En
este sentido los aportes de la tecnología han potenciado la
productividad, competitividad y la eficiencia en operaciones y con ello
nuevas técnicas para garantizar la seguridad.
A
nivel mundial, el número de personas que se encuentran expuestas en la
minería oscila en un aproximado del 1% de la población, de acuerdo a las
estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y es
en este sector donde se considera un cálculo del 8% de accidentes
mortales en el trabajo, además de diversas afectaciones como pérdida de
la audición y efectos a causas de las vibraciones.
Ante la serie
de riesgos que implica el trabajo en la minería, y dado que la
tecnología se ha posicionado como uno de los recursos primordiales para
garantizar la seguridad en las operaciones, el experto de
Axis Communications Mariano Vega, Regional Sales Manager para el sur de
Latinoamérica, ofrece tres puntos clave a considerar dentro de
un enfoque de seguridad integral, que implica volver más inteligentes y
eficientizar los espacios mineros.
-
Gestión de Riesgos
Frente
al número de personal expuesto en el sector minero, las operaciones
implican un gran desafío ante derrumbes, riesgos de construcción, daño
de equipos y fallas eléctricas, en donde la intensidad de las pérdidas
se ve reflejado no sólo en la interrupción de las operaciones, sino en
toda la cadena de valor, viéndose afectado un porcentaje significativo
incluso en industrias dependientes de la materia prima.
Por
otro lado, el riesgo que implica la operación de maquinaria de hasta
10,000 toneladas, se relaciona directamente con la seguridad de los
empleados de la mina, así como al costo por millones de dólares que
representa para las empresas la implicación de cualquier accidente entre
vehículos y maquinaria.
“En
este sentido, el uso de un sistema que se complemente con cámaras
fijas, y la integración de cámaras a corporales como la
Axis Body Worn, sirven para gestionar de manera eficiente la evidencia
de video, de esta manera las operaciones se realizan con mayor soporte
hacia operadores y conductores, además de la evidencia fidedigna de
cualquier suceso dentro y fuera de las instalaciones”, explicó el
experto.
-
Visibilidad en todo momento
Dentro
del sector minero, existen diversos procesos de extracción de
minerales, que pueden ser de superficie, subterráneos, de perforación y
submarinos o de dragado. Ante esta clasificación, uno de los desafíos se
refiere a la poca visibilidad dentro de minas, en donde se requieren
soluciones diseñadas para lidiar con poca luz o incluso en la
oscuridad.
La adopción de soluciones avanzadas de infrarrojos proporciona una combinación única de inteligencia de cámara y tecnología LED, que ofrecen la posibilidad de observar incluso en total oscuridad. Un ejemplo de estas tecnologías es la Axis Lightfinder que
hace que las áreas oscuras permitan una escena visible y capture
grandes detalles con poca luz, sin la necesidad de emisión de luz
externa.
Otro
de los grandes desafíos se refiere a la magnitud del perímetro a cubrir
dentro de la zona minera, donde las soluciones de amplio rango dinámico
juegan un papel fundamental para ofrecer imágenes detalladas a grandes
distancias, haciendo posible el identificar objetos y personas, al
reducir al máximo el ruido visual que ocasionan las excavaciones o nubes
de polvo creadas.
-
Eficiencia operativa
La
minería es un proceso que requiere de la mano de obra de miles de
personas en todo el territorio para poder llevarse a cabo, es por ello
que brindar seguridad a estos espacios es primordial para el buen
funcionamiento de las actividades, en donde es clave el desempeño de la
videovigilancia de manera ininterrumpida.
Según
Mariano Vega, “es fundamental considerar que la videovigilancia dentro
de las actividades en la minería permite mejorar la eficiencia operativa
y brindar seguridad a todo el personal. Sin duda la actividad minera es
esencial para los países de Latinoamérica, que a través de la
tecnología han logrado la innovación que deviene indudablemente en
mejores escenarios de desarrollo y prosperidad compartida”.
Sin
lugar a dudas, esta práctica requiere de procedimientos con mayor
alcance tecnológico que respondan de manera proactiva ante cualquier
falla técnica, ya que detener las operaciones repercute en pérdidas
económicas de forma alarmante. Al mismo tiempo, esto permite
la mejora de los procesos, al brindar a miles de personas que
diariamente están en exposición de posibles accidentes, la seguridad
para llevar a cabo sus actividades con mayor confianza ante un entorno
crítico.
Por
tal motivo, contar con tecnologías capaces de resolver los desafíos de
seguridad que presenta el sector minero, indudablemente mejora las
condiciones de trabajo y ayuda a cumplir con los estatutos de regulación
de las actividades del sector, confiriendo mayor bienestar al
trabajador y a las organizaciones que buscan mayor seguridad y
eficiencia.
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