El momento que hemos vivido ha obligado a
acelerar el ritmo de los cambios en las compañías, pero
moverse rápido puede ser incómodo. Te pedirán que hagas
recomendaciones sobre situaciones con las que raras veces te
has encontrado, que le des poder a diferentes tipos de equipos
y que evalúes el valor del negocio en un entorno para el que
el conjunto de métricas existente no es completo. Esto
significa que tendrás que ser visionario, ampliar tus procesos
de pensamiento, buscar diversas perspectivas y convencer a los
demás sobre lo que será valioso para tu organización.
Si vas
despacio, puede ser que hagas las cosas bien, pero también
llegarás unos dos años tarde. Como dijo Mark Twain, "la mejora
incremental es mejor que la perfección retardada".
Por eso la
agilidad y la velocidad – que permite la tecnología en la nube –
están a la orden del día. He apuntado aquí algunas formas de
moverse con rapidez y ofrecer novedades a tus clientes y a tu
empresa.
Amplía tu
forma de pensar sobre el retorno de inversión y el riesgo
Mucha gente se
ha subido al carro de la transformación digital, pero no todo el
mundo entiende sus implicaciones. Los empresarios pueden saber
que el equipo se beneficiará, pero puede ser que no entiendan
cómo o por qué lo hará. Como resultado, pueden estar dispuestos
a hacer apenas algunas cosas de manera diferente. Esto puede
deberse a que el análisis clásico del retorno de la inversión
(ROI) no se aplica bien a la transformación digital y, sobre
todo, a los entornos en la nube. El modelo clásico pasa por alto
el menor riesgo, la agilidad y la velocidad que ofrece la nube.
Debes entender
que la nube te permite modelar un proyecto con rapidez, por lo
que no necesitas pasar semanas averiguando una arquitectura,
tratando de determinar la computación o el almacenamiento
exactos que debes adquirir, o qué acuerdo de licencia debes
contratar. Ten en cuenta que una plataforma de computación en la
nube puede permitirte ajustar las decisiones a los movimientos
de la empresa. Deja de gastar en exceso en infraestructura; en
su lugar, utiliza la nube para ampliar y reducir la escala según
sea necesario. Dedica tiempo al valor comercial de la
iniciativa.
Encuentra a
un líder en la empresa que defienda tus esfuerzos en la nube y
te ayude a contar la historia
Identifica y
conecta con alguien dentro de la empresa que pueda defender tu
transformación digital basada en la nube. Selecciona a quien
pueda entender el valor para el negocio de una transformación
digital y que se convierta en un aliado para desarrollar la
propuesta de valor y contar la historia.
Trabaja con
esta persona para educar a los demás sobre el valor comercial
que aportará la transformación. Involucrar el lado comercial te
ayudará a demostrar que no estás adoptando la tecnología por la
tecnología, porque es lo mejor que hay en el mercado.
Modernizamos
una aplicación que funcionaba en una plataforma obsoleta para
uno de nuestros clientes. Los cambios eran difíciles y no tenía
muchos empleados para brindarle soporte al proyecto
internamente. Con la aplicación optimizada, la empresa puede
ahora asegurar más negocios. La ejecución en la nube se traduce
en una incorporación más rápida de los asociados, porque la
empresa no tiene que instalar la aplicación en los computadores
de los nuevos empleados. Los empleados, por su parte, no tienen
que esperar una semana para empezar a hacer su trabajo. En
esencia, el beneficio para la empresa fue obtener más ingresos,
más productividad, acelerar los cambios para ajustarse al
mercado y tener un gasto de capital mínimo para mejorar la
capacidad de cómputo y almacenamiento.
Considera la
posibilidad de trabajar con un socio que te ayude a comunicar el
valor de la nube a la junta directiva y a los líderes
empresariales. Un socio con experiencia en la nube hará hincapié
en la calidad por encima de la cantidad y podrá compartir
estudios de casos que ilustren cómo otros han obtenido
beneficios empresariales de la nube.
Entienda que no
hay una fórmula para hacer las cosas en este entorno. Algunos
proveedores de soluciones en la nube hacen las mismas cosas una
y otra vez y querrán reproducirlas contigo. Evita este tipo de
empresas y elige un socio que se adapte a tus necesidades únicas
y pueda ayudarte a mercadear el valor empresarial de tu
transformación.
Apóyate en
equipos más pequeños y ágiles
Recurre a
equipos más pequeños y pídeles que se centren en pequeñas
tareas. Asegúrate de que estos equipos cubran diferentes
funciones dentro de tu empresa. De este modo, los silos
departamentales no te frenarán. En lugar de microgestionar estos
equipos, confía en ellos y permíteles hacer su trabajo.
Un gran
minorista es un ejemplo de este nuevo modelo en funcionamiento.
Sus equipos de producto interfuncionales incluyen un director de
producto, que no suele ser de TI; desarrolladores o ingenieros
de TI; y un diseñador de experiencia de usuario. La dirección no
les dice cómo resolver un problema, solo les dice cuál es el
problema y los indicadores clave de rendimiento con los que
tienen que trabajar.
El equipo
decide la estructura, que puede cambiar en función del reto que
se plantee. Los miembros del equipo se reúnen por la mañana y
deciden quién hará qué y cuándo. Ya están listos para empezar.
Es rápido y sencillo. Y lo más importante, el equipo es
responsable de los resultados.
Céntrate en
el impulso en lugar de hacerlo en la disrupción
Hoy se habla
mucho de que las organizaciones deben "aceptar que el cambio
disruptivo es la norma". En lugar de centrarse en la disrupción
es mejor concentrarse en cómo hacer que el cambio y la
innovación sean inherentes al funcionamiento de su organización
y de los equipos que la componen.
Mi empresa
está implantando un nuevo sistema de planificación de recursos
empresariales (ERP). La gente puede pensar que, una vez que el
sistema esté implantado, podremos tomarnos un respiro. Pero en
cuanto empecemos a utilizar el nuevo sistema, vamos a contar a
nuestros asociados todas las cosas que queremos hacer con él.
Una vez que se implanta una nueva solución, no hay que
detenerse: hay que pensar en lo que viene después, pero hay que
hacerlo en el contexto de un cambio incremental, no de una
perfección retardada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario