Las diferentes regiones del país cuentan con excursiones, alojamientos y sitios naturales que concilian el respeto por
el medio ambiente, la inclusión de las comunidades locales y el cuidado del patrimonio cultural y natural
“Nuestro
país cuenta con importantes riquezas naturales y culturales y estamos
comprometidos con el desafío de satisfacer los deseos de los viajeros
haciendo un uso eficiente de nuestros recursos a la vez que preservamos
nuestras bondades”, afirma Magaly Toribio, Asesora
de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana (MITUR).
“Cada año son más los turistas que se
animan a planear sus vacaciones con propuestas y actividades que tienen
el valor agregado de lo sostenible”.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) define el turismo sostenible, o responsable, como “el
turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y
futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las
necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las
comunidades anfitrionas”.
Se trata de un turismo que concilia el crecimiento económico
con la inclusión social, la protección ambiental y el cuidado de los
patrimonios culturales y naturales.
República Dominicana posee,
a lo largo de su territorio,
128 áreas protegidas -incluidas 15 reservas naturales, 31 parques
nacionales y 31 monumentos nacionales- y una diversidad de ecosistemas
que la hacen única en el Caribe. Arrecifes de coral, manglares, lagunas,
bosques
secos, cordilleras, ríos y playas
ofrecen múltiples propuestas y aventuras para realizar en contacto
íntimo con el entorno, siempre bajo el
espíritu del cuidado del medio ambiente.
Jarabacoa,
ubicada en el centro montañoso del país, es reconocida como “la cuna del ecoturismo”.
Ofrece un amplio abanico de propuestas que van
desde, recorrer
plantaciones de café sostenible entrando en contacto con las
comunidades locales, una ruta de salida para llegar al famoso Pico
Duarte, hasta hacer rafting en el
río Baiguate
y otros encuentros aventureros como el ciclismo
de montaña y el barranquismo.
Por otro lado, en las cercanías al
río Yaque del Norte hay alojamientos eco-sostenibles de
administración comunitaria. Algunos producen electricidad con el uso del
agua del río, hacen su propio tratamiento de aguas y ofrecen comidas
elaboradas con carnes y vegetales que los pobladores
de la zona producen orgánicamente.
El respeto y conservación de la identidad sociocultural local, es un aspecto central del turismo sostenible. En este sentido,
Santo Domingo, capital del país, es una ciudad que permite vivir
una verdadera experiencia cultural y conocer de cerca las tradiciones y
valores dominicanos, su gastronomía y bailes; especialmente en la Ciudad
Colonial, donde festivales de música y espectáculos
populares, restaurantes, museos y su arquitectura, revelan el ADN del
pueblo dominicano.
Todos los viernes y sábados en la Plaza España, tiene lugar Santo Domingo de Fiesta, una actividad gratuita auspiciada por
el MITUR donde diferentes artistas
comparten los bailes y sonidos dominicanos. En tanto los domingos, en
las Ruinas de San Francisco, hay un entretenido espectáculo para
disfrutar de los típicos ritmos dominicanos: merengue,
bachata y son.
Al suroeste del país, las provincias de
Barahona, Pedernales, Independencia y Bahoruco son ideales para el turismo sostenible ya que cuentan con una biodiversidad excepcional y áreas protegidas de todo tipo.
El Parque Nacional Sierra de Bahoruco
es un paraíso para disfrutar de la naturaleza, al igual que el inmenso
Lago Enriquillo, compartido entre las provincias de Independencia
y Bahoruco. Uno de los paseos imperdibles es recorrer en bote este lago
rodeado de montañas, hasta llegar a la
Isla Cabritos, donde habitan cocodrilos, iguanas y flamencos. Los
paisajes y bosques de Barahona son ideales para realizar observación de
aves.
En
Punta Cana, destino por excelencia de sol y playa, también el turismo sostenible
toma fuerza con propuestas como el Parque y Reserva Ecológica de los Ojos Indígenas -una reserva forestal
con 12 lagunas de agua
cristalina, proyectos de agricultura sustentable y otras iniciativas de
positivo impacto, como convertir los residuos de los resorts en
compost.
En
cuanto al hospedaje, los viajeros encontrarán una amplia oferta de
alojamientos caracterizada por una arquitectura confortable que se nutre
de su entorno de una forma consciente, además de hacer un uso eficiente
de los recursos naturales (muchos utilizan energía solar). La oferta
complementaria en estas estadías incluye actividades lideradas por
personas de la comunidad local, las cuales realizan
visitas guiadas para el avistamiento de aves, paseos a caballo,
elaboración de mermeladas o recorridos por plantaciones diversas.
El
turismo responsable en República Dominicana permite al visitante
disfrutar de la belleza de los paisajes compartiendo, al mismo tiempo,
las
vivencias y actividades cotidianas de los lugareños, quienes se ven
beneficiados y revalorizados por estas experiencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario