*Estamos muy olvidados, nos urge un médico, medicinas
y mobiliario para el centro de salud
Villa
Victoria, Méx.- La pobreza en las comunidades más alejadas de los municipios es
extrema, tal es el caso del poblado de San Agustín Canohillas Segunda Sección
en el municipio de Villa Victoria, pues además de todas las carencias sociales
que padecen los habitantes tienen que caminar por más de una hora y media por
el monte para ir al centro de salud más cercano, ya que la clínica local está
abandonada como muchas otras que existen en todo el municipio y Estado.
Alrededor
de 500 familias son las que viven en la comunidad de Canohillas, la falta de
mobiliario, un médico y medicinas para la casa de salud ha orillado a los
pobladores a tomar remedios naturales como efusiones de plantas del mismo campo
o caminar por lugares llenos de piedras y lodo para llegar a poblados vecinos y
ser atendidos en el hospital.
La
casa de salud fue construida desde 2012 gracias a las gestiones de los
habitantes que también han conseguido algunos muebles pero aun así, no cuenta
con el instrumental, médico y mobiliario necesario para ofrecer el servicio a
la población de Canohillas.
El
líder antorchista de la comunidad, Juan Jordán Álvarez, exhorta a las
autoridades municipales y de salud para que sean atendidas las necesidades que
padecen, pues dijo, que otra de las problemáticas que hay en la comunidad es la
falta de un camino transitable ya que todas las vías que existen para llegar al
poblado están en pésimas condiciones pues está lleno de piedras y ahorita en
temporada de lluvias se pone peor por el lodo y el deslave de la tierra.
“Estamos
muy olvidados por los gobiernos, las mujeres tienen que llevar cargando a los
niños en la espalda y caminar por largas distancias para ser atendidos por un
médico. Si hay alguna emergencia, aquí no hay transporte para movilizarnos
rápido; estamos a la voluntad de Dios”, fueron las palabras de Alfredo Favila
Becerril, campesino del lugar.
Cabe
mencionar que las carencias que existen en San Agustín Canohillas son notables,
pues para llegar a la comunidad tienen que subir un cerro rocoso sin servicios
básicos. Esto hace que las mujeres acarreen la leña y el agua en animales de
carga para llevarlo a sus hogares, mientras que los hombres trabajan en el
campo retratando la triste realidad que se vive en las comunidades apartadas y
por ende, olvidadas.
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