- Es una patología que cuenta con un alto grado de desconocimiento por gran parte de la sociedad, por lo que se tienden a ignorar las necesidades de los pacientes.
- Permanece la necesidad de opciones de tratamiento para combatirla y mantener la remisión de los síntomas.
Ciudad de México, 06 de junio de 2018.
Especialistas en gastroenterología coincidieron en que la Colitis
Ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria intestinal (EII), crónica,
autoinmune de causa desconocida, pero de origen multifactorial que
produce inflamación continua de la mucosa del colon.
Entre
los principales síntomas ocasionados por esta enfermedad destacan
diarrea, sangrado rectal, tenesmo, pujo, presencia de
moco y sangre en las evacuaciones; urgencia fecal y distensión
abdominal, externó el doctor, G.R.A.M. D’Haens, profesor de la
Universidad de Amsterdam.
“La Colitis Ulcerosa puede ser confundida con otros padecimientos como hemorroides, enfermedad de Crohn o cáncer de Colon, y
esto se debe a que en muchos casos el diagnóstico es tardío”, advirtió.
Por
su parte, el doctor Francisco Javier Bosques Padilla, Gastroenterólogo
en el Hospital San José y en el hospital Zambrano
Hellion, en Nuevo León, comentó, “en México se desconocen cifras de
incidencia, sin embargo, de acuerdo con datos recientes se estima el
número de pacientes con alguna EII casi se ha triplicado y podría
superar ya los 150 mil casos tan solo aquí en nuestro
país.
“Aun
cuando no hay una causa específica para esta enfermedad, se conoce que
el consumo de tabaco, estrés y algunos alimentos pueden detonar los
síntomas,
puntualizó el especialista”.
Actualmente el objetivo de un tratamiento para CU es la remisión, es decir, controlar la inflamación y posteriormente mantener
la enfermedad inactiva.
Hoy por hoy, entre los tratamientos disponibles para el tratamiento de esta patología se encuentran:
- Antiinflamatorio no esteroideo: Alivia el dolor, disminuye la inflamación y reduce la fiebre.
- Antibiótico: Detiene el crecimiento de las bacterias o las elimina.
- Antiinflamatorio: Previene o contrarresta la hinchazón (inflamación) en las articulaciones y los tejidos.
- Inmunosupresor: Reduce la respuesta inmune.
- Esteroide: Modifica o simula los efectos hormonales, a menudo para reducir la inflamación o para inducir el crecimiento y la reparación de tejidos.
Entre
las nuevas alternativas de tratamiento para pacientes con CU de
moderada a grave destaca un biológico
(Golimumab) que puede ser administrado por el propio paciente con una
pluma aplicadora anatómica, lo cual simplifica su administración y
contribuye a una mejor adhesión al tratamiento.
Los resultados de los estudios clínicos con este último tratamiento demostraron que más de la mitad de los pacientes que lo utilizaron presentó respuesta a la terapia de inducción subcutánea a sólo seis semanas de uso del producto.[1]
El medicamente demostró ser eficaz en la reducción de síntomas con cicatrización del revestimiento intestinal, promoviendo el control de la enfermedad y mejorando la calidad de vida del paciente.
Sobre la EII
La
EII tiene un elevado impacto a nivel social y psicológico en la vida
del paciente, además de económico para el sistema sanitario.
Es
una patología que cuenta con un alto grado de desconocimiento por gran
parte de la sociedad, por lo que se tienden a ignorar
las necesidades de los pacientes, ya que algunos de ellos incluso
pueden vivir con una gran cantidad de sintomatología a pesar del
tratamiento médico (el 66% describen interferencia con su trabajo y el
73% con sus actividades recreativas)
Por
lo anterior, la concientización social sigue siendo uno de los retos
más importantes de la enfermedad y un factor clave
para contribuir a brindar un diagnóstico oportuno a estos pacientes,
así como mejores opciones de tratamiento que les permitan mejorar su
calidad de vida.
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