Por
Francisco Ramírez, Country Manager para México Centro América y Caribe.
Según
datos del Índice de Tráfico 2016 del Instituto Mexicano para la Competitividad
(IMCO), los habitantes de la Ciudad de México viven más de 200 horas anuales en
el tránsito de la ciudad con mayor congestión vehicular en el mundo. El estudio
se realizó con datos de 174 ciudades de 38 países diferentes. Ante esta
situación, resulta de gran importancia promover el transporte público como una
alternativa favorable al uso del
automóvil, ya sea porque el ciudadano no quiere pasar horas en el tráfico o
bien por el costo del combustible. Por lo tanto, la excelencia en la calidad del servicio es un reto clave para empresas
del sector de transporte público y una de las principales demandas de los
usuarios.
Por
otro lado, es un hecho que el suministro de una flota más grande significaría
atender a la gente con más comodidad. Pero, ¿qué pasaría si las empresas
tuvieran la capacidad de conocer para qué líneas y en qué momentos se necesitan más vehículos? O, ¿si pudieran
ver estos datos en tiempo real y enviar vehículos adicionales para los tramos
ocupados? La realidad es que las cámaras de video vigilancia están empezando a
ser instaladas en el interior del transporte público alrededor del mundo.
Gracias a la utilización de equipos digitales, que proporcionan imágenes a
través de la red, los administradores tienen ahora una nueva herramienta para
mejorar el servicio, capaz de contar el número de usuarios en tiempo real,
reducir el fraude y generar pruebas con alta calidad de imagen.
La
tecnología ya permite que en los autobuses se instalen cámaras cerca de las
puertas para contar cuántas personas suben y bajan del autobús. En caso que el
número sea aproximado al límite, es posible que la compañía envíe
automáticamente un vehículo vacío para esa línea, evitando el hacinamiento.
Paralelamente, a finales de cada mes, estos datos son útiles para la
reubicación de los vehículos y redefinir la oferta regular de autobuses.
Por
otro lado, uno de los elementos de mayor importancia para el impulso de la
utilización del transporte público en las grandes ciudades se focaliza en la
sensación de seguridad de los ciudadanos. En este aspecto, la tecnología de
video vigilancia ayuda a prevenir incidentes de todo tipo. Cuando ocurre una
situación de peligro en el sistema de tránsito, es importante detectarlo a
tiempo y responder con rapidez. Los principales objetivos del manejo de
incidentes son minimizar los impactos y no escalarlo a menos que sea necesario
con el fin de utilizar recursos de respuesta apropiados. Así muchos hurtos, robos y asaltos que ocurren
dentro de los autobuses podrían reducirse gracias al poder inhibidor de estos
dispositivos, que ya cuentan con protección anti vandálica. En estos casos, se
pueden utilizar las imágenes de los crímenes y delitos que se producen ante las
cámaras, para identificar a los responsables y aportar pruebas de video con
alta calidad de imagen para que puedan proceder en las decisiones judiciales.
Uno
de los proyectos más importantes de video vigilancia a nivel mundial en los
autobuses se sitúa en Madrid, España. La compañía EMT controla más de dos mil
autobuses equipados con cuatro o cinco cámaras digitales Axis cada uno. La
empresa accede a las imágenes en tiempo real, se puede comunicar con los
controladores, y todas las imágenes se envían a una central de alarmas. Las
cámaras, resistentes a las vibraciones y capaces de funcionar a altas
temperaturas, envían dos flujos de video al mismo tiempo – que se utilizan uno,
para la visualización en directo y el
otro para alta resolución que sólo se utiliza en caso de emergencia. En este
último punto, el contenido se descargará a través de wi-fi cuando el autobús
llega al estacionamiento.
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