La meta de un ROE de 20%, factible para 2020. El 26 de octubre de 2017, Banorte anunció un evento relevante al acordar comprar el 100% de Grupo Financiero Interacciones (GFI) por P$13,700 millones en efectivo y 109.7 millones de acciones de Banorte. Desde entonces, los accionistas y entidades reguladoras han aprobado las condiciones de la fusión. Asimismo, el cierre de la transacción tuvo lugar el 13 de julio, y culminó con la integración de Interacciones en Banorte. Según la administración, la migración de la TI ya ha concluido y la integración debería quedar completada para fin de año. A pesar del nuevo capital y del crédito mercantil generado en la transacción, proyectamos que el acuerdo incrementará la utilidad en 3% en 2018 y 9% en 2019, lo cual haría que el ROE alcanzara la meta de 20% fijada para 2020. Analizamos los datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) correspondientes a julio, los cuales contemplan la integración de Interacciones, por lo que dispondremos de una mejor perspectiva a partir de ahora.
Captura de sinergias bastante rápida.
En sus metas sobre la integración, la administración de Banorte ha
mencionado
una mejora de sus gastos operativos al reducir el 65% de la base de
costos de Interacciones. Aunque creemos que esta cifra podría ser
optimista, hay que considerar que el banco sólo mantuvo el personal de
infraestructura (250 empleados de ~900) de Interacciones.
Asimismo, Banorte podría lograr sinergias en los costos de
financiamiento con bastante rapidez debido al hecho de que el banco
podría revertir parte de sus fondos para prepagar las deudas de
Interacciones. Banorte ya ha prepagado P$53,000 millones de estas
deudas (aún queda una deuda de P$23,000 millones), lo cual debería
mejorar el perfil de financiamiento del banco y resultar en márgenes de
intereses netos más resilientes.
Limitado riesgo de calidad de activos.
Creemos que una de las principales inquietudes de los inversionistas
ha sido la absorción del portafolio gubernamental y, a la vez, las
dudas de si el presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
podrá cambiar la metodología de la transferencia de fondos del Gobierno
federal a los estados y municipios. Creemos que los
principales riesgos, aunque importantes de monitorear, deberían quedar
mitigados, ya que los cambios significativos requerirán enmiendas
constitucionales. La metodología actual beneficia a los bancos, ya que
tienen prioridad de resolución. Como consecuencia,
la exposición a estados altamente endeudados, como por ejemplo
Coahuila, no debería ser un problema para Banorte.
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