Por: Ankur Prakash; Vice President Ibero-America & Global Manufacturing Wipro Limited.
La
evolución del Internet de las Cosas admite un amplio rango de
perspectivas en el mercado y varía de una industria a la otra. La
industria de las aplicaciones domésticas lo percibe como un mundo de
accesorios conectados, mientras la industria de la logística lo
vislumbra como una dimensión en la cual es posible el rastreo de cada
recurso en tiempo real. Algunas industrias creen que se trata de
convertir productos en servicios. Otras interpretaciones apuntan a la
Big Data y a las 3 V (Volumen, Velocidad y Variabilidad) de datos para
el análisis predictivo. Aunque el término Internet de las Cosas fue
acuñado en 1999 y los desarrollos relacionados empezaron desde aquél
entonces, todavía estamos desentrañando cuál es su verdadera influencia
en el mundo de hoy.
Miremos
el ejemplo del iPhone: hace 10 años era un pequeño teléfono táctil con
una pantalla de 3,5 pulgadas y analicemos lo que es hoy. Lo mismo se
puede estar esperando del IoT. En el futuro cercano, el término Internet
de las Cosas (IoT) se puede volver superfluo, dado que más y más
objetos estarán conectados.
Dicho
de otra forma, el IoT será mucho más significativo que la iluminación
inteligente conectada. La vinculación entre todas las cosas puede
cambiar radicalmente nuestro entorno y la forma en la cual interactuamos
con las cosas.
En
México la penetración del internet es de 67% entre la población
general, al contar con 79.1 millones de usuarios conectados de acuerdo
con el 14° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en
México presentado en mayo de 2018.
Cifras
del mismo estudio demuestran que 71% de las personas en el país accede a
Internet a través de un smartphone, 13% se conecta mediante una laptop,
7% a través de una computadora de escritorio, 4% mediante tablets y 5% a
través de diversos aparatos electrónicos, herramientas mediante las
cuales se estima que permanecen conectados diariamente a Internet un
promedio de 8 horas y 12 minutos, esto es 11 minutos más que en 2017.
Gartner
predice que en 2020 habrá 20 millones de dispositivos conectados a
internet y también estima que las cosas conectadas superarán en número a
los humanos en proporción de 4 a 1. De acuerdo con lo anterior, y
sumado a las cifras de locales ya mencionadas, podemos decir que México
en conjunto con otros países de la región son mercados sumamente
atractivos y encaminados a un mayor despliegue de IoT.
A continuación, una serie de reflexiones sobre las tendencias del IoT:
La adopción del Internet de las Cosas se está acelerando
El
Internet de las Cosas es usado extensivamente en servicios públicos, la
industria del gas, los combustibles y de logística. En otras industrias
como las de aplicaciones domésticas, maquinaria de construcción,
servicios de salud, etc., también se está intensificando la inversión en
IoT. Estas industrias están ahora en el proceso de entender cuáles son
los beneficios de invertir en IoT.
Se espera un crecimiento tremendo en la monetización del mercado de IoT
La
monetización del mercado del Internet de las Cosas es la forma de
generar ingresos a través de los productos y servicios compatibles con
IoT. A partir del crecimiento de la penetración en el mercado de los
dispositivos de IoT, una significativa cantidad de datos se genera y es
usada hoy para beneficiar a los negocios, como reducir los costos,
incrementar la eficiencia, alcanzar nuevos mercados, reinventar
procesos, etc. De acuerdo con Investigación y Mercados [1], se espera
que el mercado global de monetización de IoT crezca con un CAGR de
aproximadamente 53 por ciento durante el periodo 2016-2023.
La evolución es esencial al ciclo de vida del IoT
En
este mundo desconectado puede resultar complicado entender las
capacidades y beneficios del Internet de las Cosas. Si empezamos a
conectar más y más dispositivos y a recopilar datos, mayores
oportunidades pueden aflorar.
Se necesitarán avances en infraestructura y en tecnología de sensores
Aunque
los sensores se están abaratando, la cantidad y diversidad de datos que
recopilan reflejan lo poderosos que son. Necesitaremos una redefinición
completa de la arquitectura para manejar las 3V (Volumen, Variedad y
Variabilidad) de datos generados por los sensores en el futuro de un
mundo conectado. Para analizar esta gran cantidad de datos y dar con
información reveladora se requerirán herramientas computacionales más
avanzadas.
El IoT tiene una travesía complicada ante sí
El
desarrollo del Internet de las Cosas luce fácil ahora que los precios
de los sensores han disminuido y que la tecnología Bluetooth y el Wi-Fi
están disponibles en todos lados. Es sencillo instalar un sensor y
empezar a recolectar datos para su análisis, pero los retos residen en
si los sensores pueden ser monitoreados en remoto o si las
actualizaciones pueden ser enviadas al sensor. Si el sensor es seguro,
desechable o útil, o si el sistema del sensor es seguro y su costo
efectivo.
Estamos
en las primeras etapas hacia la conexión de nuestro mundo. Sería
difícil predecir cuál puede ser el futuro del Internet de las Cosas bajo
la perspectiva limitada que tenemos hoy. Pero lo que es seguro es que
ese mundo conectado brindará diferentes beneficios y será un apoyo
fundamental para el consumidor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario