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Es un proyecto pionero dirigido a generar información estadística de las acciones de la población en relación con aspectos del medio ambiente
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Tres de cada cuatro hogares consumen agua embotellada o de garrafón
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Entre los materiales que más se reutilizan están las bolsas de plástico (68%) y los envases de vidrio o plástico (35%)
El INEGI pone a disposición de los
usuarios los resultados del Módulo de Hogares y Medio Ambiente
(MOHOMA), proyecto pionero dirigido a generar datos estadísticos
sobre la relación entre la población y el medio ambiente, al nivel
de las acciones o prácticas que realizan los hogares y que tienen
una conexión con el uso de recursos naturales y su degradación.
El MOHOMA ofrece información sobre consumo
de agua y energía, manejo
de la basura, transporte y movilidad, patrones de consumo, percepción
sobre el cambio climático y las acciones para afrontar sus efectos.
El
porcentaje de hogares que compran agua de garrafón o botella para
beber aumentó poco más de 5 puntos porcentuales en los últimos
años, al pasar de 70.8% en 2015 a 76.3% en 2017. Contra lo que
pudiera pensarse, el consumo de agua embotellada no es sólo un
fenómeno urbano, sino que también ha ido ganando presencia en el
ámbito rural, donde, en 2017, alcanzó a casi la mitad de los
hogares.
Respecto
de las motivaciones que la gente tiene para optar por beber agua
embotellada, las de mayor frecuencia guardan relación con aspectos
de salud (69.4%) y
de sabor o color del agua de la red pública (19.6%).
Estas mismas razones se han mantenido como las más significativas en
cada uno de los levantamientos de información anteriores.
Los
hogares destinaron durante 2017 un promedio de 52 pesos de su gasto
semanal a la compra de agua embotellada; mientras que, de acuerdo
también con datos del MOHOMA, el gasto en agua de la red pública
fue de poco menos de 41 pesos en promedio a la semana.
En
el 36.7% de los 2 millones 114 mil hogares que informaron no tener
acceso al servicio de agua de red pública se recurrió al acarreo
para cubrir necesidades de este líquido. En términos del uso del
tiempo, esta actividad impacta de manera diferenciada a hombres y
mujeres, ya que estas últimas le dedican un mayor número de horas
(8.2 contra 4.9 horas).
Poco
menos de la tercera parte de los hogares mexicanos (32.6%) cuentan
con excusado de tanque ahorrador de agua, en tanto que 21% de ellos
disponen de regaderas o llaves ahorradoras de agua.
Respecto
a la energía utilizada para calentar agua, los resultados de 2017
indican que en 47% de los casos ésta proviene de gas LP –tanque o
cilindro-, en 12.5 % usan leña y en casi el 5% se emplea una energía
limpia como la solar.
En 4.5 millones de hogares del país (13.4%
del total) se usa leña como combustible para cocinar. En 13.9% de
esos casos existe una estufa ahorradora o eficiente de leña; el
14.4% utilizan estufas o fogones que tienen habilitada una chimenea y
en el 71.6% de los casos, emplean fogones que no poseen chimenea.
El 90% de los hogares en México informó
contar con servicio de recolección de basura.
Respecto de los que reportaron no contar con éste, 84.6% señaló
que queman la basura como forma de desecharla.
El 43% de los hogares indicó aplicar
alguna práctica de separación o clasificación de los materiales
residuales. El PET es el material
con mayor frecuencia de mención en las prácticas de separación;
entre 2011 y 2017 el porcentaje de hogares que reportaron separar
este tipo de material se incrementó en casi 7 puntos porcentuales,
al pasar de 72.7 a 79.6 por ciento.
En los hogares que informaron no realizar
prácticas de separación de los desechos, la principal razón
declarada fue que carece de sentido porque el servicio de limpia los
revuelve al hacer la recolección. De hecho, entre 2011 y 2017, la
proporción de los hogares que reportan esta situación se incrementó
en casi 16 puntos porcentuales, al pasar de 42.1 a 57.7 por ciento.
En 67.7% de los hogares reportaron
reutilizar bolsas de plástico; le siguen en importancia los que
reúsan envases de vidrio o plásticos con 35% y hojas de papel con
39 por ciento.
Considerando los hogares donde se reportó
la adquisición de algún automóvil (coche), en 45% de éstos se
informó que el criterio de selección para la compra se ligó
principalmente al precio, mientras que el criterio de eficiencia
energética (gasto de combustible) de la unidad fue utilizado en 28%
de los casos.
Respecto a los criterios para comprar
aparatos eléctricos o electrónicos, el 52% de los hogares mexicanos
deciden la adquisición del producto con base en el precio, mientras
que los fundamentados en eficiencia energética y etiqueta ecológica
corresponden al 17% y 3%, respectivamente.
En relación con la compra de productos de
limpieza, como detergente, cloro y otros productos químicos, el 10 %
de los hogares eligió comprar productos biodegradables y 3 % los
buscó por su etiqueta ecológica. El precio es criterio principal
(55%) al momento de comprar productos de limpieza.
En el terreno de la compra de alimentos,
poco más de la mitad de los hogares reportó que el precio es lo que
define la elección (56%); la preferencia por productos locales
representa el criterio utilizado en 17% de los hogares, aspecto que
ha observado un comportamiento al alza en un análisis comparativo
respecto de 2015. También es relevante destacar el incremento del
criterio de elección ligado a lo orgánico, mismo que pasó de 4.5%
en 2015 a 7.7% en 2017.
El MOHOMA se ha levantado en tres ocasiones
en diferentes trimestres de los años 2011, 2015 y 2017. El último
levantamiento se aplicó a través de la Encuesta Nacional de los
Hogares (ENH) durante el segundo trimestre de 2017, tiene
representatividad estadística nacional y por agregado urbano (2 500
y más habitantes) y rural (menos de 2 500 habitantes).
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