martes, 12 de noviembre de 2019

Diagnóstico y tratamiento oportuno de diabetes reducen el riesgo de ceguera



 
  • De acuerdo con la ENSANUT de Medio Camino 2016 las complicaciones más frecuentes entre las personas con diabetes son visión disminuida (54.5%), daño en retina (11.2%) y pérdida de la vista (9.95%); situación que destaca la importancia de promover acciones de control.[1]

Ciudad de México a 12 de noviembre de 2019.- En México, se calcula que el 9.4% de adultos ha sido diagnosticado con diabetes[2], los cuales están en riesgo de presentar algún grado de perdida de la visión, incluso ceguera al no mantener una vigilancia anualizada mediante un estudio de fondo de ojo. El deterioro visual suele manifestarse en los pacientes entre 5 y 10 años posteriores al diagnóstico de diabetes.[3]
Por ello en el marco del Día Mundial de la Diabetes, a conmemorarse el próximo 14 de noviembre, Johnson & Johnson Surgical Vision, reitera su compromiso con la sociedad mexicana y destaca la importancia de un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado con el fin de preservar y cuidar la visión, no sólo en pacientes diagnosticados con diabetes sino en toda la población.
“Un paciente diagnosticado con diabetes mellitus debe considerar acudir con un oftalmólogo al menos una vez al año para que a través de un estudio de fondo de ojo, se pueda identificar oportunamente cualquier daño en los vasos sanguíneos. El tratamiento de cualquier enfermedad debe ser implementado desde el diagnóstico para evitar cualquier riesgo de pérdida irreversible de la visión” comentó el Doctor Jesús Arrieta, Médico adscrito del servicio de segmento anterior del Ojo del Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana IAP.
La diabetes puede elevar el riesgo de padecer o empeorar enfermedades visuales tales como la retinopatía diabética, el edema macular diabético, la catarata y el glaucoma.[4] La falta de un control regular de la glucosa incrementa el riesgo de tener un alto nivel de azúcar en sangre, lo cual daña los vasos sanguíneos del cuerpo principalmente los que se encuentran en los ojos, corazón, nervios, pies y riñones.[5] 
En los ojos, los diminutos vasos sanguíneos pueden inflamarse, debilitarse y taparse, lo cual impide la circulación de la sangre causando distorsión y deficiencia de la calidad de la visión.
Cuando los vasos sanguíneos de la retina están deteriorados, proliferan y causan sangrado en la parte posterior del ojo, opacando el paso de luz dentro del ojo. A esto se le conoce como retinopatía diabética, considerada como la causa número uno de ceguera en México, la cual puede derivar en edema macular diabético.[6]
El edema macular diabético ocurre cuando los pequeños vasos sanguíneos en el centro de la retina se vuelven permeables y hacen que la mácula se inflame, nublando la vista de manera gradual. Se considera un padecimiento altamente discapacitante, al ser causa de ceguera total irreversible si no se trata a tiempo.[7]
La catarata a su vez ocupa el primer lugar de ceguera reversible. Existen varios tipos de cirugía, en todos los procedimientos, la visión se restaura al extirpar quirúrgicamente la lente afectada y reemplazarla con una lente artificial conocida como lente intraocular (IOL).[8]
Las personas con diabetes tienen un 40% más de riesgo de padecer glaucoma que las personas sin diabetes. Esta enfermedad es considerada como “el ladrón silencioso de la vista”, causa daño al nervio óptico y la pérdida de la visión lateral, es la primera causa de ceguera irreversible a nivel mundial y en nuestro país, es la segunda causa de discapacidad entre la población.[9]
Un diagnóstico oportuno le permite al médico definir el tratamiento adecuado para tratar los problemas en los ojos, tales como: cirugía láser, vitrectomía, colocación de un implante de drenaje y cirugía del cristalino.
“El ingenio del equipo de investigadores y científicos, nos permite apoyar a los profesionales del cuidado de la visión con una sólida cartera de productos, desde lentes intraoculares innovadores que están redefiniendo el estándar de la industria en temas de calidad de visión y rendimiento hasta los sistemas de inserción de LIO de próxima generación que mejoran la experiencia quirúrgica de los pacientes”, comentó Isaac García, director de unidad de negocio de Johnson & Johnson Surgical Vision México
Las consecuencias de no acudir al médico por un diagnóstico y tratamiento oportuno no se limitan exclusivamente a la pérdida de capacidad visual, también afectan la calidad de vida del paciente, éste puede llegar a perder su empleo, tener algún tipo de accidente vial, sufrir de depresión y desordenes de ansiedad.[10]


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