A
finales de 2017 y principios de 2018 la economía mexicana siguió
recuperándose, luego de haberse visto afectada por los desastres
naturales ocurridos en el tercer trimestre
de 2017. De acuerdo a la estimación oportuna publicada por el INEGI, el
PIB creció 1.1 por ciento en el primer trimestre de 2018 con datos
ajustados por estacionalidad, luego de haberse expandido 0.8 por ciento
el trimestre previo. Estas tasas de crecimiento
son mayores a las observadas en los primeros tres trimestres de 2017.
En
particular, la demanda externa continuó mostrando un elevado dinamismo,
al tiempo que el consumo privado siguió presentando una tendencia
positiva. Por el lado de la producción,
los servicios continuaron mostrando una trayectoria creciente, en tanto
que la producción industrial muestra indicios de una recuperación.
Asimismo, el mercado laboral siguió registrando un desempeño favorable
durante los primeros meses de 2018. Por otro lado,
la inflación exhibió una trayectoria descendente durante este periodo.
En marzo, la inflación general anual se ubicó en 5.04 por ciento, 1.74
puntos porcentuales por debajo de la registrada al cierre de 2017.
En
materia de finanzas públicas, durante el periodo enero-marzo de 2018,
la evolución de los Requerimientos Financieros del Sector Público, la
medida más amplia del balance del
Sector Público Federal, se encuentra en línea con la meta anual de un
déficit de 2.5 por ciento del PIB. Durante este mismo periodo,
el balance primario presentó un superávit de 41.9 miles de millones de pesos,
el cual se compara con el déficit primario previsto en el programa de
36.3 miles de millones de pesos. En el mismo sentido, en el trimestre,
el balance público presentó un déficit de 91.9 miles de millones de
pesos, el cual fue menor al déficit previsto en
el programa de 159.9 miles de millones de pesos.
De manera congruente con el
“Pre-Criterios 2019”, este año se estima que el Saldo
Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público disminuya a 45.5 por ciento del PIB, luego de haberse ubicado en 46.1 por ciento del PIB al cierre de 2017.
Finalmente,
se han implementado acciones dirigidas a mejorar el perfil del
portafolio de deuda pública. En el ámbito del manejo de la deuda
interna, el Gobierno Federal realizó
una operación de permuta de Bonos M en el mercado interno en donde se
intercambiaron bonos con vencimiento en 2018 y 2019 por bonos con
vencimiento entre 2023 y 2047. En materia de deuda externa, se
realizaron operaciones de financiamiento en dólares, en euros
y en yenes, las cuales destacaron por las condiciones favorables
obtenidas por el Gobierno Federal.
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