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El
mercado nacional, inundado de derivados lácteos de ínfima calidad
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Son
un fraude al bolsillo de los consumidores
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Productores
del sector social, esperan que el Senado de la República no avale el TPP 11, en
lo referente a importaciones de leche y derivados lácteos
Una vez que el
secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, formalizó por el
gobierno de México un tratado comercial más, ahora llamado Tratado Integral y
Progresista de Asociación Transpacífico, (TPP 11) “no falla en su intento” por
desaparecer a los pequeños y medianos productores de este alimento, afirmó
preocupado el dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de
Leche, Álvaro González Muñoz.
“¿Qué vamos a hacer 150
mil pequeños ganaderos con establos de menos de 40 vacas, si el mercado
mexicano de por sí, está saturado de marcas importadas de leche elaborada con
suero enriquecido y agregados a base de grasa vegetal? Esto, sin que Economía y
Salud ‘muevan un dedo’, a menos que sea para dar su anuencia.
“Les pedimos que nos
señalen opciones de trabajo, porque tenemos el antecedente de que, con el TLCAN
(‘por cierto pendiente de firmar’) desaparecieron, en 24 años de vigencia, 650
mil pequeñas unidades productivas lecheras”. Con el nuevo acuerdo, dijo,
“Guajardo da otro palo al sacar del esquema productivo y competitivo a pequeños
y medianos productores”.
Por
éstas y muchas otras razones, solicitamos, de la manera más atenta, a los
senadores y senadoras, de quienes depende que se oficialice el referido TPP 11,
analizar bien los pros y contras a la hora de autorizar nuevas compras de leche
en polvo y derivados lácteos, a países productores de leche, con condiciones
ventajosas para ellos, y perjudiciales para la economía de miles de mexicanos.
Los
negociadores mexicanos de los tratados de libre comercio –los mismos que
negocian el TLCAN—encabezados por el secretario de Economía, Ildefonso
Guajardo, “pasaron sin ver” la agenda de negociación del producto leche y sus
derivados; “firmaron y dieron por bueno el documento, sin precisar cupos ni condiciones
sanitarias”.
“Tampoco
consultaron al segmento de productores pequeños y medianos, cuando ellos
aportan el 80 por ciento del producto a nivel nacional, equivalente a 11 mil
500 millones de litros anuales, ni
tomaron en cuenta a la opinión pública”, expresó.
La facilidad con la que
las autoridades nacionales otorgan permisos de importación a determinadas
empresas que lucran y obtienen grandes ganancias en el comercio de lácteos,
“aunque sean productos adulterados”, ha alentado las importaciones y destruido
la producción nacional.
Este esquema favorece
un crecimiento perverso de importaciones en sueros, preparaciones lácteas,
polvos de leche sin crema, entre otros productos que se distribuyen en grandes
tiendas de autoservicio. Estos productos pasaron de una importación, en 1993,
de 28 mil toneladas de suero, a 82 mil en 2017, dijo Álvaro González.
Asimismo, en
preparaciones lácteas no había importaciones antes de la entrada en vigor del
TLCAN, hoy ingresan a nuestro país 32 mil toneladas. En quesos se importaban casi
15 mil toneladas en ese mismo periodo, en la actualidad se adquieren 121 mil
toneladas.
Actualmente la
industria adquiere alrededor de 17 millones de litros diarios de leche de
importación. Solamente por este concepto, se da un desplazamiento de casi 100
mil empleos directos en México. Estos números los deben conocer a la perfección
los señores y señoras del Senado de la República, a la hora de confirmar y dar
su anuencia “para el seguro cercenado, corte o desaparición, como quiera que sea,
a 150 mil productores lecheros”, concluyó Álvaro González.
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