miércoles, 24 de noviembre de 2021

El comercio ilegal mundial de vida silvestre y cómo las empresas pueden ayudar a detenerlo

 

Por: Adrian Sanchez, Director de Cumplimiento de Delitos Financieros LATAM, LexisNexis Risk Solutions

El tráfico de drogas y personas y el comercio ilegal de armas suelen venir a la mente cuando escuchamos sobre el lavado de dinero global y su asociación con el crimen organizado transnacional. Sin embargo, según el Banco Mundial, los delitos contra la vida silvestre son el cuarto negocio ilegal más lucrativo después de los narcóticos, el tráfico de personas y las armas.

El comercio de vida silvestre se refiere al comercio de productos que se derivan de animales o plantas no domesticados, que generalmente se extraen de su entorno natural o se crían en condiciones controladas; estos incluyen animales o flora vivos o muertos. Los delincuentes comercian con vida silvestre para lograr enormes ganancias financieras a través de cadenas de suministro globales ilegítimas e ilegales, desde la caza furtiva y el transporte, hasta el procesamiento y la venta de especies protegidas y no protegidas.

Según el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), el comercio de vida silvestre alimenta la corrupción, promueve el fraude complejo y la evasión fiscal, amenaza la biodiversidad y tiene un impacto negativo significativo en la salud pública y la economía mundial. La INTERPOL y la ONU, estiman que el comercio ilegal de vida silvestre asciende a la asombrosa cantidad de 20.000 millones de dólares anuales.

Si bien el comercio legal de vida silvestre está regulado por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, los arrestos y condenas por tráfico ilegal de vida silvestre a nivel mundial son raros.

¿Por qué deberíamos detener el tráfico de vida silvestre a nivel mundial? La respuesta es tanto social como conservacionista.

Amenaza biológica

Las enfermedades zoonóticas se derivan de virus, bacterias y otros patógenos que se transmiten entre animales y humanos. Los Centros para el Control de Enfermedades advierten que el tráfico ilegal de vida silvestre es un catalizador de virus humanos, con el 60% de las enfermedades infecciosas en personas clasificadas como zoonóticas. Estos incluyen COVID 19, Ébola, MERS y SARS.

Un informe del GAFI de 2020 advierte que "la propagación de enfermedades zoonóticas en los últimos años subraya la importancia de garantizar que los productos de la vida silvestre se comercialicen de manera legal, segura y sostenible". Esto se debe a que cuando los humanos entran en contacto con estas enfermedades, es más probable que contraigamos los virus, los transmitamos a otros y desarrollemos más dificultades para combatir las mutaciones virales, como es el caso de la variante Delta de COVID 19.

Amenaza de conservación

Especies enteras están cambiando o muriendo debido a los delincuentes que realizan el comercio ilegal de vida silvestre, lo que genera un grave problema de conservación con efectos negativos en la viabilidad de muchas poblaciones de vida silvestre y constituye una de las principales amenazas para la supervivencia de varias especies de vertebrados.

Un artículo reciente en NewScientist señaló que las hembras de elefante en Mozambique evolucionaron rápidamente para dejar de tener colmillos debido a la intensa caza furtiva de marfil durante la guerra civil del país. Una de las mutaciones involucradas mata a la descendencia masculina. Lo mismo está sucediendo en Sri Lanka, donde menos del cinco por ciento de los elefantes asiáticos machos todavía tienen colmillos.

Durante décadas, los cazadores furtivos apuntaron a los rinocerontes blancos por sus cuernos, que fueron cazados furtivamente para dar como obsequios impresionantes o comercializados en base a mitos culturales de que los cuernos tienen propiedades medicinales. Como resultado, solo quedan dos rinocerontes blancos conocidos en la actualidad, ambas son hembras, lo que hace que el rinoceronte blanco se considere extinguido.

Los gobiernos y las empresas están actuando

El comercio ilegal de vida silvestre cuesta dinero; como cualquier empresa comercial, los delincuentes necesitan gastar dinero para ganar dinero. Detener el flujo de transacciones financieras asociadas con el tráfico de vida silvestre naturalmente impide estos delitos en gran medida. Esto significa que, las empresas deben tener una mayor visibilidad de las transacciones y el comercio que se produce en sus entornos.

La buena noticia es que las organizaciones internacionales y los gobiernos están aumentando la demanda de un mayor cumplimiento normativo para prevenir el tráfico de vida silvestre. La Asamblea General de la ONU, por ejemplo, recomienda una resolución que insta a los países a modificar su legislación nacional para que las instituciones financieras reconozcan los delitos relacionados con el comercio ilegal de fauna y flora silvestres como delitos subyacentes del blanqueo de capitales (PLA).

Las tendencias en políticas públicas y mejores prácticas impulsadas por las autoridades nacionales incluyen:

  • Análisis de riesgo. El GAFI recomienda que las autoridades exijan a las instituciones financieras y no financieras pertinentes que identifiquen y evalúen su exposición a los riesgos de lavado de dinero relacionados con el comercio ilegal de vida silvestre y que tomen las medidas de mitigación adecuadas.

  • Perfiles de clientes. Tanto el GAFI como la INTERPOL están presionando a los organismos reguladores para que agreguen a las listas de vigilancia a personas o empresas que tengan alguna asociación con el tráfico de vida silvestre.

  • PEP. El GAFI sugiere que todos los funcionarios involucrados en la protección y conservación de la vida silvestre, la caza, la pesca y las actividades forestales, además del personal de fronteras, aduanas y recolección, se clasifiquen como personas políticamente expuestas (PEP).

Debido a las nuevas regulaciones y supervisión de la vida silvestre y PLA general, las organizaciones financieras y no financieras y las empresas dedicadas a la logística y el comercio internacional, además de las autoridades aduaneras, fiscales y de protección de la vida silvestre, están bajo una presión excesiva para analizar detenidamente cómo pueden contribuir a detener el comercio ilegal de vida silvestre.

¿Qué pueden hacer las empresas para ayudar?

Las transacciones financieras relacionadas con el tráfico de vida silvestre son difíciles de detectar porque los traficantes ocultan pagos y actividades dentro de la economía global. Muchas cadenas de suministro de tráfico de vida silvestre están respaldadas por dinero en efectivo hasta que entran en juego el transporte y el envío, lo que complica aún más la visibilidad del riesgo.

La respuesta a cómo las empresas pueden ayudar a detener el comercio ilegal de vida silvestre es a la vez simple e intrincada: simple en el sentido de que las empresas deben comprender completamente con quién están haciendo negocios, tanto las personas como individuos y las empresas para las que trabajan, luego, identificar las transacciones sospechosas y detener el lavado de dinero. Es complicado porque para hacer esto, las empresas necesitan conocimientos y herramientas excepcionales.

La buena noticia es que, detectar actividades ilícitas se ha vuelto más fácil con la ayuda de datos completos y tecnología inteligente. Por ejemplo, las empresas pueden utilizar la tecnología para establecer ciertos parámetros de alerta. Cuando ocurren pagos por encima de un cierto umbral, los datos precisos y la tecnología utilizada para Conozca a su Cliente (KYC) y la lucha contra el lavado de activos (PLA) pueden generar una alerta para una mayor investigación humana. Estas herramientas también pueden detectar patrones sospechosos en el punto en que comienzan a formarse.

Las tecnologías pueden ayudar a aliviar la carga de las actividades de KYC y PLA, ya que trabajan detrás de escena todo el día, todos los días, para detectar comportamientos sospechosos y anomalías en las transacciones. La inteligencia de identidad digital produce datos relevantes en tiempo real sobre el dispositivo, la ubicación y los comportamientos transaccionales, mientras que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático brindan una visión más precisa de las transacciones, los comportamientos y las relaciones comerciales.

Estas tecnologías pueden evaluar pagos en todo tipo de plataformas y cotejarlos con datos actualizados, especialmente si las personas o empresas inician una nueva forma de pago para realizar transacciones comerciales que van más allá de los sistemas financieros tradicionales. La tecnología también puede monitorear continuamente la actividad de las transacciones contra las sanciones y listas de observación actuales y evaluar constantemente la nueva inteligencia sobre noticias adversas en los medios, utilizando los datos que las compañías ya tienen sobre aquellos con quienes realizan negocios y cruzando referencias con información pública. A fin de cuentas, esto reduce los falsos positivos.

Se detiene al inicio

Las empresas deben asumir un compromiso público, activo y continuo en la batalla contra el tráfico de vida silvestre. Solo un esfuerzo unido a nivel mundial puede detener una actividad ilegal que tiene impactos sociales y de conservación a largo plazo.

Aunque es un problema mundial, los primeros pasos para frenar este tipo de tráfico comienzan a nivel empresarial. Las empresas pueden desempeñar un papel importante al monitorear las actividades comerciales, comprender completamente quién realiza transacciones en sus entornos y tomar la iniciativa para identificar el lavado de dinero antes de que suceda. Solo entonces el mundo hará grandes avances en la creación de obstáculos financieros sustanciales para estos delincuentes, inhibiendo así por completo el tráfico ilegal de vida silvestre.

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