Por: Pablo Fernández, director de Normagrup México
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de abril del 2018.- El
ser humano tiene un miedo innato a la oscuridad. Nos desorienta y nos
hace sentir vulnerables, aumentando el estrés y poniéndonos en riesgo.
Es la luz que divisamos en plena oscuridad, la que nos guía, nos da un
punto de referencia y nos ayuda a volver a tomar el control de la
situación, dando seguridad a nuestros pasos.
Algo
tan simple como unas obras en la calle o un fallo en la red eléctrica,
puede dejarnos sin luz en nuestra casa, hotel, oficina, centro
comercial, restaurante o lugar donde nos encontremos. En hospitales y
centros escolares puede ser todavía más peligroso. Los desastres
naturales que desafortunadamente azotan nuestro país, como pueden ser
huracanes, temblores e inundaciones, suelen ir acompañados por cortes de
energía eléctrica, ya sea por seguridad o por falla, y en estos casos
en los que la oscuridad puede hacernos entrar en pánico, la iluminación de una lámpara de emergencia podría ser determinante entre salvar la vida o no.
¿Qué son las lámparas de emergencia?
La
iluminación de emergencia se surte de la corriente continua, por
baterías individuales o centralizadas y que se emplean en situaciones de
corte de electricidad de la red principal. Es decir, son aquellas lámparas que se prenden automáticamente y de forma instantánea cuando se corta la electricidad.
Las lámparas de emergencia son elementos indispensables para garantizar
la seguridad de las personas en situaciones o ambientes de peligro.
Esto se debe a que el papel de estas luminarias es fundamental durante la evacuación de un edifico,
ya sea por evento grave, alertas sísmicas o cortes de electricidad.
Realizar una evacuación de emergencia con luz, es muy distinto a
realizarla a oscuras, pudiendo evitarse miedos, estrés y accidentes.
Los
dispositivos de iluminación de seguridad (autónomos o centralizados)
deben garantizar dos funciones fundamentales. Por un lado, está la iluminación antipánico
por medio de una lámpara de emergencia, capaz de evitar situaciones de
peligro generado por pánico durante una evacuación, asegurando una
iluminación mínima para facilitar la identificación de una ruta de
salida y la intervención de la asistencia. Y por otro, la iluminación de pre-evacuación
por medio de una lámpara de señalización, capaz de garantizar la
evacuación segura de los ocupantes a través de las vías de escape,
señalando el camino y los obstáculos.
Importancia de normativas oficiales
Debido
a la importancia de contar con este tipo de alumbrado en casi cualquier
lugar donde haya gente, la existencia de una normativa oficial que
regule su colocación y características es esencial. En México a día de hoy no existe una normativa clara respecto a las lámparas de emergencia,
situación que contrasta por ejemplo con Europa, donde desde hace años
existen organizaciones que regulan estas cuestiones y que todos los
países deben cumplir. O con otros países latinoamericanos, como Chile,
donde disponen de una Norma Chilena Eléctrica, con un apartado
específico para alumbrado de emergencia.
La
instalación de este tipo de lámparas es uno de los principales puntos a
tratar. Unas de las pocas especificaciones que se encuentran en las
Normativas Oficiales mexicanas es la NOM-025-STPS-2008, que en
referencia a las condiciones de iluminación en centros de trabajo,
especifica que se deben “instalar sistemas de iluminación eléctrica de
emergencia, en aquellas áreas del centro de trabajo donde la
interrupción de la fuente de luz artificial represente un riesgo en la
tarea visual del puesto de trabajo, o en las áreas consideradas como
ruta de evacuación que lo requieran.”
Esto
resulta bastante vago, en comparación con otras normas, como la chilena
o española, que son más exhaustivas en sus requerimientos, donde las
lámparas de emergencia son de carácter obligatorio en lugares como
puertas de salida de emergencia, cerca de escaleras, cambio de
direcciones en vías de escape, cerca de equipos de extinción o alarmas
de incendios, indicándose claramente dónde se deben instalar, cada
cuánta distancia y con qué número de luxes necesarios. Además, las
lámparas de emergencia deben garantizar una autonomía de una a tres
horas dependiendo del ambiente. En México, el tiempo estándar con las
que se instalan es de unos 90 minutos, aunque no se dispone de normativa
oficial.
Si
bien el sector de iluminación es cada día más exigente en México, y son
muchos los profesionales de la arquitectura e iluminación que tienen en
cuenta la iluminación de emergencia, México tiene un gran potencial a desarrollar en esta área,
ya que el que no haya una regulación clara y exacta dificulta que se
exija su uso. Además, no solo mejoraría la seguridad de la población, ya
que nunca nos quedaríamos sin luz, si no que generaría una industria
nueva en el mercado, donde hoy existen pocas empresas, generando más
empleo y competitividad.
NormaGrup
es una empresa española con más de 40 años de trayectoria, líder en
iluminación de emergencia en España con el 42% de cuota de mercado y con
presencia en más de 50 países. En el ADN del grupo se encuentra el afán
por desarrollar productos innovadores con un alto componente
tecnológico, de calidad, eficientes, con un diseño atractivo y
funcional, dando un excelente servicio y confianza.
Disponen de 4 líneas de producto: Normalux en iluminación de emergencia, Normalit en iluminación técnica-arquitectónica, Normadet en detección de incendios y gases y Normaclinic de cabeceros para las habitaciones de hospitales. Para México presentan dos de estas líneas de iluminación: Normalux y Normalit, a través de su filial mexicana Normagrup MX.
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