Banxico mantuvo la tasa objetivo en 8.25%, como lo anticipamos. La decisión fue unánime y, en general, notamos que el voto disidente con respecto al tono halcón del comunicado de marzo revelado en las minutas correspondientes no se tradujo en un comunicado más paloma esta vez.
El
creciente dilema que enfrentan los miembros de la Junta de Gobierno
entre un crecimiento económico en debilitamiento y persistentes riesgos
al alza para la inflación
se volvieron más evidentes en el comunicado de mayo, en el cual se dio
un mayor énfasis a estas últimas preocupaciones.
Aun cuando Banxico subrayó la mayor
debilidad de la actividad económica, no profundizaron mucho sobre este
punto, contrario a nuestras expectativas y a la luz de argumentos hechos
en esa dirección en comunicaciones recientes. En contraste, como lo
anticipamos, sí destacaron varios aspectos que
muestran sus preocupaciones sobre la inflación, incluyendo: i) que aun
después de eliminar los efectos estacionales que típicamente llevan a
incrementos en la inflación de servicios, las cifras de inflación anual
aumentaron; ii) los niveles persistentemente
altos y los incrementos recientes de la inflación subyacente; iii)
aumentos recientes en las expectativas de inflación de corto y mediano
plazo; y iv) una mayor prima de riesgo inflacionario en los instrumentos
financieros en el margen. Adicionalmente, ahora
reconocen que las revisiones salariales recientes en algunos sectores
ya han rebasado las ganancias en productividad, lo cual eventualmente
podría llevar a presiones de costos. Finalmente, aumentaron la lista de
riesgos al alza para la inflación, diciendo
ahora que es posible que la mayor holgura de la economía podría no
traducirse en menores presiones inflacionarias a la luz de las
persistentes presiones al subíndice subyacente, una cuestión que
implicaría un proceso de convergencia menos eficiente, como lo
discutimos en una nota previa.[1] A pesar de lo anterior, la Junta sí
enfatizó que los incrementos recientes en la inflación subyacente y
general son temporales, lo cual leemos como la voluntad de los miembros
de “dejarlos pasar”.
En
general, nuestra lectura del comunicado está en línea con nuestro
cambio reciente de pronóstico que pospone un eventual recorte en la tasa
de política de junio
a septiembre de este año.
Aunque no pensamos que la reciente sorpresa al alza en las cifras de
inflación cambie su trayectoria para el resto del año, como
al parecer también lo considera Banxico, los niveles actuales de
inflación general anual de 4.4% ciertamente no son conducentes a un
inminente recorte de tasa. La Junta necesitará ver más evidencia de que
el incremento reciente es, en efecto, temporal. Aun
así, en nuestra opinión, tendrán que buscar pronto una ventana de
oportunidad para empezar a bajar cuidadosamente la tasa y anticipar así
preocupaciones del mercado respecto a una actividad económica en
desaceleración con condiciones globales más holgadas.
Esperamos también leer las minutas para ver si persiste un voto
disidente sobre el tono del comunicado. Por lo pronto, reiteramos
nuestro nuevo pronóstico de un recorte de 25pb a la tasa en septiembre
de este año.
Esta nota es una traducción libre realizada por el analista del texto original publicado en Citivelocity con el nombre:
“ Mexico Economics Flash: Banxico stays put and signals to wait a bit longer for a first policy rate cut”.
[1] Ver Nota Especial de la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex: “Cuando la tendencia ya no está de tu lado: Nuestro marco macroeconómico revisado” publicada el 15 de mayo de 2019.
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