• La
libre competencia en el mercado de la
turbosina representa un importante beneficio de la Reforma Energética y un paso
fundamental en el desarrollo de la industria aérea en México.
Ciudad
de México, a 22 de junio de 2018.
La Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO) se congratula por la derogación
del artículo noveno transitorio del Reglamento de la Ley de Aeropuertos gracias
al impulso de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y de Aeropuertos
y Servicios Auxiliares (ASA), entidades pertenecientes a la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT). Dicho artículo establecía la exclusividad
de ASA para prestar los servicios de almacenamiento, distribución y suministro.
Hasta el momento, el artículo noveno
transitorio del Reglamento de la Ley de Aeropuertos permanecía interfiriendo
con la aplicación de la Ley de Hidrocarburos, publicada en el Diario Oficial de
la Federación (DOF) el 11 de agosto de 2014. Con la derogación publicada el día
de ayer en el mismo DOF, las 78 compañías poseedoras de permisos de importación
de turbosina tendrán mayor certeza jurídica para realizar las actividades
anteriormente reservadas para ASA.
“En la CANAERO celebramos el impulso
que otorga la DGAC para la implementación de las disposiciones de la Ley de
Hidrocarburos, ya que gracias al impulso de la apertura del mercado de
turbosina, se abre la posibilidad de que otros proveedores puedan participar en
la cadena de valor de la turbosina, logrando tarifas más competitivas, mayor
transparencia en la asignación de costos de almacenamiento y una competencia sana
entre los actores participantes”, aseguró Rodrigo Pérez-Alonso, Director
General de la CANAERO.
Cabe destacar que, aunque esto
representa un importante avance, aun queda pendiente la publicación de las
tarifas reguladas de almacenamiento y expendio (into plane) de turbosina para lograr la implementación de la Reforma
Energética en la aviación. Adicionalmente, aun está pendiente la transición en
la producción de turbosina tipo jetA1 a jetA, lo cual generará ahorros
importantes para PEMEX y para la industria aérea.
“Sabemos que este es el primer paso, por ahora
estamos pendientes de que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) publique las
tarifas de almacenamiento para que arranque la comercialización de turbosina
por parte de compañías privadas. Para ello, será necesario tomar en cuenta las
voces de los actores involucrados, especialmente de las aerolíneas, para lograr
una regulación transparente y acorde con las necesidades de todos. La libre
competencia en el mercado de turbosina deberá traducirse en una reducción de
costos en beneficio de las aerolíneas y del consumidor final”, comenta Sergio
Allard, Presidente del Consejo de la Cámara Nacional de Aerotransportes.
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