Existe
una disputa sobre el concepto de “quemado” de auriculares. Audiófilos de hueso colorado lo aseguran.
Otros difieren totalmente argumentando un total fraude. ¿Quién tiene la razón?
Por:
Holger Reisinger
Vicepresidente
Senior en Soluciones de Negocio para Jabra
Si
usted es como la mayoria de las personas, lo primero que seguramente cruzó por
su mente cuando leyó “quemado”, fue algo así como, “¿Perdón?”.
¿En
qué consiste el “quemado” de auriculares?
Seguramente
ha escuchado eso de que se deben de usar unos zapatos antes de que puedan ser
utilizados normalmente y de manera cómoda, a esto se le llama “aflojar” los
zapatos. Es algo que incluso los coaches expertos promueven para el uso de los
zapatos deportivos. Y esto ocurre debido
a que los materiales requieren de estirarse para permitir su amoldeamiento
final.
Bueno,
“quemar” es lo mismo, pero para auriculares.
La
idea general es que los nuevos audífonos toquen música durante varias horas
antes de que alcancen su sonido correcto.
Supuestamente lo que logra este proceso es aflojar los diafragmas para
alcanzar su óptimo nivel.
Pero,
mientras que “aflojar” unos zapatos se encuentra bien documentado, el “quemado”
de auriculares se encuentra aún sin explorar a fondo. Los argumentos al respecto van desde la
completa indiferencia hasta las discusiones más acaloradas.
¿Qué
opinan los creyentes?
Algunos
audiófilos piensan que los nuevos auriculares deben pasar primeramente por un
proceso de “quemado”. Para ellos, la
diferencia entre unos audífonos “quemados” de unos que no lo están, es tal como
el día y la noche. Tienen incluso conocimiento específico de cuantas horas de
“quemado” requieren cada tipo y modelo de auriculares. Encontrará usted por tanto guías de
información detallada de cómo “quemar” adecuadamente cada audífono.
Incluso
algunos fabricantes ofrecen tracks especiales de sonido con distintos tipos,
como el conocido “ruido rosa” y música para ejercitar el diafragma de los
nuevos auriculares. He aquí un track especial que puede utilizar, si usted odia
tanto a sus oídos como a los de sus vecinos.
VER VIDEO
¿Qué
dicen los escépticos?
Los
escépticos simplemente no se lo creen.
Para ellos, toda esta idea son tonterias. Lo más que comentan es que todo esto de la
“quemada” es un ejemplo más del “efecto plasebo”: La gente siente que sus auriculares suenan
mejor porque en el fondo esperan que efectivamente suenen mejor. Todo se encuentra en sus cabezas no en sus
audífonos.
Lo
segundo que piensan es que se trata de un grupo de fanáticos de la música
queriendo hacerse los inteligentes a través de observaciones
pseudo-científicas.
¿Qué
dice la ciencia?
Aquí
es donde las cosas se vuelven más complejas… ¡diculpe usted!
El
quemado de auriculares a diferencia de la seguridad del Bluetooth®, se trata de
un tema al que los científicos no le prestan mucha atención. (Lo que probablemente sea lo mejor)
No
existen muchos datos basados en estudios sobre esto. Sin embargo, existe una
persona autonombrada como geek de los audífonos, Tyll Hertsens quien ha puesto
el “quemado” a prueba.
El
realizó una prueba, que aunque subjetiva puede dar un poco más de luz a este
respecto, el simplemente utilizó dos pares de auriculares – uno nuevo y otro
“quemado” – sin conocer cual era cual. El trató de esa manera de escuchar
alguna diferencia. VER VIDEO
Durante
el segundo experimento realizado por Hertsens, el midió la frecuencia de
respuesta de un par de nuevos audífonos después de que fueron utilizados por 5
minutos, 25 minutos, 1 hora y hasta 90 horas.
¿Sus
conclusiones? No fueron concluyentes. Aunque detectó diferencias, no fueron
determinantes como para identificar al “quemado” como concluyentes de esta
prueba. En sus propias palabras:
“Estoy
totalmente convencido de que aunque existen efectos importantes, la mayoría de
los casos en que la gente comenta haber percibido “un cambio dramático” en sus
auriculares, resulta de un cambio fisiológico de sus propias cabezas, cambiando
y adaptándose al sonido.”
¿Cuál
es el veredicto?
El
“quemado” de auriculares es una de esas cosas que quedan a consideración de la
preferencia del usuario. Es algo como
discutir entre el XBOX ONE y el PS4 para saber cuál es el mejor. (cuando todo
mundo sabe que el Wii U ¡es la neta!)
Así
que aquí hay un idea loca: si el “quemar” sus audífonos es algo destacado para
usted, sígalo haciendo. No los
estropeará, y puede que en verdad terminen sonando de manera sublime al final.
Por
otro lado si no es algo que realmente le importe en demasia, continue así, sin
importarle. Solo desempáquelos, y úselos directamente salidos de la caja y
disfrute de su música.
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