martes, 5 de noviembre de 2019

EL ALUMBRADO PÚBLICO EN LA CDMX ES UNA DEMANDA SOCIAL INSATISFECHA


Ÿ  La falta de un alumbrado público eficiente provocó que el 74.6% de los habitantes del país se sientan inseguros, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2019.
Ÿ  Las alcaldías de Cuauhtémoc y Benito Juárez tienen el mayor índice de delincuencia en la ciudad y parte de las causas es la falta de alumbrado público eficiente.
Ciudad de México a 5 de noviembre de 2019 – Recientemente fueron dados a conocer dos estudios que por separado coinciden en la importancia del alumbrado público y la urgencia de modernizarlo en la república mexicana, que se ve afectado tanto en la seguridad pública como en el enorme gasto que realiza al pagar millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad por un servicio de alumbrado público obsoleto, ineficiente y que en algunos lugares es inexistente.
El estudio “Alumbrado Público, Eficiencia Energética y la Ciudad Inteligente” elaborado por la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) que dio a conocer recientemente, destaca que “El Alumbrado Público es una necesidad social insatisfecha cuya falta o funcionamiento inadecuado aporta a la percepción de inseguridad”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana emitida por el INEGI en marzo de 2019, casi 2 de cada 3 ciudadanos entrevistados (67.1% de la población), se sentía inseguro en espacios públicos que habitualmente usa, y el 62.9% de la población considera al alumbrado público como ineficiente. El Banco Mundial concluye que la inseguridad y violencia son provocados por la deficiente infraestructura urbana y la falta de alumbrado público eficiente.
Varios estudios tanto de la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía  (CONUEE) y la calificadora Fitch Ratings señalan la necesidad urgente de modernización del alumbrado público de los municipios y ciudades mexicanas, que tienen un alto consumo eléctrico desperdiciado en tecnología ineficiente y cara, como son las luminarias de vapor de sodio de alta presión o focos amarillos, los cuales tienen una vida útil mucho menor que alternativas como las luminarias LED de alta eficiencia energética y un mayor consumo de energía eléctrica, que incide directamente en los presupuestos municipales.
Específicamente en el caso de la Ciudad de México, con el crecimiento en el índice de inseguridad en varias colonias, resulta primordial que las autoridades apliquen medidas que contribuyan a erradicarla, por ejemplo, invertir en proyectos de eficiencia energética que mejore el alumbrado público.
En todos sentidos una medida que disminuiría la delincuencia en cada una de las alcaldías es el funcionamiento eficiente de alumbrado público. Un estudio reciente de la Ciudad de Nueva York, “The Impact of Street Lighting on Crime in New York City Public Housing” de CRIME LAB, muestra que mejorar el alumbrado público en las calles puede reducir hasta un 39%  la tasa de criminalidad en períodos nocturnos y en ambientes al aire libre.
Otro gran punto en contra de la infraestructura de alumbrado público en la Ciudad de México es que es poco amigable con el ambiente ya que produce grandes toneladas de dióxido de carbono que contaminan la atmósfera y contribuyen al cambio climático. Así mismo genera altos costos al Gobierno, ya que actualmente opera con sistemas de iluminación de baja eficiencia energética y carece de mantenimiento constante.
“Para la Ciudad de México los beneficios que brindaría la modernización del alumbrado público serían enormes, pues liberaría la presión en las finanzas del gobierno a la vez que ofrecería un servicio de mayor calidad a la ciudadanía”, señala Daniel Gómez Junco, experto en eficiencia energética. “El gasto que efectúan la mayoría de las alcaldías en alumbrado público es el servicio más caro por el que pagan seguido de las nóminas, y esto se puede resolver de forma sustentable con un claro beneficio que ayudará al desarrollo social y económico de la capital”.
De acuerdo con la CONUEE tan sólo el cambio de luminarias de la Ciudad de México generaría un ahorro de al menos el 30% de su consumo actual, lo cual se traduce en $2.9 mil millones de pesos anuales, y la reducción de 4 millones de toneladas de bióxido de carbono que se lanzan a la atmósfera, lo mismo que emiten 2 millones de autos en un año.

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