En conferencia de
prensa, dirigentes campesinos, indígenas y afromexicanos que integran el movimiento
campesino Plan de Ayala Siglo XXI 2.0 (conformado por más 100
organizaciones campesinas nacionales, regionales y estatales, entre ellas, la
CNPA, CCC, CIOAC-JDLD, COCyP, ANEC, UGOCP, UNORCA, UFIC, entre otras)
informaron que tras la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia
de la República, se abre un cambio profundo para la política agroalimentaria de
México.
Recordaron que el
pasado 10 de abril, en Jerez, Zacatecas, el virtual presidente electo, Andrés
Manuel López Obrador, suscribió con las organizaciones campesinas el compromiso
de reorientar las políticas para el beneficio del campo mexicano.
Subrayaron que el
triunfo de López Obrador significa que la política de corrupción, de desvíos de
recursos y de beneficio para unos cuantos se termine. Recalcaron que a partir
del 30 de noviembre inicia una nueva etapa que permitirá que el campo recupere
su capacidad productiva y con ello, qué, las pequeñas familias campesinas
tengan mejores condiciones de bienestar y felicidad.
Los líderes
campesinos dijeron que confían en la palabra de López Obrador, así como en los
próximos secretarios de estado, que han sido nombrados por él, y con los que ya
han empezado a establecer una mesa de dialogo, como ocurrió con Josefa González
Blanco, propuesta para ocupar el cargo en la SEMARNAT y seguramente lo mismo
ocurrirá con el nuevo titular de SEDATU, Román Meyer Falcón, Víctor Villalobos de
SAGARPA y con el responsable de políticas indígenas y pueblos originarios.
Rocío Miranda,
dirigente nacional de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, UFIC,
advirtió que las organizaciones campesinas cumplieron su palabra, ya que de los
más de 8 millones 564 mil votos de secciones rurales y mixtas que obtuvo Andrés
Manuel el 49 por ciento fueron de dichas secciones del
total de la votación nacional.
Por lo que están
seguros que López Obrador respetará los acuerdos firmados en Zacatecas, en el
cual se propusieron 7 acciones concretas para la recuperación del campo
mexicano; de las que destacan la producción comunitaria de alimentos en
mercados locales y regionales; que permitirá que la producción sea impulsada
por la Secretaría de Agricultura; y que SEDESOL deje de otorgar subsidios
clientelares; además de que la Secretaría de Economía, deje de dar permisos de
cupo para la importación de alimentos.
Por su parte, José
Dolores López Barrios, dirigente de la Central Independiente de Obreros
Agrícolas y Campesinos, CIOAC-JDLD, señaló que en el tema del presupuesto, la propuesta es
que el nuevo gobierno reoriente las políticas públicas para el campo, ya que
durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, los recortes fueron por arriba de los
100 mil millones de pesos.
Por lo que esperan
que la propuesta para el 2019 mantenga un monto equivalente en términos reales
pero reorientados hacia las pequeñas y medianas unidades de producción, a la defensa del territorio,
el cuidado del agua, las energías renovables y la recuperación del presupuesto
de los pueblos indígenas; así como un presupuesto social que dignifique a la
población rural.
En tanto, José
Jacobo Femat, dirigente de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares,
COCYP, recalcó que la propuesta que el movimiento campesino entregó a López
Obrador, es alcanzable para detonar la soberanía y la autosuficiencia
alimentaria, pues permitirá acabar con
el modelo de corrupción y que las que las grandes empresas se vean beneficiadas;
así como los apoyos que han tenido los grupos criminales para alejar la
producción campesina.
Macario Hernández,
dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas
Autónomas, UNORCA, recordó que ante la carencia de una política de estado para
el sector campesino y los pueblos indígenas, la propuesta al gobierno entrante es
una reingeniería de programas y crear un nuevo modelo de desarrollo que
entierre al modelo neoliberal que tanto daño le ha hecho al campo mexicano.
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