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Nuestro país debe contar con una agencia transparente y confiable, para evitar riesgos en la salud de los mexicanos
Desde
su creación en el año 2001, la Comisión Federal de Protección
contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) emergió como un actor
fundamental para cumplir con el mandato constitucional plasmado en el
artículo 4, relativo al derecho a la protección de la salud.
La
COFEPRIS es el organismo sanitario nacional que orienta la
regulación, el control y el fomento sanitario de forma anticipada,
ágil y eficiente, ante la identificación, caracterización y
ponderación de cualquier evento adverso para, a partir de la
evidencia científica, evitar riesgos a la salud.
Dicha
Comisión había cumplido a cabalidad su mandato. Así lo demuestra
la distinción que ha recibido de organismos internacionales, como la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), al reconocer a la
COFEPRIS como Autoridad Reguladora Nacional de Referencia, en el
continente Americano.
La
COFEPRIS se ha destacado como un organismo competente y eficiente en
el desempeño de sus funciones de regulación sanitaria, para
garantizar la eficiencia, seguridad y calidad en los medicamentos y
vacunas.
Asimismo,
la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios ha sido
un actor clave en la implementación de operativos para el combate a
la ilegalidad en medicamentos, tabaco, bebidas alcohólicas, entre
otros productos.
Es
claro e inobjetable que, en años anteriores, la COFEPRIS ha mejorado
sustancialmente su desempeño como agencia reguladora. Cuenta de
ello, lo da la política farmacéutica integral, que ha eliminado
barreras de entrada a productos que han probado ser seguros y
eficaces.
Además,
debemos tener muy en claro que la regulación sanitaria no solo juega
un papel fundamental en la protección y en el fortalecimiento de la
salud de los mexicanos, sino que, también, es un componente eficaz
en la promoción de la economía.
Debido
a la importancia que reviste la COFEPRIS como un garante eficaz de la
salud pública, resulta apremiante que exista un organismo regulador
moderno y a la altura de los nuevos desafíos.
Lamentablemente,
vemos con preocupación que la COFEPRIS será degradada a nivel de
Dirección, para adscribirla a la Subsecretaría de Prevención y
Promoción de la Salud, encabezada por Hugo López-Gatell Ramírez,
quien bajo su tutela tendrá otras 12 instancias que convertirán
dicha institución en una instancia de gran poder, según consta en
el anteproyecto de Acuerdo que fue remitido a la Comisión Nacional
de Mejora Regulatoria (CONAMER) para su trámite, antes de ser
publicado para su puesta en vigencia en el Diario Oficial de la
Federación (DOF).
En
la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX)
consideramos que debe revisarse la legalidad de dicho Acuerdo, ya que
de aprobarse, sería ilegal por contravenir la autonomía
administrativa, técnica y de gestión que establece el artículo 17
bis 1 de la Ley General de Salud, por lo que la Comisión no podría
subordinarse a la Subsecretaría sin requerir una reforma a dicho
ordenamiento.
También
habría que tomar en cuenta que ya no existirá separación entre
quien regula y quien compra los medicamentos, lo que representa un
grave error, dado que la autonomía de los órganos reguladores
debería ser su rasgo principal.
Está
situación representa un verdadero retroceso, que no permitirá un
desarrollo eficiente de las 15 industrias reguladas por la Comisión,
que aportan aproximadamente el 10 por ciento del Producto Interno
Bruto (PIB), y lo más importante, la COFEPRIS ya no sería el
garante que se necesita para prevenir y proteger a la ciudadanía de
los riesgos sanitarios.
En
la COPARMEX consideramos que en el Gobierno Federal deben concurrir
la inteligencia y el esfuerzo necesario para que los mexicanos
tengamos la seguridad de que nuestra salud está bien protegida.
México ganó prestigio internacional con la COFEPRIS, con lo cual,
salió victoriosa, también, la salud pública.
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