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El vertimiento ocurrido el pasado 16 de marzo sucedió en un canal interno de
operación, entre los vasos 1B y 2B Sur de la empresa Exportadora de Sal S.A que
no tiene conexión al mar.
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El suceso aconteció a poco más 2 km de distancia de la Reserva de la Biosfera
El Vizcaíno sin posibilidad alguna de afectar la vida marina.
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Un vaso de salmuera residual rompió un dique de contención y derramó parte de
ésta a un canal de operación dentro de la instalación industrial.
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El Canal que recibió la salmuera se encuentra dividido por diversos diques
transversales, por lo que no tiene conexión alguna con el mar, esto permitió
que la salmuera quedara en el mismo canal.
La
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) señala que no existe
evidencia de mortandad de moluscos, crustáceos, peces o mamíferos marinos en
alguna parte de la Laguna Ojo de Liebre, B.C.S., a partir del 16 de marzo, como
resultado de un derrame de salmuera residual dentro de las instalaciones de
Exportadora de Sal, S.A. de C.V.
Asimismo,
indica que tras estudios realizados para constatar la medición de los índices
de salinidad del agua en la también conocida como Reserva de la Biosfera El
Vizcaíno, se corroboró que dichos
índices están en condiciones normales con valores promedio de 35.23 UPS
(Unidades Prácticas de Salinidad, equivalentes a gramos por cada litro de
agua), tanto en superficie como en el fondo.
Por
su parte, el Notario Público No. 21, Lic. Marcos Rogelio Espinoza Cota, con
sede en el Estado de Baja California Sur, en fe de hechos constata además que
en las áreas de producción de Exportadora de Sal no se apreciaba algún derrame
de aguas salitrales o concentrados hacia el complejo Lagunar Laguna Ojo de
Liebre.
En
una acción coordinada con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(CONANP), elementos de la PROFEPA realizaron un recorrido por las siguientes
áreas: concentración, almacenamiento de salmuera amarga, Puerto Chaparrito, y
según consta en la fe notarial no se apreció ningún derrame de aguas salitrales
o concentrados hacia el complejo lagunar Laguna Ojo de Liebre.
La
salinidad de la Laguna Ojo de Liebre se mide de manera continua, cada 10
minutos, los 365 días del año, con ayuda de dos estaciones de medición de
parámetros fisicoquímicos del agua.
Durante
el mes de febrero de 2017 se tomaron 4,032 mediciones en la estación ubicada en
el Canal de Ballenitas, siendo el valor promedio 37.57 UPS, máximo 38.98 y
mínimo 35.57, lo cual es normal para una laguna costera que no tiene afluente
de agua dulce.
Es
de destacar que un aumento de salinidad en el sitio afectaría primero y antes
que nada a los organismos marinos sésiles (aquellos que no pueden moverse) como
es el caso de los moluscos; y a los que tienen una movilidad limitada
(crustáceos como los cangrejos).
Otros
organismos, como los peces, pueden ser sensibles a la salinidad, no obstante,
por ser móviles, tienden a escapar de las condiciones adversas en las que se
puedan encontrar.
Ante
ello, esta dependencia señala que no existe evidencia de mortandad de moluscos,
crustáceos, peces o mamíferos marinos en alguna parte de la Laguna Ojo de
Liebre a partir del 16 de marzo, cuando ocurrió un derrame de salmuera residual
dentro de las instalaciones de Exportadora de Sal, S.A. de C.V.
Un
video dado a conocer por el medio de comunicación digital Ejecentral muestra el
vertimiento de salmuera a un canal interno –situado entre los vasos 1B y 2B
Sur- en un sitio ubicado a 2 km de distancia de la Laguna Ojo de Liebre y que
no tiene conexión con el mar.
En
esa misma fecha, un vaso de salmuera residual rompió un dique de contención y
derramó parte de ésta a un canal de operación que se utiliza para trasladar
salmuera entre diferentes vasos dentro de la instalación industrial, mediante
un sistema de bombeo.
El
Canal que recibió la salmuera se encuentra dividido por diversos diques
transversales, por lo que no tiene conexión alguna con el mar, lo que permitió
que la salmuera quedara confinada en el mismo canal.
En
el video de Ejecentral se atribuye además la muerte del ejemplar albino de una
ballena –referida erróneamente como un crustáceo- al supuesto derrame de
salmuera a la Laguna Ojo de Liebre ocurrido el pasado 16 de marzo.
Dicha
nota supone que la normatividad aplicable a los jales mineros se debe
considerar también a los depósitos de salmuera porque contiene un alto contenido
de Litio y por ende es supuestamente tóxico.
Sin embargo dicho material no es un residuo
peligroso ya que se encuentra en la salmuera en concentraciones entre 200 y
2,000 ppm (0.02 a 0.2 por ciento) y tiende a fijarse en partículas de
sedimento, lo que lo hace en realidad inocuo.
Las
ballenas no son buenos indicadores de calidad del ambiente toda vez son
mamíferos que tienen sistemas sofisticados de regulación fisiológica (entre
ellos la regulación de las concentraciones de sal en el organismo) y gran
movilidad, lo que les permite alejarse de situaciones ambientales adversas, tal
como lo hacen durante su migración.
Además,
es bien conocido que la condición genética recesiva de los individuos albinos
les da poca probabilidad de sobrevivir en el medio natural.
Es
de destacar que en la presente temporada de avistamiento de ballenas se han
registrado 32 ejemplares de ballena gris muertos (ballenatos, juveniles y
adultos), cifra que se encuentra dentro de los límites naturales de mortalidad.
Para los años 2015 y 2016 el registro fue de 53 y 47 ejemplares,
respectivamente.
La
PROFEPA ha realizado una revisión minuciosa del estado que guardan los diques
de contención de Salmuera colindantes con la Laguna Ojo de Liebre, constatando
que se encuentran en buen estado y que no existió derrame alguno a la laguna
Ojo de Liebre.
Se
precisa que las 5 mil 400 hectáreas de depósitos de salmuera en las
instalaciones de ESSA, apenas representan el 2.4 por ciento de la superficie
total de la Laguna Ojo de Liebre, donde además ocurre un movimiento de aguas constante y vigoroso como
resultado de las mareas naturales.
La
Ballena Gris llega a la laguna costera Ojo de Liebre para su crianza y
apareamiento porque la salinidad y la temperatura son ligeramente superiores a
las del mar abierto, lo que ofrece mejores condiciones para sus crías, como
mayor flotabilidad en el proceso de aprendizaje de nado y respiración, además
de brindar mejor protección contra potenciales depredadores.
Finalmente,
no se tiene noticia de inicio formal de investigación alguna porte de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO).
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