Las
mudanzas traídas por la tecnología impactan en las interacciones
y
relaciones de trabajo.
Ciudad
de México a 2 de Mayo de 2017.— Comstor
unidad de negocio de Westcon-Comstor y uno de los principales mayoristas de
tecnología Cisco, explica cómo Cloud Computing afecta a las personas y a las
organizaciones.
Los
beneficios de la transformación digital para las empresas, representada por la
Computación en la Nube son innegables. Entre estas se destaca la posibilidad de
mayor competitividad, aumento de la productividad, mayor agilidad en procesos,
crecimiento de cuentas y eficiencia operacional.
El
concepto de Nube trabaja sobre todo en técnicas de computación que dependen de
recursos compartidos por Internet. Por ese motivo, los recursos necesariamente
son ingresados remotamente en locales de hospedaje por un gran público entre
funcionarios, proveedores y otros tantos usuarios que reciben permiso para
ingresar a las aplicaciones y al software, las cuales necesitan para sus
actividades. Es evidente, por tanto, una gran interacción entre computadoras,
Internet y el uso de Computación en la Nube en situaciones en que muchas veces
los propios individuos no las realizan de manera consciente.
Un
buen ejemplo de eso, es el uso de servicios de e-mail, como Gmail de Google,
que permite una organización y un acceso online, sin software específicos que
sobrecarguen el dispositivo físico. Eso sin mencionar los servicios de
almacenamiento en la Nube con sus innumerables proveedores, como OneDrive,
Google Drive, y Dropbox, entre otros.
Una
forma muy interesante tanto para programadores como para desarrolladores es la
utilización de GitHub, una plataforma de programación que permite que cada
programador guarde individualmente sus códigos online en un espacio de trabajo
exclusivo. Ese recurso facilita también la programación en equipo, una vez que
varios programadores que actúen juntos en un mismo proyecto puedan guardar
versiones de sus trabajos, los cuales son ingresados por otros usuarios
autorizados, sin que eso cause trastorno a los desarrolladores o detenga el
trabajo en ejecución.
Para
las organizaciones, la Computación en la Nube significó una gran mudanza al
permitir algunos desafíos, sobre todo en lo que se refiere a la infraestructura
física de los equipos, que fueron enfrentados de forma escalonada, atendiendo a
sus necesidades estacionales o de crecimiento. Esto se debió a que, en el
modelo tradicional, la empresa realizaba la compra de un software para ser
usado tanto en las operaciones de la empresa como también por el equipo.
Quedaba bajo responsabilidad de la organización también la compra de equipos,
servidores, etc, para que todas las funcionalidades de las aplicaciones
trabajen correctamente. En muchos de los casos, únicamente los equipos robustos
y caros conseguían ejecutar estas aplicaciones, limitando la flexibilidad del
software.
El
impacto de ello para la empresa era un esfuerzo considerable para la solución
de problemas técnicos, con la contratación de personal especializado para ese
tipo de tareas. En tanto, la Computación en la Nube usa un abordaje diferente.
Al utilizar modelos de Software as a Service (SaaS), Infraestructure as a
Service (IaaS) y Platform as a Service (PaaS), que son tecnologías centrales de
Cloud Computing, hoy es posible para las empresas contratar ese servicio,
actuar sin necesidad de adquirir y renovar periódicamente las licencias de uso
para programas o invertir gran parte del presupuesto en recursos
computacionales y de mantenimiento. Con la Nube, todo queda bajo la
responsabilidad del proveedor de servicios en la Nube, que debe garantizar su
funcionamiento 24 horas por día y con una ventaja más: la empresa sólo paga por
los recursos usados.
La
relación con el trabajo también fue modificada y la movilidad para los
colaboradores es una palabra clave. A través de la autorización, la
organización es capaz de ingresar al software necesario en su día a día de
gestión y trabajo en equipo, además las aplicaciones disponibles para atender
sus necesidades. En este caso, los equipos necesitan tener conexión a Internet
y una computadora o dispositivo para ingresar a esos ambientes y realizar su
trabajo.
El
impacto de la Nube en el día a día de las organizaciones también afecta su
cultura, sobre todo los procesos de trabajo. En ese nuevo sistema, aumenta la
responsabilidad de los individuos, una vez que la Computación en la Nube
permite el trabajo remoto, estableciendo nuevas relaciones. Por otro lado, una
desventaja del modelo debe ser mencionada: esta elimina la mano de obra,
aquella que sería necesaria para mantener el software y hardware en
funcionamiento correcto.
Por
último, pero no menos importante, está cuestión de la seguridad digital
permeando todas esas interacciones. Especialistas afirman que la seguridad de
la Computación en la Nube depende mucho de la seguridad del servidor en la
Nube. De esa forma, es necesario estar atento a los niveles de seguridad
implementados por el servidor de los proveedores de estos servicios. Los que
usan algoritmo de criptografía de alta tecnología en la Computación de la Nube
son denominados como los más seguros. El almacenamiento de datos e
informaciones confidenciales deben ser confiados a los servidores de
almacenamiento en la Nube que son considerados seguros.
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