lunes, 8 de febrero de 2021

¿Por qué elegí a mi pareja? Desde la Descodificación Biológica Por Ángeles Wolder

 

 

Cuando alguien se pregunta: “¿Por qué elegí a mi pareja si no me hace feliz?” es momento de poner una mirada sobre los programas que se están reproduciendo o cuestionarse qué ha pasada en su historia, cuyas relaciones siempre son frustrantes, insatisfactorias o no llegan a ser lo esperado. La respuesta es que algún patrón de repetición se ha activado, imposibilitando a la persona a que haga algo distinto.

Descodificar es ir a buscar el origen de un resultado que en algún aspecto de nuestra vida no nos gusta, como por ejemplo el área de la pareja. Descodificar significa encontrar la respuesta en alguna historia de la vida, ya sea propia o de la familia anterior a nuestra llegada, nuestros ascendientes. Cuando nos damos la oportunidad de ver qué conflictos están detrás de alguna circunstancia que nos desagrada, esta situación comienza a cambiar y podemos acercarnos al objetivo de todo ser humano, que es ser feliz. La gente no viene a este planeta a sufrir, sino a aprender de las experiencias vividas y trascenderlas, lo que significa dejar de repetir o compensar para ejercer el pleno derecho sobre nuestra vida.

¿Qué pasa en la historia de una persona que siempre tiene parejas que no llegan a ser lo que esperan de ellas?

Que algún patrón de repetición se ha activado, imposibilitando a la persona a que haga algo distinto. Es como si el piloto automático de las reacciones emocionales se pusiera en marcha y ya no hubiera vuelta atrás.

La Primera Ley Biologica habla de que siempre, antes de la aparición de un síntoma, la persona ha vivido un conflicto. El síntoma puede ser algo que le aleja de la felicidad y armonía en la que quiere vivir.

Se es feliz cuando la realidad que se vive es aceptada tal como es y está alineada con los deseos propios y compartidos. Pero podemos encontrarnos con relaciones con las que se sufre sin saber el porqué.

En una relación hay dos seres que se conectan a través de sus historias y de los sistemas familiares de los que provienen.

La pareja sana

Una pareja sana es aquella que consigue un intercambio positivo. Es estar a la par del otro. Ni arriba ni abajo, ni delante ni detrás sino a la par. La desigualdad genera formas de pareja donde hay roles confundidos como padre-hija, madre-hijo (muy Freudiano), roles en que uno indica al otro qué debe o no debe hacer, o incluso parejas en que uno se convierte en el “territorio” del otro. Para detectar esto hay que sanar heridas del pasado, como pueden ser las carencias desde las que se busca a papá o a mamá; o bien a otros familiares que tuvieron peso en la historia como abuelos, hermanos y tíos. Se trata de analizar y detectar las repeticiones o compensaciones que se llevan a cabo: esto permite ponerse al lado del otro para construir una historia conjunta saludable.

Un recurrente problema en el mundo de las relaciones sentimentales es querer cambiar a la pareja, criticarle, o esperar cada día algo diferente de lo que es. Esto es una falta al amor y al respeto, y muchas veces es el germen de la separación. ¿Has oído alguna vez eso de “nunca tuve suerte en el amor”? Como si se tratara de una lotería. Son muchos los conceptos adquiridos que todos hemos repetido alguna vez: “todos los hombres/ mujeres son iguales”, “al principio muy bien y luego todo cambia”, “mientras fuimos novios, fabuloso pero al casarnos fue un cambio radical”, “es igual a su padre/madre…”, “desde que tuvimos a nuestro primer hijo, se perdió la pareja”, y muchos más.

Un amigo dice: “Una pareja son dos seres maravillosos que se hacen la vida difícil”. Y yo agrego: “por no decir imposible”, e incluso pueden llegar a hacerse mucho daño. En realidad, la pareja es una unión de seres que se juntan para evolucionar y que, según el aprendizaje, pondrán en la receta de la relación más romance, más compañerismo, más sintonía. Se centrarán más o menos en determinados puntos como la economía, el poder, la posición social; o tendrán intereses no compartidos que les pueden alejar. En todo caso ambos se centrarán en lo que necesitan a nivel individual y a nivel pareja. Ya dicen bien “Dios los cría y el viento los amontona”.

Una pareja es básicamente una escuela para entender al ser humano. Las 24 horas de convivencia diaria dan para ajustarse en montones de situaciones difíciles y ver cómo respondemos. Son 24 horas para ver cuándo sale el ego a relucir y cuándo hay amor.

Es indudable que la vida en solitario es mucho más cómoda que la vida de a dos. Sin embargo, la vida en pareja es más nutritiva, enriquecedora, promete más movimiento personal, da más sustancia para ver y resolver los conflictos propios. Un asceta puede tener una rica vida interior pero no habrá probado los límites de la construcción del mundo compartido aún con los riesgos a nivel personal que esta conlleva.

La “pareja por amor” es un concepto relativamente nuevo en la historia de la humanidad. Amar es aceptar de manera incondicional al otro. Es distinto de enamorarse. Enamorarse es ver ciegamente desde las propias creencias al otro.

Cuando en la pareja hay problemas o no hay pareja

Desde la Descodificación Biológica se miran cuál/es son los programas que están teniendo fuerza en la persona a nivel inconsciente y de los que no se puede sustraer por no estar estos sanados. Los programas siguen activos mientras son inconscientes. 

Hasta que no hagas consciente a tu inconsciente, va a dirigir tu vida y lo llamarás destino.” Carl G. Jung

El trabajo del descodificador será buscar y encontrar dónde está nuestro estrés inconsciente en diferentes aspectos de la biología, los programas de vida, la historia de los padres y en el transgeneracional. El conflicto viene cuando no podemos vivir nuestra propia biología. Cuando vivimos programas que no nos pertenecen, o dolores pasados.

Descodificar una pareja consiste en ver lo que no funciona entre tu pareja y tú, para localizar los aprendizajes primarios que se han realizado. Se debe revisar el árbol familiar y las creencias, valores, mandatos familiares y el sistema de comunicación. Es bucear en las profundidades para encontrar el origen del resultado no deseado.

Un ejercicio sencillo para hacer en pareja es mirarse a los ojos y decirse ¡Hola!. A partir de ahí, comunicar ¿Qué siento? ¿Qué pasa por mi interior?

Eso es la pareja. Dos seres que se unen para transformarse. Si lo hacen con amor y respeto por sus vidas, por sus historias o por las de sus familiares; saldrán enriquecidos. Si sólo se ven a sí mismos en sus dolores, se empobrecerán, lucharán; y en el mejor de los casos se separarán. Pero en el peor, se perpetuará el daño y una vez más la rueda de la locura se transmitirá a los descendientes.

 Acerca de Instituto Ángeles Wolder®
Fundado en Barcelona, España por Ángeles Wolder, es un centro formativo especializado en Descodificación Biológica y Terapia Integrativa. La Descodificación Biológica, tiene como base la teoría del Dr. Hamer sobre las leyes biológicas y ofrece formaciones que proponen cambiar radicalmente la forma de ver y tratar las enfermedades.
 
 Acerca de Ángeles Wolder
Ángeles Wolder es Descodificadora Biológica y directora del Instituto Ángeles Wolder y autora de los libros "El Arte de Escuchar el Cuerpo" y "El Reflejo de nuestras emociones". Es licenciada en Kinesiología (Universidad de Buenos Aires), Profesora en Enseñanza Universitaria (Universidad de Belgrano), Licenciada en Antropología Social y Cultural (Universitat Autónoma de Barcelona), Máster en Psicosociología y Máster en Neurociencias.

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