Ixtlahuaca,
Méx.- Fabricantes de prendas de Ixtlahuaca, comienzan a prepararse para la
venta de uniformes para el ciclo escolar 2018-2019 por ser la temporada más
alta en ventas y posteriormente, continuar con la elaboración de prendas para
la época de frío a base de lana, explicó Antonio Severiano Vázquez, campesino y
productor de ropa.
“Fabricamos
de todo un poco; en esta temporada escolar que viene, fabricamos pantalón
escolar para los uniformes y en diciembre, ropa abrigadora como sudaderas,
chamarras y pijamas. Aprovechamos ahora porque la temporada más floja es la de
primavera-verano para la elaboración de ropa y es en esa, cuando realizamos las
labores en el campo, nos mantenemos trabajando todo el año porque de otra forma
no podríamos subsistir”, dijo.
Detalló
el laborioso proceso de producción, que comienza eligiendo la tela que traen
desde la Ciudad de México, posterior, cortan los moldes parte por parte, las
unen con la máquina de coser y se añade el cierre, resorte o collaretera,
dependiendo el tipo de prenda. Aproximadamente un pantalón se lleva en su
elaboración veinte minutos y al día se
fabrican treinta pantalones.
Antonio
Severiano y familia, venden sus productos en el tianguis de Palmillas pues es
el más cercano a su municipio y en el que encuentran mayor accesibilidad para
poner su puesto pero también hay días en los que venden en mercados de otros
municipios. Su principal competencia, son los vendedores que dan sus artículos
a un precio más bajo, pese a que éstos sean de menor calidad que el de ellos.
“Aquí
batallamos para poder competir porque los vendedores traen otro tipo de tela a
un precio más bajo, entonces, uno no sabe qué procedencia tiene pero aun así,
la gente les compra, “eso sí nos da en la torre” nosotros somos fabricantes y ellos solo
llegan y ofertan su producto más barato
que el nuestro”, manifestó.
Por
ello refirió, que dedicarse al comercio no es un trabajo fácil ya que la
competitividad cada año es mayor y las dificultades para que las instituciones
gubernamentales den permiso para vender en lugares transitados cada vez es
menos, sin embargo, Antonio Severiano y su familia trabajan día con día para
salir adelante.
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