Ciudad de México, 23 de febrero de 2021. El
Subcomité de Acreditaciones de la Alianza Global de Instituciones
Nacionales de Derechos Humanos (GANHRI por sus siglas en inglés) ha
determinado iniciar una revisión especial de la situación de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Esta revisión está asociada
con diversas preocupaciones relacionadas con un supuesto conflicto de
intereses en el proceso de nombramiento de la actual ombudsperson María
del Rosario Piedra Ibarra, y la eficacia con la que la institución aborda las cuestiones de derechos humanos en el país.
Lo anterior fue determinado por el
Subcomité GANHRI durante el periodo de sesiones de acreditación
celebrado del 7 al 18 de diciembre de 2020. En su informe, el Subcomité
señala que esta revisión se inició a partir de las preocupaciones
planteadas por diversas organizaciones de la sociedad civil en una carta
fechada en noviembre de 2019.
El informe señala también que la CNDH
ha respondido a solicitudes de información por parte del Subcomité. Sin
embargo, “el Subcomité es de la opinión de que esta explicación no
responde plenamente a todas las cuestiones planteadas. En consecuencia
decide iniciar un examen especial”.
La designación irregular de María del
Rosario Piedra Ibarra a la Presidencia de la CNDH está teniendo un
impacto negativo sobre la reputación internacional de la institución.
Los cuestionamientos sobre la independencia política de la ahora
titular, su elegibilidad para ocupar el cargo y las irregularidades en
el proceso de designación dejan dudas sobre la posibilidad de que la
CNDH siga manteniendo el estándar más alto de acreditación.
Entre las preocupaciones más
sustantivas que el colectivo #CNDHAutónoma comunicó en su momento al
Subcomité, se encuentra la falta de independencia política de su
titular. De acuerdo con los propios estándares del Subcomité “la
INDH debe estar constituida y facultada para estudiar y determinar sus
prioridades y actividades estratégicas, basándose únicamente en sus
propias conclusiones sobre las prioridades en materia de derechos
humanos en el país, libre de injerencia política”.
No obstante, la condición de militante
de partido de Piedra Ibarra deja serias dudas a la sociedad y al parecer
al Subcomité, sobre la independencia política de la institución y el
cumplimiento de la misma Ley de la CNDH que señala que la persona
titular de esa institución no debe desempeñar, “ni haber desempeñado
cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el
año anterior a su designación”.
Entre octubre y noviembre de 2019, el
partido mayoritario en el Senado de la República terminó designando una
Presidenta de la CNDH que a todas luces no cumplía con los requisitos de
trayectoria y formación en detalle, tampoco con los de carácter formal.
Así, Morena ignoró la ley y empujó una decisión que pone en entredicho
la legitimidad de origen de una institución clave en la promoción de los
derechos humanos, lo cual impacta negativamente en el ejercicio de sus
atribuciones
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