viernes, 19 de febrero de 2021

3 claves que aumentarán la efectividad de tu estrategia de inversión

 


 

Luego de las lecciones aprendidas en materia de planeación financiera durante los últimos meses, los productos de inversión han retomado una mayor relevancia. Aunque el ahorro continúa como un elemento imprescindible, la incorporación de estas herramientas surge como un buen complemento para el manejo de tus finanzas personales.

 

Lo anterior es gracias a que, al invertir, tienes la oportunidad de acceder a distintos instrumentos financieros y conformar una cartera de inversión propia. Según expertos de Principal Fondos de Inversión, invertir te ayudará a lograr distintas metas. Algunas de ellas son básicas, como protegerlo frente a acontecimientos naturales como la inflación; pero también a otras más elaboradas, como el cumplimiento de algunos planes de vida.

 

¿En dónde invertir?

Actualmente existen distintas opciones para invertir tu dinero. Gracias a un proceso de democratización financiera, estas son cada vez más accesibles y de fácil seguimiento. Seguro has escuchado de alternativas como Cetes, Sofipos, Fintechs o Fondos de Inversión. Considera que estos últimos tienen el beneficio de que en todo momento te encuentras bajo una asesoría personalizada y especializada que te ayuda a definir y alcanzar tus metas.

 

Decidir cuál es el instrumento ideal depende de múltiples fatores. El primero que tienes que identificar es la meta que hay detrás de tu decisión. Luego de ello podrás definir elementos como el plazo, tu aporte y tu perfil de inversionista. Para garantizar su efectividad, en la construcción de tu plan te compartimos los siguientes consejos:

 

  1. Ten tus objetivos claros

Definir cuáles son los motivos detrás de tu interés por invertir te ayudará a identificar el producto adecuado. Hacer un fondo de emergencia, adquirir una casa, comprar un vehículo o guardar dinero para tu retiro son metas con plazos de cumplimiento distintos. Esto implica que la estrategia de inversión para cada uno también debe ser distinta.

 

Comienza por identificar tus necesidades, compromisos y deseos, al mismo tiempo que decides si son inmediatos o futuros. Adquirir un producto sin considerar lo anterior puede llevarte a resultados poco favorables para tus ahorros.

 

  1. Diversifica en distintos portafolios

Cuando se tienen distintos objetivos, lo recomendable es tener más de un producto de inversión para lograrlos. Evalúa cada proyecto con base en características como la disponibilidad de los recursos, que puede ser inmediata o no.

 

De manera común, cuando el plazo es mayor hay más oportunidad de combinar un portafolio con un riesgo más elevado, y que puede hacer frente a escenarios volátiles y encontrar recuperaciones con el tiempo. Para los objetivos de corto plazo deberías emplear un portafolio con tendencia más estable, sin tanta exposición al riesgo.

 

  1. Evalúa sus componentes, más allá de los rendimientos

Aunque son el elemento más atractivo a la hora de invertir, no guíes tu decisión por los posibles rendimientos. Como todo en las finanzas personales, las inversiones requieren de constancia y hábitos. Difícilmente podrás hacer una fortuna de la noche a la mañana.

 

No avances en la selección de un producto sin antes haber definido los dos puntos anteriores. En la mayoría de las veces, los productos con mayor oferta de rendimientos están enfocados a inversiones de largo plazo con un margen de riesgo considerable. De no controlar las emociones en este momento o conocer a detalle acerca de esto, podrías tener afectaciones permanentes.

 

Recuerda guiar tu proceso de la mano de un experto. Principalmente si tu decisión considera temas relevantes con impacto en tus proyectos de vida. Recuerda planear y construir tu bienestar financiero a través de entidades reguladas y supervisadas por organismos reguladores (como la CNBV o la CONDUSEF).

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