• Se consolida
la mejora del entorno global ante la recuperación de la actividad industrial y
el comercio internacional, y la aceleración de la actividad económica durante
los primeros meses del año.
• Se acotan las
incertidumbres. Un fuerte impulso al crecimiento de EE.UU. parece menos
probable, pero los escenarios más proteccionistas también.
• En México, el
panorama es más positivo, pero aún con riesgos. Se espera que el crecimiento se
ubique en 1.6% para 2017 y 2.0% para 2018.
• La revisión
al alza se apoya en el mayor dinamismo del sector manufacturero en EE.UU. La desaceleración
del consumo será parcialmente compensada por el impulso de la demanda externa.
• El tipo de
cambio ya refleja el panorama más positivo. La inflación sigue en ascenso, pero
los menores riesgos hacia delante consolidan la expectativa de un descenso en
2018. El fin del ciclo de subidas de tasas está más cerca.
• El saldo
histórico de los requerimientos financieros del sector público como proporción
del PIB dejará de crecer en 2017
El Servicio de Estudios Económicos de BBVA Bancomer estima
que el panorama para México es más positivo, pero aún con riesgos. Se consolida
la mejora del entorno global y se acotan las incertidumbres. Se espera una
ligera aceleración del crecimiento global y una menor desaceleración del
crecimiento en México, en comparación con las últimas previsiones, destaca el
informe Situación México, correspondiente al segundo trimestre del 2017.
La mejora generalizada de los datos de confianza del
consumidor, aunada al avance del comercio global, apoyado sobre todo por el repunte
de la inversión en China gracias a los estímulos monetarios y fiscales
introducidos en 2016, son los principales factores detrás de la aceleración de
la actividad económica durante los primeros meses del año. Se espera que el
crecimiento global se ubique en 3.3% para 2017 y 3.4% para 2018.
Una de las características principales del mejor desempeño
de la economía global es la consolidación de la recuperación en EE.UU. Aun
cuando se ha reducido la probabilidad de que la nueva administración pueda
poner en marcha la reforma fiscal y que ésta tenga un impacto positivo en el
corto plazo, la economía continúa creciendo por encima de su potencial apoyada
en la aceleración de la inversión y un mercado laboral que se encuentra cerca
de su nivel de pleno empleo. De este modo se espera que la economía
estadounidense crezca 2.3% este año y 2.4% en 2018.
El sólido crecimiento de la economía de EE.UU. aunado a
los recientes pronunciamientos de varios funcionarios de alto nivel de la
administración Trump en favor de una renegociación sensata del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN) hacen que el panorama económico para
México luzca menos desfavorable que a inicios del año. En enero la ruptura del
TLCAN o aumentos importantes en aranceles y barreras no arancelarias a las
exportaciones mexicanas hacia EE.UU. parecían probables. Hoy dicha probabilidad
parece mucho menor. De hecho, el escenario base de BBVA Bancomer, al que le
asigna una probabilidad de 70%, es que el TLCAN sea renegociado y que los resultados
sean benéficos para los tres países que lo integran.
Consecuencia de lo anterior y también apoyado en un mayor
dinamismo de la demanda externa, se revisan al alza las previsiones de
crecimiento de 1.0% a 1.6% para 2017 y de 1.8% a 2.0% para 2018. La revisión
para 2017 se apoya en tres factores: a) un mejor comportamiento del sector
externo. Se anticipa que el sector de manufacturas de EE.UU. experimentará una
importante expansión en este año, lo que se reflejará en un renovado dinamismo
de las exportaciones que se estima crecerán a una tasa anual de 4.5%.; b) Una
revisión al alza de las cifras de crecimiento del PIB durante la segunda mitad
del año pasado y una expansión mayor a la anticipada en 1T17. Estos cambios
generan un efecto base positivo para el crecimiento del primer trimestre del
año; y c) Una política monetaria menos restrictiva a la que se anticipaba en
enero a medida que se mitigan las presiones de depreciación del peso.
Las variables financieras domésticas también reflejan el
cambio hacia un panorama menos desfavorable. El tipo de cambio ha registrado
una relevante apreciación de casi 15% desde la toma de posesión de Donald
Trump, la mayor apreciación entre las divisas a nivel global. Las mejores
perspectivas de un TLCAN 2.0 reducen la probabilidad de observar depreciaciones
como las de principios de año. Relacionadas en buena medida con esta
apreciación las expectativas de inflación implícitas en los mercados de bonos
han tendido significativamente a la baja, lo que se ha traducido en expectativas
de una política monetaria menos restrictiva y una reducción de más de 50 puntos
base de los rendimientos de bonos gubernamentales de largo plazo respecto a sus
niveles de principios de año.
Ante esta significativa apreciación del peso se han moderado
las previsiones de aumento de la inflación hacia adelante, aun cuando ésta
seguirá en ascenso hasta rebasar el 6.0% durante el verano. Se espera que
comience a descender en 4T17 para cerrar en torno a 5.6% en diciembre (cuatro
décimas menos que lo previsto en enero). En enero de 2018, un efecto base de
comparación muy favorable permitirá un descenso de 1.2pp a 4.4% y prevemos que
a partir de febrero de ese año se observe una tendencia gradual de disminución
hasta que la inflación cierre dicho año ligeramente por debajo de 4.0% (en
3.9%), dentro del rango objetivo del banco central.
Con base en estas perspectivas de inflación y ante la
ausencia de efectos de segundo orden generalizados, la conclusión del ciclo de
tensionamiento monetario está más cerca y se alcanzará en niveles menores que
los esperados en enero pasado. En resumen, se esperan condiciones financieras
menos restrictivas que al inicio de 2017.
En lo concerniente a las finanzas públicas, los esfuerzos
de consolidación fiscal a lo largo del año y el remanente operativo de Banxico
permitirán que se logre un superávit primario de por lo menos 0.5% del Producto
Interno Bruto (PIB) y que el cociente del saldo histórico de los requerimientos
financieros del sector público (SHRFSP) a PIB deje de crecer en 2017. El
cumplimiento de estos objetivos coadyuvará a que las agencias calificadoras no
reduzcan la calificación soberana de México. No obstante, el gobierno federal
tendrá que continuar con una política de contención del gasto programable ante
la presión que sobre las finanzas públicas seguirán ejerciendo el gasto en
pensiones, las participaciones federales y el costo financiero de la deuda en
los siguientes años.
La mejora en el panorama refuerza nuestra expectativa
comunicada hace tres meses con respecto a la elevada probabilidad de que los
efectos de las políticas económicas de la actual administración de EE.UU. sobre
la economía mexicana terminen siendo cíclicos y no estructurales. No obstante,
los riesgos no se han disipado del todo y se está frente a un largo periodo de
negociaciones comerciales, en el que las declaraciones de los diferentes
actores pueden interrumpir las condiciones favorables experimentadas en los
últimos meses. Asimismo, los riesgos geopolíticos, los vaivenes en los precios
de las materias primas y los activos financieros podrían generar nuevos
episodios de incertidumbre y volatilidad para la economía mexicana.
+++
No hay comentarios:
Publicar un comentario