Como
resultado, la telemedicina se ha impulsado de diversas formas, y los
hospitales están buscando cada vez más la incursión de tecnologías que
les permitan estar conectados con los usuarios y personal de trabajo a
pesar de los retos.
Francisco Fandiño, Director de Ventas Latín América en Barco, explica que la “idea
del trabajo quirúrgico a distancia estuvo estrechamente relacionada con
la cirugía robótica, que ha existido durante varias décadas. El
concepto de 'telecirugía' describe la posibilidad de realizar cirugías
de forma remota, estando el cirujano y el paciente en diferentes
lugares”. El cirujano controla un robot que está con el paciente en
el quirófano, y de esta manera ejecuta el procedimiento a distancia. La
primera cirugía a distancia del mundo se completó con éxito en 2001,
una colecistectomía laparoscópica en un paciente en Francia, realizada a
través de un robot por un equipo quirúrgico en Nueva York.
El
objetivo es que las cirugías se puedan realizar de esta manera en áreas
de difícil acceso, como lugares rurales remotos, zonas de guerra o
incluso en astronautas en el espacio. Aun así, existen algunos desafíos
para la telecirugía, como un retraso en el tiempo de transferencia
(denominado latencia) y la ausencia de retroalimentación háptica. Para
ambos, la tecnología está mejorando para acelerar los tiempos de
transferencia y simular la retroalimentación táctil.
Según Fandiño aún así, hay más en la cirugía remota que la telecirugía robótica. “La
pregunta no siempre es si el cirujano puede llegar al paciente, a veces
se trata de que el cirujano esté con el paciente en el quirófano, pero
sin acceso a la experiencia que necesita. O los estudiantes no pueden
observar una cirugía en el quirófano real, porque está demasiado
lejos. En esos casos, el cirujano está físicamente con el paciente, pero
podría utilizar el "acceso instantáneo" a las personas que no están
allí.”
El
trabajo remoto ya está en todas partes, entonces, ¿por qué no podría
usarse en cirugía? Las situaciones que se prestan para ello son
abundantes:
-
Los
estudiantes podrían asistir a más tipos de intervenciones, en mayor
número de lo que es posible en el quirófano físico (y cada uno de ellos
obteniendo un asiento de primera fila).
-
Las nuevas tecnologías y el material quirúrgico podrían evaluarse en vivo a medida que se utilizan.
-
Los
representantes de ventas de las empresas de dispositivos médicos pueden
realizar demostraciones remotas o prácticamente "fregar" y acompañar al
cirujano cuando utilizan material nuevo por primera vez.
-
Las cirugías importantes se pueden realizar en vivo para una audiencia.
Una
solución de presencia virtual para el quirófano elimina algunas de las
molestias que conllevan los viajes, la planificación estricta, las
restricciones físicas en el quirófano y la necesidad de aprender a
utilizar nuevas tecnologías y dispositivos rápidamente.
“En
resumen, la colaboración remota durante la cirugía ofrece a los
cirujanos un entorno flexible para el apoyo, la consulta y la enseñanza,
cuando y donde lo necesiten. Al igual que los trabajadores de oficina
mantienen reuniones híbridas con colegas, y los aeropuertos y puertos
ofrecen soporte de comunicación para pilotos y capitanes, los cirujanos
pueden utilizar soluciones de colaboración para maximizar sus
resultados,” finalizó Francisco Fandiño, Director de Ventas Latín América en Barco.
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