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“Ser un nómada digital permite una liberación profesional respecto a los límites geográficos, rutinas y horarios fijos. Y aunque los nómadas digitales viajan mucho, no son el tipo de viajero tradicional, pues a esas personas los acompaña siempre su trabajo, por lo cual necesitan encontrar un lugar que les asegure que pueden trabajar de forma 100% adecuada”, aseguró Ernesto de Olazával, CEO y cofundador de Comunal Coworking.
Los coworkings son lugares flexibles para personas flexibles. Con contratos adaptados a sus necesidades, diversidad de horarios, con buena conectividad a internet, salas de reuniones, sistemas informáticos y espacios ergonómicos, por lo que pueden representar una buena opción para los nómadas digitales. Un plus de estos espacios es que las personas pueden coincidir con otros profesionales, permitiendo el intercambio de conocimientos y prácticas que favorecen al desarrollo e incubación de proyectos.
Al respecto, Ernesto de Olazával considera que “es indispensable fomentar la flexibilidad en los trabajos, ya que este modelo permitirá aumentar la productividad de los trabajadores y también encontrar el mejor talento sin importar su ubicación geográfica”.
El paso al trabajo remoto a consecuencia de la pandemia ha visibilizado que el trabajo a distancia funciona, lo que permitirá que muchos trabajadores se sumen a ser nómadas digitales, pues se estima que en los próximos 2 a 3 años la tendencia crezca más de 19 millones, según datos de MBO Partners. “Esto contribuirá a que con el tiempo veamos a más nómadas digitales trabajando en coworkings y otros espacios, además de más oficinas tradicionales reconvirtiéndose en espacios flexibles”, concluyó De Olazával.
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