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Se localizaron 40 caparazones y restos de tortugas marinas en el sitio
denominado Isla de Soto, en la Comisaría de Isla de la Piedra, Mazatlán,
Sinaloa.
La
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en atención a
una denuncia telefónica donde reportaban el hallazgo de caparazones y
restos de tortugas marinas, acudió a Isla de
Soto, perteneciente a la Comisaría de Isla de la Piedra, en el puerto
de Mazatlán, Sinaloa, para dar la atención procedente.
En el sitio fueron localizados 40 caparazones y restos de tortugas marinas golfinas (Lepidochelys olivacea) esparcidos y en diferentes etapas de descomposición dentro de un paraje con
acceso únicamente por vía marítima.
Por
los hechos, la Profepa presentó denuncia penal ante la Fiscalía General
de la Republica (FGR) por tratarse de un delito ambiental, dado que se
determinó que se trata de un sitio clandestino
utilizado para arrojar o desechar restos de tortugas marinas traficadas
como partes y derivados. Se abrió la carpeta de investigación y se dio
fe ministerial de las evidencias encontradas.
Con
base en el artículo 60 Bis 1 de la Ley General de Vida Silvestre, desde
el 2006 en México ningún ejemplar de tortuga marina, cualquiera que sea
la especie, puede ser sujeto de aprovechamiento
extractivo, ya sea de subsistencia o comercial, incluyendo sus partes y
derivados, por lo cual su venta y consumo está totalmente prohibido.
Es
importante señalar, que todos los quelonios marinos que se localizan en
aguas de jurisdicción federal, ya sea para reproducción o anidación,
están protegidos por la Norma Oficial Mexicana
NOM-059-SEMARNAT-2010 y leyes en materia ambiental, por lo que su
captura, posesión o transporte están considerados como delito y se
castiga con uno a nueve años de cárcel y una multa de 300 a 3,000
Unidades de Medida y Actualización vigentes.
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