*Durante este tiempo desafiante, el transporte seguro de productos refrigerados esenciales como alimentos, medicamentos y plasma sanguíneo se ha vuelto una prioridad. Asimismo, es una realidad que el COVID-19 ha tenido un impacto en la disminución de la producción y disponibilidad de los alimentos y otros productos. |
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El consumo de alimentos es una de las necesidades primarias del ser humano, el cual se ha convertido en un verdadero reto en estos tiempos de contingencia por el COVID-19 por el desabasto de productos en ciertos lugares por falta de producción, o bien, por la poca accesibilidad para llegar a determinados sitios. El proceso para llevar un producto hasta los consumidores implica un trabajo regulado y conjunto con la cadena de frío, como principal eslabón. Aún se registran pérdidas de alimentos sumamente elevadas, derivadas de un mal manejo en la cadena de frío. Asimismo, y de acuerdo con el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, las restricciones en movilidad, presentes en casi todos los países, también han provocado un efecto negativo sobre la alimentación. A pesar de que los gobiernos reaccionaron rápidamente al dar alta prioridad a garantizar la producción y el aprovisionamiento de alimentos básicos, las cadenas de valor alimentarias tradicionales se han visto superadas, lo que además ha generado uno de los mayores males, el desperdicio de alimentos. Para poder minimizar las pérdidas y lograr rentabilidad, Alfredo Álvarez Cárdenas, ingeniero experto en la industria de alimentos y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, especifica una serie de elementos que deben mantenerse: “Para que la conservación de los alimentos por el frío sea eficaz, se deben respetar tres aspectos básicos, tanto en el caso de productos refrigerados como congelados: partir de un producto sano y de calidad; aplicar el frío lo antes posible y mantener la acción del frío de forma constante y en el grado adecuado”. “Y es que la importancia de la cadena de frío radica en considerar evitar las pérdidas de productos alimenticios a causa del manejo, almacenamiento y transporte inadecuados. Según el Instituto Internacional del Frío (IIF), en los países en vías de desarrollo las mermas alcanzan 50% sobre todo en productos tropicales; mientras que países desarrollados alcanzan el 1%, aun con adecuadas instalaciones frigoríficas”. Existen múltiples razones por las cuales la cadena de frío no debe romperse, pues, más allá de detener la actividad bacteriológica, este proceso sirve también para disminuir considerablemente el deterioro de los alimentos y garantiza que varios tipos de preparación de productos manufacturados se encuentren en óptimas condiciones para consumirse. Si la carga sensible a la temperatura no se manipula correctamente, existe el riesgo de variaciones de temperatura en los productos que pueden afectar negativamente a la salud pública, reducir la vida útil del producto o provocar el rechazo de las cargas. Estas situaciones pueden aumentar costos operativos y afectar negativamente la reputación de las empresas. Thermo King, líder mundial de soluciones de control de temperatura de transporte dedicado sustentable, sugiere medidas para mitigar el riesgo en la cadena de frío mediante la adopción de los siguientes procedimientos operativos estándar (SOP). Mantenga un control de temperatura preciso Asegúrese de que su equipo
esté optimizado para mantener la temperatura deseada. Hay varias
configuraciones que mejoran el flujo de aire dentro del remolque y pueden
ayudar a que la unidad de refrigeración del remolque funcione de la manera más
eficiente posible para mantener un control estricto de la temperatura. |
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