentables”, instaurado a partir de este año. Su vida es el campo, a él se debe y de ello ha obtenido el sustento para sacar adelante a su esposa y tres hijos.
En tres años, él se ve como un ejemplo para los demás cacaoticultores, parte de su labor es concientizar a las generaciones futuras sobre el buen funcionamiento de la producción de cacao. “Sí lo vamos a lograr, estamos en el camino”, concluye Carlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario