Por Luis Alberto Sánchez, General Manager México y Centro América de Emailage
Como sabemos, existe una cantidad incontable de datos disponibles en la dark web que
pueden caer en las manos equivocadas. La abundante información personal
que se ha filtrado a aquel nivel digital aumenta las posibilidades de
fraude, lo cual representa una dura realidad en los últimos días.
Actualmente,
México está posicionado como el país número uno en pérdidas por fraude
de comercio electrónico de América Latina, a pesar de registrar una tasa
de rechazo de pedidos en el comercio electrónico de 14.3%; además se
encuentra entre los primeros lugares de fraude de e-commerce a nivel
mundial con un índice de 1.9 por ciento.
Pero
¿qué sucede cuando todos los datos de una persona coinciden, y quien
los usa o registra al realizar las transacciones no es el propietario?
Cuando
se usan datos robados (nombre, dirección, número de seguro social,
números telefónicos, entre otros) en un intento de fraude, los
estafadores no se esfuerzan por obtener acceso a la dirección de correo
electrónico de la víctima, debido a que les requiere más tiempo y
esfuerzo obtener el control de una cuenta de correo electrónico sin que
se haga una notificación a la víctima.
Los defraudadores trabajan a escala y obtener una contraseña a través de phishing o malware les lleva mucho tiempo, y el tiempo es dinero. En cambio, les es más sencillo crear una nueva dirección de correo electrónico con los datos robados.
Sin embargo, cuando el robo de información involucra también una dirección de correo electrónico,
la tendencia es diferente: los estafadores aprovechan las cuentas
asociadas a ese e-mail. En este proceso, la automatización juega un
papel muy importante, pues una vez que los estafadores ingresan al
correo, ejecutan programas que identifican cuáles son las cuentas
vinculadas a esa dirección.
Después
de eso, para los estafadores explotar y monetizar las cuentas
vinculadas a un correo electrónico, es tan sencillo como restablecer una
contraseña, lo cual representa un camino mucho más rápido para la
apertura de nuevas cuentas que les generen dinero.
En
los últimos años se ha observado una rápida especialización en los
fraudes antes mencionados, por eso una dirección de correo electrónico
es un elemento esencial para luchar contra el fraude en línea. Sin
embargo, otros elementos, como el machine learning y el análisis del comportamiento de los datos, también están proporcionando una sólida validación de identidad digital.
Estas
herramientas son clave, no sólo para la prevención del fraude en línea,
sino que también lo es en términos de validación de identidad digital,
protección de marca, y violaciones de contenidos, por mencionar algunos;
pues ayuda a predecir los riesgos de fraude, a saber quien es la
pesorsona detas de una trasacción y al mismo tiempo permite la expansión
de un negocio.
Si bien, no hay una solución mágica
para la prevención del fraude, es posible tomar ventaja de las
herramientas que hay en México que brindan grandes oportunidades al comercio
electrónico y servicios financieros digitales, para esto es fundamental
invertir en tecnología de punta (como herramientas que combinen Machine Learning, AI, Deep Learning, entre otras) que ayude a evaluar la identidad digital de clientes y prospectos. Todos debemos estar atentos y trabajar juntos en este sentido, los ataques de fraude es un tema que nos afectan a todos.
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